Gran cantidad de proyectos constructivos son rechazados todos los días por el Benemérito Cuerpo de Bomberos de Costa Rica porque no cumplen con la regulación de seguridad humana y de prevención de incendios, a pesar de venir refrendados por profesionales en arquitectura.

Para evitar que esto se siga dando, el Tecnológico de Costa Rica y el Benemérito Cuerpo de Bomberos de Costa Rica firmaron un convenio por cuatro años para capacitar y actualizar en la materia a profesionales en arquitectura e ingeniería que tengan el grado mínimo de bachillerato universitario y que estén vinculados a procesos de diseño de edificaciones o inspección de obras. Sin embargo, también está abierto a profesionales de constructoras y personal de bancos y aseguradoras que tengan relación con el diseño constructivo.

Esta actualización consiste en tres módulos de dos meses cada uno, para una duración total de seis meses, e inician en los meses de marzo y julio de cada año. Para ello, la persona interesada debe llenar un formulario de solicitud y, a partir de su formación profesional y labores cotidianas, la Escuela de Arquitectura y Urbanismo autoriza su matrícula.

Enmanuel Salazar Ceciliano, docente de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo del TEC, explicó que todo proyecto constructivo debe presentarse ante el Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA) y que, dependiendo del tamaño de la obra, su uso y otros factores, se distribuye entre una serie de instituciones para recibir su aprobación, entre ellas, el Benemérito Cuerpo de Bomberos de Costa Rica.

Es ahí donde muchas obras se han frenado porque los planos constructivos no cumplen con la normativa contra incendios y de seguridad humana, con las consecuentes pérdidas económicas para quienes tienen a su cargo el desarrollo de los proyectos. De ahí que, a la hora de contratar la elaboración de un diseño para una edificación, las personas deben asegurarse de que el profesional esté actualizado en estos temas.

“Este convenio beneficia al país por la capacitación de los profesionales. Esta es una muestra más del compromiso que tiene el TEC para el desarrollo del país. Estamos viendo un problema y lo estamos atacando, el tema de que hay demasiados proyectos que están siendo rechazados a nivel institucional por su incumplimiento de la legislación. Los proyectos de construcción son carísimos y, si ya llegamos a una etapa avanzada del proyecto y me lo devuelven, hay un tema de inversión que se viene abajo. Tener profesionales capacitados en legislación y seguridad humana es sinónimo de asegurar la inversión”, destacó Salazar.

Pero más allá de la inversión económica, el docente remarcó que este convenio ayudará a salvaguardar vidas, porque el diseño de una obra no solo debe garantizar la seguridad humana en sus actividades cotidianas, sino también en una eventual emergencia que obligue a la evacuación. En este sentido, Salazar señala que, si un edificio va a colapsar, los profesionales en diseño de obras constructivas deben asegurarse de que todas las personas puedan evacuarlo antes de que colapse.

Paralelamente, las actuales generaciones de estudiantes de Arquitectura y Urbanismo que cursan los laboratorios de diseño están siendo asesoradas por representantes del Cuerpo de Bomberos directamente en sus clases en temas de seguridad humana con la finalidad de que los incorporen a su ejercicio profesional de una manera natural una vez que se egresen de la carrera.

Salazar detalló que las mismas personas del Cuerpo de Bomberos que revisan los planos en la vida real son las que están visitando las aulas para aclarar lo que se puede hacer en materia de diseño, y lo que no, según la normativa de seguridad humana. Ese acompañamiento se extiende a lo largo del semestre lectivo para analizar la evolución de cada proyecto hasta garantizar la completa incorporación de los principios de seguridad humana y el acatamiento de toda la normativa relacionada con el tema.

“Es importante que los estudiantes asimilen el tema de legislación no solo en función de la aprobación de planos y no comprometer la inversión que se está realizando, sino, sobre todo, porque estamos hablando de vidas. Un edificio mal diseñado eventualmente puede originar una desgracia. Es un tema de responsabilidad y de ética profesional manejar estos temas a profundidad”, subrayó Salazar.

Miguel Escalera Arana, estudiante del Laboratorio de Arquitectura 10, considera muy positivo este acompañamiento directo del Cuerpo de Bomberos porque le ayuda a interiorizar las normas de seguridad humana para su futuro ejercicio profesional. “Me parece que es un buen convenio porque no es que solo estamos en clase, en una burbuja, sin relacionarnos con el exterior, sino que nos relacionamos con los bomberos, es como cuando vamos a estar en la calle”, apuntó.

Similar opinión externó Giannina Morera Solano, también estudiante del Laboratorio de Arquitectura 10. Para ella, la incorporación de temas técnicos, legales y de seguridad, así como la relación con otros profesionales, le ayuda a ampliar su conocimiento y su campo de acción. “Considero que este convenio me beneficia porque, normalmente, todo lo leemos en los libros y, a veces, necesitamos una ayuda auxiliar, como escuchar la voz especializada de los bomberos, que vean nuestro proyecto y nos puedan dar una consejería más específica de las dudas que tenemos”, puntualizó.