¡La función sigue en pie! Teatro Agosto se hace virtual
Estudiantes relatan los desafíos de hacer “teatro virtual”
A pesar de las limitaciones que implican las disposiciones sanitarias del Ministerio de Salud, por la pandemia del COVID-19, Teatro Agosto, del Campus Tecnológico Local San José, continúa realizando una “doble función”.
No se trata de una obra que se está presentando dos veces al día, sino de su función formadora que ha desarrollado por más de 33 años entre los estudiantes del TEC y de un montaje virtual que se está elaborando; y que también tendrá su versión presencial una vez que finalice el confinamiento.
Desde que inició la cuarentena, el grupo teatral pasó de ensayos presenciales a encuentros semanales por la plataforma de Zoom, en la que conversan y tienen sesiones de juegos dramáticos y de creación de personajes, entre otras actividades.
Pablo Ortiz, estudiante de Administración de Empresas, considera que la cuarentena es una oportunidad que se abrió para consolidar el trabajo que el grupo ya venía haciendo en relación con el uso de la tecnología y que ahora solo resta descubrir la manera de explotar los recursos y espacios que cada uno tiene en su casa.
“Creo que es una oportunidad porque podemos tener ese doble alcance, tanto la presencialidad, como la parte virtual y llegar a personas que quizás no llegaríamos haciendo todo este trabajo presencial y crear esa espinita en la gente de ir a ver a Teatro Agosto”, añadió Ortiz.
Similar criterio expresa Daniel Morales, estudiante de Ingeniería en Diseño Industrial, quien explica que hace dos años el grupo inició un proceso de mayor experimentación con la tecnología, por medio de la proyección y el video mapping en el escenario.
Sin embargo, este proceso se interrumpió por la pandemia y ahora están abocados a la creación audiovisual. “Llevar el montaje que estamos haciendo ante la cámara a su versión presencial será un enorme reto, así como retomar lo que ya veníamos trabajando desde hace años”, agregó Morales.
“Yo entiendo que el teatro no es tanto el lugar, ni las luces, ni los efectos, sino somos nosotros trabajando en grupo, independientemente del lugar donde estemos con nuestras capas mágicas. Siento que el teatro no muere, se transforma y donde haya personas siempre puede haber teatro cuando la gente quiere.”Daniel Morales, estudiante de Ingeniería en Diseño Industrial
Espacio de vida
Alexandra de Simone, directora de Teatro Agosto, resalta la importancia de que el grupo siga defendiendo su trabajo y su espacio, no solo por el producto final que representa una obra de teatro, sino también por el proceso transformador que tiene en las vidas de los estudiantes.
De acuerdo con De Simone, el grupo ha tenido, al menos, un estreno cada año durante más de 3 décadas. Entre ellos menciona “Cuentos de Angustias y Paisajes”, “Única mirando al mar”, “Mi casa ya no es mi casa” y “La parábola de la riqueza”, primer montaje del grupo en 1987.
“Lo esencial es que durante todos estos años han pasado muchas generaciones de gente extraordinaria que, si bien tiene como tarea principal de su vida hacer una profesión científico-tecnológica o en la administración o en la arquitectura, no se queda solo con eso, sino que aspira a desarrollar plenamente su amor por el teatro, su vena creativa”, remarcó De Simone.
Con más de 20 integrantes en la actualidad, Teatro Agosto está grabando sus ensayos virtuales para que los miembros que no pueden asistir por razones laborales o de salud se pongan al día y hagan sus aportes al proceso de creación.
Para los miembros del grupo, mantener el contacto virtual entre ellos ha sido de vital importancia para soportar el encierro por la pandemia. “Venir a teatro es como esas pequeñas áreas de despeje que uno tiene. Con solo el hecho de cambiar la actividad que uno hace en la casa le ayuda a uno a pensar en otras cosas y a relajarse un poco”, asegura Pamela Azofeifa, estudiante de Arquitectura y Urbanismo.
“Siento que con ustedes tengo mi vida de vuelta, aunque sea un poquito de ella. Estar todo el día en la casa es agotador. Concentrarme en una de las cosas que me apasiona, como el teatro, es una manera de levantarme mucho el ánimo.”Valeria Lacayo, estudiante de Administración de Empresas.
Además de hacer más llevadero el tiempo que deben permanecer en sus casas, los miembros de Teatro Agosto coinciden en la importancia de mantener su trabajo artístico en medio del estado de emergencia que vive el país.
“Pienso que la producción de arte no se puede detener y ahora mucho menos que estamos en situación de crisis. El arte es importantísimo y más aún en estas situaciones”, resaltó Luciano Cendra, estudiante de Ingeniería Electrónica.
Retos del "teatro virtual"
Para los miembros de Teatro Agosto uno de los principales retos de los ensayos virtuales es apropiarse de sus propias casas y ver sus habitaciones como el espacio de creación artística y de intercambio con otros.
“En la casa uno tiene que trabajar más en silencio con el riesgo de que se vaya la luz o la señal de internet. Nos ha tocado adaptarnos demasiado y no ha sido fácil”, señaló Valeria Lacayo, estudiante de Administración de Empresas.
Por su parte Iván Camacho, estudiante de Ingeniería en Computación, dice que extraña los ensayos presenciales donde se pueden ver a los ojos, caminar descalzos y tener sentimientos colectivos a partir de un estímulo como la música: “estos ensayos virtuales nos ayudan mucho para ir montando algo virtual, pero siento que le quita la esencia al mil por ciento al teatro. No es teatro. Siento que no estoy sintiendo en sí ese teatro que me encanta porque no estoy frente a un público, a 50 o 100 personas viéndome”, enfatizó.
