A los 100 años de la Reforma de Córdoba

25 de Septiembre 2018
. Por: William Boniche, representante estudiantil y presidente de la FEITEC
Reforma Cordoba

Imagen: Universidad de Córdoba. 

12 de junio de 1918, un manifiesto liminar de una juventud revolucionaria dispuesta a transformar su realidad alcanza un cambio fundamental de su realidad y en otras latitudes, propiciando la base para una modelo de educación basado en la democracia, autonomía, la libertad, co-gobierno y con un carácter social en respuesta a las necesidades que aquejan a un país y la región pero sobre todo, enfocado en el estudiante como la principal razón de ser dentro de las Universidades reconociendo el vigor para transformar su entorno y la juventud como agente de cambio.

A los 100 años de la Reforma de Cordoba se celebra la III Conferencia Regional de Educación Superior (CRES 2018) con sede en la misma latitud que vivió la gesta estudiantil transformadora. Dentro de la CRES participan diferentes actores involucrados directa o indirectamente con la educación superior como autoridades universitarios, empresarios, autoridades gubernamentales, organizaciones sindicalistas, representantes estudiantiles, académicos y estudiantes quienes reunidos en diferentes espacios de discusión como foros, mesas de debate, simposios y conferencias analizan sobre la situación actual de la Educación Superior, avances y retos, para definir líneas de acción y reafirmar el compromiso de las universidades con el país y la región.

Dicha Conferencia da su punto de partida con la participación magistral del Dr. Boaventura de Sousa Santos quien introduce el análisis y reflexión de los logros de la reforma y como se han ido alcanzando diferentes niveles en la aplicación del manifiesto de 1918 y a su vez recalca los retos y dolores que aun aquejan los universitarios en temas trascendentales como la inclusividad, diversidad, vinculación universidad-sociedad, la urgencia de reformas curriculares y metodológicas, la importancia de la extensión, internacionalización, gratuidad de la educación y la inserción de actores o modelos mercantilistas que de manera paulatina se han incorporado en los sistemas universitarios para hacer de la educación un comercio y deshacer el carácter de educación como derecho humano universal.

La educación sufre cambios acelerados. Los avances tecnológicos han permitido que el conocimiento sea de fácil acceso y comprensible para todas las personas en la mayor parte del mundo. Sin embargo, los procesos de enseñanza cuentan con un desfase entre la forma en que se realiza y las capacidades, recursos y aptitudes con las que llegan los estudiantes a las universidades. Métodos ortodoxos de enseñar limitan la generación de capacidades críticas y conciencia de los estudiantes al enmarcarlos en una visión o perspectiva basada en la experiencia del educador sin dar la oportunidad a que se incorporen otras visiones basadas en el conocimiento que pueden compartir los compañeros de una clase.

Un estudiante realmente agradece al profesor que deja de serlo en un curso y se convierte en un orientador del proceso donde todos dentro de un aula aprenden a partir del intercambio de pensamientos de todos los que ahí se encuentran. Y es por eso que en la CRES se discute sobre reformas curriculares, metodológicas y diversidad. Se cuenta con un diamante en bruto al hacer referencia a la diversidad e inclusividad porque se puede generar un proceso de aprendizaje muy provechoso si se permite la participación de todos y con la apertura de aprender de todos.

Ligado a esto, los procesos neoliberales que a diario se incorporan en las Universidades en búsqueda de sus objetivos comerciales, se encargan de coartar la diversidad, la autonomía y la relación universidad-sociedad robando el carácter otorgado por la Reforma de Córdoba y las luchas propias de cada país y centro de educación superior. Esta inserción se convierte en un enemigo peligroso para la sociedad ya que limita la generación de masa crítica local que analice su entorno, reconozca su realidad y proponga los cambios que su región necesita y a su vez forma a un profesional con mentalidad mercantil que persiga los objetivos de dichos modelos. Dentro de cada Universidad debemos de ser críticos y celosos en el resguardo de la Autonomía para utilizar el recurso del Estado en retribución al mismo con soluciones a las problemáticas de la sociedad y no convertirse una institución que prepara profesionales para el neoliberalismo.

Los pueblos siguen reclamando por una educación gratuita como derecho humano, es por esta razón que la lucha de la Reforma del 18 sigue viva un siglo después y los jóvenes, estudiantes, críticos, consientes y propositivos son parte fundamental y responsables de levantar la voz en búsqueda de ese derecho para todos. Dolores de 1918 aun aquejan a las universidades, pero el vigor sigue estando en los estudiantes, la razón de ser de las universidades sigue siendo el estudiante y la capacidad de transformar la realidad sigue siendo de los estudiantes es por eso que la búsqueda por una educación superior de calidad para todos sigue siendo el objetivo de lucha. El resguardo a la Autonomía, el co-gobierno, la libertad la justicia y la democracia es la línea transversal en todos los procesos de toma de decisiones, en las aulas y cualquier otro proceso donde se encuentre un académico, apoyo a la academia, un estudiante universitario o un profesional egresado de la Universidad Pública.

La CRES 2018 como espacio de discusión y remembranza recuerda a los pueblos latinoamericanos los fundamentos, el carácter social y compromiso como motor transformador pero la aplicación de esto es responsabilidad de todos los miembros de la comunidad universitaria quienes con determinación deben continuar la lucha por una educación diversa, inclusiva, de calidad, para todos en donde la formación de profesionales éticos y responsables con su país sea el objetivo. Las Universidades siguen siendo amenazadas con recortes presupuestarios lo que amenaza el desarrollo real de un país y la región es por eso que la unión y el involucramiento, la mejora de los procesos internos deben estar orientados a alcanzar los objetivos planteados hace 100 años armonizados con la actualidad, pero sin perder los puntos esenciales. La lucha por la educación no acaba, comienza con cada día y con cada mente que alcanza la conciencia de que un país educado es un país próspero.