Amighetti: grabado en los ojos y en el corazón
Teatro Agosto del Campus TEC San José volvió a la presencialidad con un nuevo espectáculo en su 35.° aniversario
En una propuesta escénica que combina el arte plástico y la literatura de Francisco “Paco” Amighetti con música, coreografía, teatro y proyecciones en movimiento, el Teatro Agosto del Campus Tecnológico Local San José sintetiza todo un año de estudio e investigación sobre el maestro del grabado costarricense.
Se trata del espectáculo La gran ventana: encuentro con Amighetti, el cual se estrenó el pasado 26 de noviembre en la Casa Cultural Amón y ahora se prepara para viajar a comunidades y presentarse en la semana de bienvenida del primer semestre del 2023 en el Campus TEC San José y en el Festival Amón Cultural del próximo año.
Gracias a un pulido trabajo audiovisual, los grabados del artista cobran vida y de ellos salen y entran personajes en constante movimiento y, en ocasiones, se mimetizan con los tallados de las gubias, al tiempo que se escuchan narraciones, poesías y pensamientos de Amighetti en las voces de actores y actrices.
En la misma línea estética que utilizó don Paco, el espectáculo muestra la realidad de una Costa Rica pasada y presente llena de claroscuros, de luces y sombras, propias del grabado.
Benjamín Canales, estudiante de Administración de Empresas e integrante de Teatro Agosto, considera un honor haber representado la obra de Amighetti en este espectáculo, el cual procura rendirle un homenaje al artista y a su trabajo. Ese mismo sentimiento lo expresa Natalia Elizondo, estudiante de primer ingreso de Arquitectura y Urbanismo y quien, al igual que Canales, se integró este año al grupo teatral.
“Cada persona tiene una historia y necesita contar una verdad. La verdad de Amighetti era el pueblo y eso me quedó muy claro, porque la Costa Rica que él retrata es nuestra Costa Rica de tradiciones, es la Costa Rica que se está perdiendo poco a poco, pero que no ocupamos perderla, ocupamos apegarnos a la tradición, pero avanzar con toda la tecnología que tenemos hoy en día”, manifestó Elizondo.
Por su parte, Daniel Morales, egresado de Ingeniería en Diseño Industrial, es quien llevó las imágenes de los grabados de Amighetti a la pantalla y los llenó de vida y movimiento; un trabajo que tardó un año en construirse, desde su investigación hasta la puesta en escena, la cual requirió de constantes ensayos para hacer coincidir las escenas con los desplazamientos y el texto en el espacio específico de la Casa Cultural Amón.
“No queríamos que las proyecciones fueran simplemente un fondo, sino que tuvieran vida, que se pudiera interactuar con ellas, que se movieran, que de alguna manera interactuara con los actores y actrices en escena”, subrayó Morales.
También agregó que la cuidadosa creación de las proyecciones fue de la mano con una profunda y respetuosa investigación del artista plástico y su producción literaria. De ahí que todos los textos del espectáculo son del mismo Amighetti.
“No queríamos poner palabras que él no dijo. Tomamos en cuenta al artista, porque Amighetti no solo hacía grabados, sino que escribía. Ese encuentro con Amighetti fue investigar y empatizar un poco desde su perspectiva de la Costa Rica y de los personajes que había en el país cuando él vivió”, añadió Morales.
Alexandra De Simone, directora de Teatro Agosto, explicó que la idea de desarrollar un espectáculo a partir de la obra de Amighetti surgió hace dos años, pero querían concretarla en una pieza en vivo. Destacó la forma apasionada en la que todo el grupo se abocó a estudiar y a viajar por este artista plástico del siglo XX y que, por medio de sus escritos y grabados, descubrieron la vigencia que aún tiene su legado artístico.
Asimismo, resaltó el apoyo de la familia de Francisco Amighetti, la cual dio su autorización para usar su obra en las proyecciones. También mencionó la asesoría del maestro Rogelio López en el tema del movimiento escénico y a la historiadora del arte Flor Gallardo, quien ayudó al grupo a conocer más de cerca la vida y obra del grabador.
“Estoy muy feliz porque esta es una nueva generación, la de los 35 años de Teatro Agosto, pero tiene tantos elementos en común con toda nuestra historia, siempre en la búsqueda de hacer un espectáculo que a nosotros nos parezca que le va a gustar a nuestro público. Este es un grupo que anda por muchos lugares distintos, no es un teatro para teatro, es un teatro para gimnasio, para salón comunal, para plaza, para parque”, recordó De Simone.
Mariela Hernández, coordinadora de la Unidad de Cultura y Deporte del Campus Tecnológico Local San José, se mostró impresionada por el espectáculo y remarcó la conveniencia del trabajo con proyecciones para facilitar la presentación de esta obra en diferentes espacios. Sin embargo, lo que más la conmovió fue el retorno de Teatro Agosto a la presencialidad.
“A mí me conmueve muchísimo el reencuentro de ellos y de ellas. Eso es lo que más celebro en este momento porque han sido años muy duros. Este es el primer montaje que Teatro Agosto hace en retorno a la presencialidad desde que nos acogimos a la virtualidad a la que nos obligó la pandemia. Creo que eso le da un sentido muy especial, porque tiene que ver con la naturaleza de estos espacios para las personas estudiantes: el encuentro, el trabajo en equipo", expresó Hernández.
Roxana Aguilar, Julieta Calvo y Mayra Aguilar formaron parte del público que presenció el estreno del espectáculo. Las tres coincidieron en que la obra fue de su agrado y que el grupo teatral hizo un trabajo muy fluido y atinado con la producción artística de Amighetti. “Me encantó la puesta en escena, la forma en la que iban representando los cuadros en la vivencia que ellos iban haciendo. Me gustó mucho”, enfatizó Calvo.