Con un trabajo que ha servido de imán para la atracción de inversión, el Tecnológico de Costa Rica (TEC) ha contribuido a impulsar el crecimiento de múltiples zonas en el país.

Como un sueño posible que comenzó a gestarse décadas atrás, tropicalizaron un modelo de gestión que se estaba desarrollando en países asiáticos y comenzaron a asentarlo en suelo costarricense.

Pensando en cómo servir de ente gestor, la Zona Económica Especial en Cartago y la Agencia para el Desarrollo Productivo de la Región Huetar Norte vinieron a dar un salto cuantitativo en el bienestar económico y social para sus habitantes.

Eso es lo que justamente buscan estas iniciativas: reactivar la economía local, impulsar el crecimiento de las empresas y de quienes convergen en ellas.

Para lograrlo, ha sido un esfuerzo mancomunado donde intervienen diversos actores, uno de ellos, la Academia.

El TEC es un ente que articula y contribuye para que todas las partes se unan. Y así lo ha hecho. Un ejemplo concreto es con el Colegio Universitario de Cartago (CUC), institución que desde la fundación de la ZEE cartaginesa, ha participado directamente en el diagnóstico de necesidades que planteaban los diferentes inversionistas para instalarse en la provincia.

De esta forma, han actualizado sus programas de estudio para que estos respondan a las tendencias mundiales de una forma más precisa.

A criterio del representante del CUC, Miguel Guevara Agüero, decano, el rol de la Academia debe estar orientado a proveer recurso humano formado en las diferentes áreas del conocimiento y que responda a las necesidades productivas del país y específicamente de la zona de Cartago.

Es mediante esta educación o formación profesional que se logra la incorporación con mayor facilidad al mercado laboral.

Se debe dar seguimiento a los compromisos que se adquieren por parte de las diferentes organizaciones e instituciones que conforman la ZEE, dado que la falta de este seguimiento podría afectar la imagen y como consecuencia alejar al inversionista, menciona el representante del CUC.

Grandes alcances

Uno de los grandes logros de la ZEE en Cartago ha sido la creación de la nueva Zona Franca La Lima, que ha atraído a diversos inversionistas y proporcionado empleo a muchas personas de la provincia.

Esta iniciativa logró unificar a muchas organizaciones de la zona y ponerlas a trabajar por un fin común.

Según los especialistas consultados, el nivel de empleo de la provincia, así como la productividad y el comercio, se benefician con la inversión extranjera que ha llegado a la zona. El ingreso mejora sustancialmente, permitiendo que la economía se dinamice y genere un bienestar social. La ZEE es una muestra de que el sector privado y la Academia pueden establecer vínculos, cuyo propósito debe estar orientado a que el sector privado se beneficie con la dotación del recurso humano. La Academia será identificada como un coadyuvante para proveer el recurso humano y, en consecuencia, para el beneficio de una comunidad.

En palabras de Silvia Hidalgo, coordinadora de la ZEE de Cartago, la provincia tiene condiciones muy interesantes; el hecho de contar con 13 colegios técnicos, los cuales han tenido una participación y crecimiento muy importante dentro de las Zonas Económicas Especiales desde el inicio, así como el hecho de contar con una bolsa de empleo consolidada, donde están los colegios técnicos, la base de datos del TEC, la Cámara de Comercio, la Municipalidad, el INA, es parte de todo el trabajo desarrollado.

Grandes ligas

Este es el principio de algo muy bueno para Cartago.

Cartago siempre fue una provincia de crecimiento lento y pocas oportunidades. La ZEE ha unido sectores como el académico, industrial, servicios e instituciones, cuyo efecto ya se está reflejando.

“El CUC ha logrado en los últimos años insertar a sus diplomados en las diferentes empresas ubicadas en la Zona Franca La Lima (caso Zollner). Para este fin, las bolsas de empleo juegan un rol importante en esa intermediación entre organizaciones formadoras y empresas contratantes”, Miguel Guevara Agüero, decano del CUC.

“La mano de obra cartaginesa es muy distinta a la del resto del país” dice Allan. “Los trabajadores son muy comprometidos con sus tareas, acatan las reglas con más facilidad, y las empresas se están fijando en eso. Son muy estables, algunos de ellos llegan a cumplir 20 o 30 años de servicio. Tengo mucho que agradecer a la ZEE de Cartago, porque gracias a este programa de formación de recurso humano y atracción de inversionistas yo recuperé a mi familia”.

No hay duda de que la capacitación académica del TEC y del CUC es un factor determinante en la formación de los nuevos graduandos, mano de obra eficiente y calificada.

¿Pueden trabajar juntas la academia y el sector privado?

