Construcción del índice de riesgo para la prestación del servicio de agua potable y saneamiento en acueductos rurales de Costa Rica

13 de Agosto 2018
Toma de agua fuente superficial para abastecimiento humano en un ASADA

El uso del agua para consumo humano es uno de los temas más sensibles y de mayor importancia para la vida.  En Costa Rica, cerca del 95 % de la población en las zonas urbanas recibe agua de buena calidad para consumo humano, sin embargo, en las zonas rurales persisten muchas áreas que no reciben agua potable.  Los grandes operadores de agua del país cuentan con la tecnología, los recursos humanos y financieros para la adecuada gestión del agua, pero en las zonas rurales esta distribución está en manos de las asociaciones administradoras de agua (ASADAs), que están integradas por juntas voluntarias de vecinos y sus recursos son escasos.  De acuerdo al X Censo Nacional de Población y Vivienda (2011), el 92,5 % de las viviendas en Costa Rica obtienen su agua de consumo a través de una conexión intradomiciliaria proveniente de un acueducto, siendo las ASADAs el segundo operador nacional de acueductos. 

Por esta razón durante los años  2014-2017 los investigadores Ing. Macario Pino, Ing. Lilliana Gaviria y la Dra. Silvia Soto desarrollaron el proyecto : “Propuesta para el mejoramiento de las condiciones de saneamiento ambiental en las ASADAs de la provincia de Cartago con un enfoque de prevención al cambio climático” financiado por la VIE y adscrito al CIPA. 

Con este proyecto se determinó que el 100 % de las aguas grises en las zonas rurales de la provincia de Cartago, son enviadas directamente a los cuerpos de agua sin tratamiento (Figura 1),  las excretas son tratadas en sistemas de tanques sépticos que no son monitoreados en su funcionamiento en forma rutinaria, por otra parte en el tema de los residuos sólidos, éstos no son valorizados, pero además se encuentran importantes problemas de contaminación en ríos y suelos por la descarga de residuos sólidos (Figura 2) y aguas grises.

 

La mayoría de los acueductos poseen infraestructura construida desde hace más de 30 años, una importante cantidad de éstos, no poseen procesos de desinfección (Figura 3).  Cada acueducto funciona en forma independiente, los administradores tienen muchos problemas para mantener una operación constante ya que las ASADAs son administradas por grupos de vecinos que en muchas ocasiones no poseen suficiente conocimiento del área técnica ni administrativa, además se observó en algunos casos que el trabajo se realiza ad honorem.

Los entes rectores en el tema de gestión del agua potable y saneamiento no disponen de información sistematizada y actualizada en línea, que le permita identificar riesgos.  Tampoco se han incorporado en las políticas o planes el concepto de saneamiento ambiental sostenible, mucho menos se cuenta con indicadores validados para la caracterización del riesgo de la prestación del servicio de agua potable y saneamiento en los operadores de servicios de agua potable y saneamiento.  Esto provoca que la planificación, el control, la fiscalización y la prevención, no sean abordadas en forma oportuna, efectiva, eficiente e integralmente. 

Para resolver estos problemas se requiere de compromiso gubernamental, apoyo de la academia e inversión en infraestructura para la prestación del servicio de agua potable y saneamiento, educación ambiental, planificación del desarrollo urbano y rural, fiscalización y monitoreo.  Para priorizar las áreas de intervención y evitar el desperdicio de recursos es necesario contar información sistematizada con indicadores validados y adaptados al entorno nacional.

Por esta razón el equipo de investigadores actualmente están desarrollando el proyecto denominado Indicadores de riesgo de saneamiento ambiental sostenible, que pretende generar un sistema informático donde se incorpore el tema de riesgo combinado con la sostenibilidad en la prestación del servicio de agua potable y saneamiento.  Se pretende que los resultados de este proyecto puedan ser utilizados en la planificación del desarrollo rural y se oriente la inversión de recursos, el uso de la información por parte de las ASADAs,  el AyA, el Ministerio de Salud, el MINAE, las municipalidades y el sector académico.

Esta herramienta permitirá además disminuir la vulnerabilidad a partir de la identificación de los riesgos, en la siguiente figura se muestran los principales productos esperados (Figura 4).

Para contactarse con los ejecutores del proyecto:

Ing. Lilliana Gaviria Montoya Tel 25509138, email lgaviria@itcr.ac.cr

Ing. Macario Pino Gomez, Tel 25509131, email mpino@itcr.ac.cr

Dra. Silvia M. Soto Córdoba, Tel 25509294, email ssoto@itcr.ac.cr