Luego de las diversas intoxicaciones y muertes con productos adulterados, el país debe asumir un nuevo rol y lograr un verdadero sistema de trazabilidad integral que se convierta en una herramienta de gran utilidad para atacar frontalmente el comercio ilícito.
De ahí que las herramientas que se plantean y se han desarrollado a nivel internacional permiten darle muchísimos usos. De hecho, diversas compañías están dispuestas a adoptarlas e integrarlas a sus sistemas de gestión de producción y manejo logístico, porque tienen grandes beneficios para ellos a efectos del gran objetivo que es vender sus productos.
Entonces, la pregunta del millón es: ¿Cómo implementar un sistema así?
Obviamente, el gran detonante en el país, y en otras latitudes, ha sido que algunos sectores ya han comenzado porque hay un impacto muy fuerte en la salud pública y en el tema tributario, entonces ha nacido por una imposición, “hágase y punto”.
Si bien existen diferentes modelos, estos proyectos de trazabilidad nacen, en primera instancia, de manera fuerte, a través de alguna ley, decreto o alguna imposición, que permita meter en cintura al sector en cuestión, por ejemplo, el caso que está en la palestra ahorita con los licores adulterados.
No obstante, más allá de eso, estas herramientas se vuelven rápidamente trascendentales en el proceso de la gestión empresarial, así como cualquier empresa puede tener un ERP, para manejar sus asuntos financiero contables, o un sistema de gestión de transporte, también puede llegar a tener un sistema de gestión de trazabilidad, porque al final hay grandes beneficios que cumplen con el gran objetivo de potenciar las ventas de esos artículos.
GS1 CR ha propuesto tener un solo sistema a nivel de gestión de la trazabilidad de forma integral. Para eso ha dispuesto incluso de recursos no reembolsables, para que nadie tenga que pagar nada. Hay muchos organismos internacionales que están dispuestos a invertir en esto porque genera transparencia, porque combate el comercio ilícito que tanto daño hace, pero lo más importante de cualquier sistema de estos en el futuro, no es la herramienta per se, es la educación de los usuarios, de los consumidores a utilizarla de forma responsable, que cada quien cargue la información que le corresponde, que la gente exija que se den esos controles, para que sean herramientas que tengan un alto impacto en todos los eslabones de la cadena de suministros.
En palabras de Laura Bonilla representante de la empresa exportadora B & C Exportadores, cuando ellos arrancaron con la puesta en marcha de este sistema, el proceso fue lento, sin embargo, cada vez avanzaba más, por lo cual no se hizo difícil, ya que comenzaron con una certificación y poco a poco fueron agregando más, al punto de convertirlo en un proceso fácil porque las certificaciones tienden a entrelazarse finalmente, anota.
Implementarlo, ardua tarea para gobierno y empresas
“Mucha gente ha salido hablando del tema de trazabilidad de forma incorrecta, entonces algunos han formado criterios como que es un costo más, que es un problema, que esto no ayuda, pero no es así, lo que pasa es que no tienen toda la información sobre la mesa para lograr un pensamiento crítico, objetivo sobre esto y se circunscriben a temas muy parcializados. ¿Qué ha pasado?, que no ha habido una educación completa, o las personas no se han preocupado por educarse correctamente sobre lo que es realmente la trazabilidad y cómo impacta positivamente todas las áreas de gestión.
En cuanto a lo que ha ocurrido recientemente con el proyecto de ley que está en la Asamblea Legislativa, la Comisión de Asuntos Económicos, ha venido promoviendo este proyecto, que en lo general nos parece bastante bueno, es muy genérico, lo único que dice puntualmente es “establézcase un Sistema Nacional de Trazabilidad para bebidas alcohólicas o con contenido alcohólico”, y le han hecho ciertos ajustes que mejoran el proceso, para cuando se dé la contratación. Pero al final de cuentas aquí no se está diciendo el cómo, mucha gente ha hecho discusión de cuál es el cómo y si es muy caro, muy difícil, pero aquí es precisamente donde nosotros decimos que el costo no necesariamente debe salir de las arcas del Estado, sino que existen formas de financiar esto, por medio, por ejemplo, de organismos internacionales, como mencioné anteriormente. Está claro que se requiere un Sistema Nacional de Trazabilidad para controlar ese tipo de productos, hoy enfocado a bebidas con contenido alcohólico, en el futuro podrá entrar producto farmacéutico, otros productos alimenticios, cosméticos, ropa, en general todo producto, sin excepción, está sujeto a ser trazable.
P: ¿Ustedes fueron consultados para la redacción de este proyecto de ley?
