El Tecnológico de Costa Rica (TEC) todas las semanas comparte con el país el conocimiento generado por sus investigaciones por medio de tres programas de radio que se trasmiten a nivel nacional.

A continuación, presentamos la descripción e inmediatamente el audio completo de las ediciones de esta semana en cada espacio.

La Oficina de Comunicación y Mercadeo no toma como suyas, las opiniones vertidas en esta sección.
 

Cada año, millones de personas alrededor del mundo caen como fichas de dominó ante el estímulo al gen consumista que les da el finamente elaborado truco comercial llamado “Viernes Negro” (llámesele “Black Friday” para sonar más sofisticado a la hora de hablar).

Acortar la brecha que existe entre la teoría y la práctica que realizan industrias en el área de ingeniería industrial, fue parte de las insumos que impulsaron la creación del primer capítulo  estudiantil Infinity Sigma 654, perteneciente al Instituto de Ingenieros Industriales y Sistemas (IISE por sus siglas en inglés).

Entre los cambios propuestos en la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas –que el Gobierno presentó a la Asamblea Legislativa para intentar reducir el déficit fiscal mediante la transformación del impuesto de ventas a impuesto sobre el valor agregado (IVA), entre otras medidas– se buscaría imponer un IVA de un 4% a los libros.

Ante la existencia de ecosistemas poco alterados en la zona de Boca Tapada de San Carlos,  alumnos del centro educativo de este lugar se convierten en tierra fértil para, que por medio del Tecnológico de Costa Rica (TEC), aprendan a amar la naturaleza y desarrollen habilidades blandas que les permita ser los defensores de estos ecosistemas.

Con tan solo 17 años, Daniel Acuña se convirtió en el primer promedio del examen de admisión del Tecnológico de Costa Rica (TEC); es decir, obtuvo 800 de 800 puntos posibles en dicha prueba. 

"Siempre fui el ´verde´de la clase... nunca me sentí muy cómodo con eso, porque a veces la gente lo ve a uno raro", relató el jóven al periódico La Nación, quien lo destacó en portada. 

En el 2016, una población de 7.000 millones de personas generó 300 millones de toneladas de residuo plástico en el mundo. De esa basura, ocho millones de toneladas anuales van a parar a los océanos. Así lo determinó la Organización de las Naciones Unidas en 2017.