Sin embargo, Pamela Azofeifa menciona que la virtualidad le ha ayudado a ampliar la imaginación porque, contrario a lo que sucede en el escenario donde tiene que olvidarse del público que tiene al frente, ahora debe imaginarse al público que está detrás de la cámara y a sus compañeros de escena.
Agrega que la percepción de su habitación cambia de acuerdo con la actividad que haga y, aunque es el mismo espacio físico, no es la misma cuando está en clases que cuando duerme o cuando está en un ensayo de Teatro Agosto.
“Intento imaginar otras cosas, por ejemplo, que mi cama no es mi cama, sino que es la mecedora donde está Uvieta”, ilustró Azofeifa.
“Yo extraño el público porque las funciones fue lo que perdimos irremisiblemente y yo creo que en las funciones de teatro es donde el grupo se hace y se reinventa. El reto es no perder eso con las funciones no presenciales, sino presentar un trabajo que nos desafíe”Alexandra De Simone, directora de Teatro Agosto.
Por su parte Sara Segura, estudiante de Ingeniería en Computación, señala que esta modalidad de trabajo estimula la creatividad al tener que resolver situaciones con los recursos que tiene en su casa.
Daniel Morales señala que esta época los impulsó a compartir tanto la obra como su proceso de creación por medios virtuales, lo cual puede inspirar a otras personas. Añade que la experiencia virtual le ha permitido al grupo profundizar en el juego escénico emocional y sensorial porque, a diferencia del “campo mágico” que se crea en los ensayos presenciales con las luces, la oscuridad y la presencia de otros a la par, ahora tienen que enfrentarse a muchas dificultades.
“Siento que ha fortalecido nuestro trabajo interno porque nos ha obligado a crear mundos donde tenemos mil y una distracciones y poder crear nuestro manto sagrado o nuestra capa voladora con la sábana, y eso me ha gustado, porque nos ha dado la posibilidad de jugar más con nuestra parte interna y entrar en personaje”, resaltó Morales.
Uno de esos distractores es la misma computadora. Luciano Cendra explica que es “casi inevitable” estarse viendo en la pantalla para corroborar que todo se está viendo bien. En este sentido confiesa que no se siente cómodo con el formato virtual, además porque el cambio de espacio provoca cierta rigidez en la actuación.
“Lo que se está haciendo es teatro y parte de la gracia del teatro es que cada nueva función es diferente a la anterior y esta vez va a ser una grabación que siempre es lo mismo. Entonces, no es tan parecido a lo que hacíamos antes”, subrayó.
“Estos medios son súper limitados porque el teatro es presencial, pero también hemos encontrado cosas muy interesantes en esta vía. Mantener esa actitud y el entrenamiento para jugar dramáticamente, hablar entre nosotros y producir cosas que nos resulten cada vez más interesantes y que nos reten. A mí me parece que eso es algo que hay que mantener vivo en cualquier grupo de teatro", destacó Alexandra De Simone.
¿Tiene sentido el teatro por Facebook o por Zoom?
“Para mí sí tiene sentido porque es esperanza, es como decirle a la gente que todos estamos en esto, que todos estamos pasando por lo mismo, pero tratamos de salir adelante, tratamos de crear las condiciones para poder seguir con las actividades que normalmente teníamos desde esta realidad. Para mí es esperanza, tanto para los integrantes, actores del grupo, como para las personas que nos están viendo.
“Creo que también es una forma de democratizar el teatro y ampliar el alcance que tenemos porque no todos los lugares reúnen las condiciones para hacer teatro y, tal vez, una persona que nos esté viendo desde la zona sur o norte da una perspectiva diferente. Para mí sí tiene sentido. Quizás es difícil, pero siento que hay algo bueno dentro de todo esto”
“Tal vez al público no le va a llegar igual, pero sí sirve mucho para trabajar nosotros y creo que a lo largo de todas las reuniones nos ha servido para mantener esa unión de grupo y mantenernos ahí, trabajando en eso, aunque no sea igual y aunque tengamos muchos más retos porque el compromiso de presentarse en la reunión virtual no es lo mismo que ir a la reunión presencial y, tal vez, en la parte de motivación ha sido un poco difícil encontrarle ese sentido a hacerlo. Creo que la parte de trabajar en nosotros sí ha sido muy positiva y, en lo personal, es lo que más me está llenando de toda esta experiencia que estamos trabajando con lo que se puede o se tiene y estamos trabajando en cierta forma para nosotros y para la satisfacción para nosotros para llevarle al público un mensaje también”
“Puede tener su sentido en que nos ayuda a crecer y a aprender, pero siento que no va a ser el mismo sentido hacia una persona que está detrás de una computadora viendo el material que estamos haciendo. Entonces, toda esa esencia del teatro se desvanece”
“Un punto a favor es que podemos llegar a más personas por estos medios y hacérselos más accesibles, independientemente de la geografía, porque a veces la gente no puede venir porque vive muy largo o por la hora. Es un panorama para que trabajemos más, tanto en nuestro montaje como en llevar ese pedacito de cultura y conocimiento a personas que, quizás, no lo valoran tanto y decirles que todos los sectores valen por sí mismos y no unos más que otros, sino que todos somos un sistema y todos los engranes tienen que funcionar juntos para que todo siga”