Toda iniciativa goza de criterios de acuerdo y desacuerdo y la creación de las ZEE no son la excepción. La objeción más frecuente es que la Academia y el sector privado no suelen llevarse bien en una relación de negocios.

Fernando Carazo, gerente general de la Zona Franca La Lima, añade que tanto esta como la ZEE Cartago pueden trabajar juntas de manera muy exitosa.

Una de las pruebas es la llegada de tantas empresas al parque, debido a la participación de la ZEEC en las negociaciones de atracción de inversión. Añadió: “Yo iría más allá y diría que no solo puede la Academia trabajar muy bien con el sector privado, sino que también con el sector público, a nivel informativo, de trámites y protocolo. En mi experiencia, el trabajo realizado por la ZEEC ha sido vital para demostrar a estas empresas que Cartago tiene todos los atributos que una empresa multinacional, de primer orden, requiere para ser exitosa en una nueva planta en Latinoamérica. El trabajo ha sido excelente y digno de replicar en otras zonas del país”.

Para el representante de la Zona Franca La Lima, el desarrollo de la Guía de Inversión ha tenido mucha importancia para la atracción de inversión. Si bien no por sí sola va a lograr que una empresa decida instalarse en Cartago, ciertamente las “encanta” con los atributos de Cartago que vienen en la Guía y da paso a las siguientes etapas de la gestión de atracción de inversión, en donde participan muchas partes.

Es de suma importancia crear el espacio físico en donde las empresas puedan invertir. Es ahí donde la creación de los parques industriales tiene su participación. La Zona Franca La Lima es el cuarto parque industrial que Garnier & Garnier hace en el país y ha logrado mejorar el producto con todas las experiencias pasadas. Es muy importante que las empresas se sientan seguras, con buen acceso vehicular, con espacio para crecer, con lineamientos ambientales de primer orden y, ciertamente, que sea un lugar agradable donde sus empleados puedan llegar a trabajar. El parque no solamente atrae empresas del sector industrial, sino también del sector servicios. Las características de Cartago son tan favorables para la mano de obra que se decidió hacer el primer parque mixto de servicios y manufactura. Esto pone a la provincia en capacidad de dar oportunidad de empleo a de 10 000 a 12 000 personas y dinamiza la economía local con toda esa inversión que conlleva el proyecto.

“Es importante seguir trabajando en la mejora continua de las guías de inversión con cada experiencia. La contraparte y complemento de la gestión de atracción de inversión es la promoción de los encuentros de encadenamientos productivos que no solo son foros para establecer relaciones comerciales entre las empresas locales y las multinacionales ya instaladas en Cartago, sino que también son un foro ejemplar para que las empresas vean el nivel de involucramiento que tiene la comunidad y la gran cantidad de servicios de proveeduría que pueden encontrar”, menciona Carazo, gerente general de la Zona Franca La Lima.

“Más tiempo en familia”

Una historia de vida es el mejor ejemplo para comprobar el beneficio de la ZEE de Cartago.

Allan Mena es hoy el gerente de Facilidades y Mantenimiento de Heraeus, una empresa instalada en la nueva Zona Franca La Lima. El señor Mena es un egresado del Colegio Vocacional de La Lucha y en 2007 del Tecnológico de Costa Rica (TEC), de la carrera de Ingeniería Electrónica.

En 2013, se trasladó a trabajar a la empresa Saint Jude Medical, ubicada en Coyol de Alajuela. Ya para el 2016, necesitaba 8 horas diarias para trasladarse, aumentando el riesgo de sufrir un accidente. Se levantaba a las 4 a.m. y regresaba a su casa a las 8 p.m., exhausto; en ocasiones, sin ver a sus hijas por tres días consecutivos. Nunca recuperó el sueño perdido, ni en la semana de vacaciones. Su calidad de vida era insostenible.

La apertura de la ZEE de Cartago le cambió la vida.

La nueva Zona Franca La Lima es uno de los logros de la Zona Económica Especial Cartago. Empresas internacionales y líderes en dispositivos médicos se han instalado en la zona, abriendo oportunidades a muchos cartagineses y egresados del CUC y del TEC que, otrora, debían conseguir sus oportunidades de empleo en otras provincias de la Meseta Central, entre ellos, don Allan, quien regresó a su provincia gracias a una oportunidad que le brindó la empresa Heraeus. No solo ha mejorado su calidad de vida sino que ha crecido en el aspecto laboral, que es ideal para su currículum. Pasó de conducir 108 km a 14 km diarios, o sea, de consumir ¢200 000 colones a ¢15 000 colones mensuales en gasolina. “Ahora puedo ir a las reuniones y actividades de la escuela de mis hijas y comparto con la familia, debido a que no llego agotado y tan tarde a mi casa, después de una jornada laboral”.
 

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