GV: Sé que se consultó a varios gremios involucrados, no conozco el alcance de esta consulta. Nosotros durante mucho tiempo pedimos que se nos escuchara, no obtuvimos una respuesta positiva de esto, ya lo descartamos y ahora estamos a la espera de que se publique la ley, para que cuando el Ministerio de Hacienda y el Ministerio de Economía, que son los entes que la ley establece, se pongan de acuerdo para generar el camino para lograr hacer realidad el Sistema Nacional de Trazabilidad para bebidas con contenido alcohólico. Ahí es donde queremos intervenir y participar del proceso, pues contamos con una propuesta de cómo llevar adelante y financiar ese sistema, para que no sea un tema de que ahora los productos van a salir más caros, o un nuevo impuesto, no, no, porque al final lo que buscamos es meter el tema de trazabilidad no solo como algo de salud pública, sino que tiene que verse como un tema de competitividad, estamos hablando de reactivación económica.Al final un sistema de trazabilidad, más allá que una herramienta de control del comercio ilícito, que claro que lo va a ser, es también una excelente herramienta para mejorar la competitividad de las empresas, porque genera confianza sobre los productos.
P: ¿Ve como un buen primer paso un sistema nacional para las bebidas con contenido alcohólico?
GV: Hoy estamos con este asunto de las muertes por licor adulterado y falsificado, nosotros hubiéramos querido que esto comenzara hace rato, hoy se comienza por una coyuntura del licor, bueno, enhorabuena si eso va a ser la entrada para que luego se expanda a otros productos como los farmacéuticos, alimentos, etc., enhorabuena. Lo importante es comenzar, pero hacerlo bien, con un sistema planeado para que no sea solo para licores, sino que después permita pasar a otros productos con el mismo sistema, evitando la duplicidad de funcionarios, funciones, el exceso de tramitología y la burocracia. Podemos hacer un solo Sistema Nacional de Trazabilidad que vaya creciendo, adaptándose a los requerimientos del mercado que, por supuesto se den estos procesos de forma muy ordenada, pero sobre todo también, rápidamente, porque no se puede estar alargando indefinidamente.
Hay un ejemplo negativo que planteo, la ley para el gas licuado de petróleo, GLP, que se promulgó desde el año pasado, tenía un mandato y es que a partir del 1º de julio de este año 2019, los gaseros junto con la Aresep y el Minae, tenían que contar con un sistema de trazabilidad, cilindro por cilindro, proceso por proceso, válvula por válvula, y GS1 les dijo, señores, eso es posible, y la ley decía, que ese 1º de julio tenía que estar en operación, lo que no se ha hecho, ese es el problema, que se generan leyes y luego las autoridades competentes no implementan las cosas. Recientemente estuve en una reunión con personeros de ese ministerio y la Aresep y todavía están viendo a ver cómo, ¡no es posible!, pero es lo que pasa cuando no hay liderazgo, no hay visión, no hay alguien que vele realmente porque las cosas se hagan.
Para Susana Picado Jiménez, especialista en este tema de Inteco, los sistemas de gestión de la inocuidad de los alimentos son muy relevantes por temas de salud pública, pues permiten:
a) planificar, implementar, operar, mantener y actualizar un SGIA (Sistema de Gestión de la Inocuidad de los Alimentos) que proporcione productos y servicios que sean inocuos, de acuerdo con su uso previsto.
b) Demostrar cumplimiento con los requisitos legales y reglamentarios de inocuidad de los alimentos aplicables.
c) Valorar y evaluar los requisitos de inocuidad alimentaria mutuamente acordados con los clientes y demostrar su conformidad con ellos.
d) Comunicar eficazmente los temas de inocuidad de los alimentos a las partes interesadas dentro de la cadena alimentaria.
e) Asegurar que la organización cumpla con su política de inocuidad de los alimentos establecida
f) Demostrar conformidad con las partes interesadas pertinentes, y
g) Buscar la certificación o registro de su SGIA por una organización externa, o de forma autoevaluativa.
Dentro de la normativa hay un apartado específico para la trazabilidad, que busca que se pueda llevar un registro detallado de todos los procesos involucrados en la cadena de producción y distribución, de manera que se cuente con una herramienta para poder identificar alguna anomalía en lotes de producto.
Las ventajas de la trazabilidad, y de todo el sistema de gestión de la inocuidad de los alimentos, es que permite generar seguridad y confianza en todos los componentes de la cadena de valor, hasta el nivel del consumidor final, lo que se traduce en una ventaja competitiva. La implementación de un SGIA será tan compleja como los procesos y productos que involucre. Las organizaciones pueden optar por hacer implementaciones para ciertos productos, o instalaciones específicas, de manera que puedan ir consiguiendo experiencia en el proceso de implementación y así, posteriormente, involucrar al resto de la entidad.
Para las organizaciones que cuentan con experiencia en la implementación de sistemas de gestión, por ejemplo, de la calidad, les puede resultar más natural, pues ya cuentan con la disciplina de trabajar con una norma.
¿Quién puede optar por un SGIA?
Las organizaciones que pueden acceder a este SGIA incluyen entre otras a productores de alimentos para animales, cosechadores de plantas y animales silvestres, agricultores, productores de ingredientes, fabricantes de alimentos, minoristas, y organizaciones que proporcionan servicios de alimentos, servicios de catering, servicios de limpieza y desinfección, servicios de transporte, almacenamiento y distribución, proveedores de equipamiento, limpieza y desinfectantes, materiales de embalaje y otros materiales en contacto con alimentos.
Fuente: Sistema de gestión de la inocuidad de los alimentos, INTE/ISO 22000:2018