Comprender y ayudar a que las personas con autismo se enfrenten a distintos sistemas del entorno arquitectónico de una manera más natural, de modo tal que se garantice la existencia de un sistema espacial reconocido por las personas con este trastorno psicológico y que facilite así los procesos perceptivos y cognitivos de esta población, fueron los resultados obtenidos mediante una investigación de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo del TEC.
La investigación, realizada en conjunto con miembros de esta comunidad, principalmente de la Asociación Costarricense de padres y amigos de personas con Autismo (ASCOPA), identifica los lineamientos de apoyo para conocer las variables de los contextos físicos. Esto mediante una teoría de sistemas arquitectónicos, unida a conceptos de holística, que logran absorber y asimilar las perturbaciones en las condiciones del entorno
Los patrones de organización y configuración espacial y la coherencia global de los entornos, así como la unión de elementos únicos que conforman y que se marquen como partes o componentes del sistema arquitectónico son, además, parte de los conceptos que fueron identificados como estrategias claves para que los autistas se desarrollen en ambientes que colaboren con el tratamiento del trastorno.
El estudio del perfil conductual marca, además, la medida en que se manejen factores como la iluminación, las formas, las texturas, el mobiliario, la acústica, la climatización y los diferentes colores, para lograr un mejor desenvolvimiento de las personas que presentan esta condición, fortaleciendo así la accesibilidad para los trastornos cognitivos y sensoriales que se puedan presentar en la arquitectura de edificios y residencias.