Trazabilidad: su importancia para el mercado y el consumo

Ya quedaron atrás los tiempos en que no se contaba con ninguna, o muy escasa información, sobre los productos que consumimos a diario.  Estábamos acostumbrados a tener solamente información sobre los ingredientes que contenía y la fecha de elaboración y caducidad de un producto alimenticio.  Con ello nos dábamos por satisfechos y, si por alguna razón, el producto nos causaba algún daño, no se tenía forma de comprobar en qué etapa de la cadena de elaboración se produjo algún problema que afectara nuestra salud.

Pero entonces, y a raíz de que los mercados se han vuelto cada vez más exigentes en cuanto a la calidad de los productos, surgió la trazabilidad como un mecanismo de seguimiento y control que garantice la inocuidad de los productos que consumen los seres humanos y que, además, brinde información sobre la procedencia de las materias primas y los métodos de elaboración y control, así como los mecanismos de distribución y venta aplicados y, muy importante, los responsables en cada etapa.  La generación de datos en todo el proceso de producción y distribución, así como la tecnología, el big data, los códigos de barras y el código QR vinieron a transformar la forma en que el consumidor actual adquiere los productos.  Estos son los aliados de la trazabilidad y cada vez se integran más a los mecanismos de control establecidos en las industrias.

La trazabilidad es un rastreo pormenorizado, desde el origen de las materias primas hasta la elaboración y distribución, en supermercados y tiendas, de los productos finales.  Los códigos QR son cada vez más familiares para el fabricante y el consumidor y en ellos se aloja todo el historial del producto.  Son una especie de huella digital de la cadena de producción que responde a la creciente demanda de datos que, tanto fabricantes como consumidores, requieren para garantizar la seguridad de lo que producen y consumen.

En Costa Rica, los esfuerzos para implementar este mecanismo son aún escasos.  Sin embargo, debemos prepararnos, desde los ámbitos legal, comercial y tecnológico para fortalecer los esfuerzos que hasta ahora se han realizado para incorporar la trazabilidad en la cadena de producción de todos los productos que se elaboran en este país y que exportamos y consumimos.  La rigurosidad en la aplicación de las leyes, los reglamentos y los sistemas es urgente para no poner en riesgo vidas humanas.

La tecnología es la aliada estratégica para garantizar una trazabilidad absoluta y a esto se pretende llegar.  Se debe garantizar, por todos los medios, que el consumidor adquiera productos seguros para su salud y, sobre todo, garantizar que tenga acceso a la información que le permita conocer algo más que los ingredientes, la apariencia y el sabor de un producto.  Hoy día, la decisión de compra está determinada también por factores como tener información sobre la procedencia de las materias primas y la huella del producto en el ambiente.  El papel del consumidor es fundamental para que incorpore en sus hábitos de consumo la costumbre de consultar, con sus dispositivos electrónicos a la mano, toda la información contenida en los códigos QR.  Son compradores que consumen de forma más inteligente y razonada.

Con la trazabilidad se rastrea pormenorizadamente todo el historial de un producto, lo que ayuda a localizar fácilmente en dónde se dan situaciones que lo comprometan.  Poder controlar con precisión en qué parte de la cadena de producción se generó una situación que puede desatar un problema mayor ayuda a tomar las medidas necesarias para sacar de circulación un producto defectuoso que comprometa la salud de los consumidores, sean personas o animales.

Desde las Naciones Unidas se quiere garantizar la seguridad de todo lo que está detrás de un producto.  Esto debe llamar la atención de gobiernos para establecer medidas que garanticen esa seguridad a través de leyes y reglamentos que promuevan el control de toda la cadena de producción y distribución de un producto, sea alimenticio, farmacéutico o para el consumo animal.

Al final de cuentas, de lo que se trata es de que las empresas generen mayor confianza en el consumidor, dándoles a conocer desde los orígenes hasta el proceso de transformación y distribución de los productos que elaboran.  Las alianzas que establezcan las empresas con sus proveedores y distribuidores son vitales hoy día y el consumidor quiere conocerlas y para garantizar su fidelidad.

Esperamos que disfruten el contenido de este volumen

Marcela Guzmán Ovares

Directora General

Jorge Quesada Araya

Coordinador Editorial