Edición 2023

Amón Cultural cumplió en su regreso, al mostrar la vida de un hermoso rincón de la capital

  • Miles de personas llenaron las calles de los icónicos barrios Amón y Otoya, y sus alrededores, en el regreso del festival a la completa presencialidad
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  • Fomento de una red de instituciones, vecinos, comercios organizaciones culturales, artistas y más
13 de Marzo 2023 Por: Johan Umaña Venegas
Personas tomándose fotos con intérpretes disfrazados de artistas famosos.

Las calles de San José se convirtieron en un escenario, al tiempo que el público no perdió la oportunidad de tomarse fotos con sus artistas favoritos. Foto: Ruth Garita / OCM.

El festival Amón Cultural regresó a la presencialidad completa y con él volvieron al protagonismo la arquitectura, música, danza, teatro, pintura, gastronomía y mucho más actividades cotidianas del hermoso rincón de San José que son los históricos barrios Amón y Otoya, y sus alrededores. 

Y es que el público no dejó pasar la oportunidad de meterse a “vinear” por esas patrimoniales casas que conforman la barriada, pasar por el Museo TEC, escuchar a la Fuerza Pública cantar, disfrutar de un torneo de breakdance o cerrar la noche con “olor a agua” en un concierto bajo la lluvia de la agrupación Malpaís.

Amón Cultural 2023 fue extenso, tanto en variedad como en duración: desde las 8 a.m. hasta terminado el día no paró la actividad, con todo tipo de expresiones artísticas y culturales. Y eso que, según sus organizadores, esto es solo una muestra de lo que esta zona ofrece los 365 días del año.

“Amón Cultural es un proyecto permanente, pasa con actividades desde la academía a lo largo de todo el año, como conversatorios, exposiciones, charlas, proyectos de investigación y extensión con estudiantes, vinculación con las carreras del Campus Tecnológico Local San José, trabajo con la comunidad en temas de seguridad.

“Pero se busca generar un evento que sea muy atractivo y donde la gente pueda venir y, en un día, darse una idea de lo que pasa en los barrios a lo largo del resto del año. Es una pincelada de lo que ya está instalado en la zona”, comentó el arquitecto Juan Pablo Campos, productor general del festival y funcionario de la Unidad de Cultura y Deporte del TEC en San José.

Según el productor, más de 15.000 personas podrían haber disfrutado esta edición del festival, en 32 ubicaciones distintas.

Campos destacó la coordinación de más de 50 comercios, instituciones y organizaciones de la zona, para que el festival sea un éxito. También el soporte financiero de Coopecaja y de la Municipalidad de San José, que además apoya en la logística.

“Para mí el festival representa un recorrido de lo viejo a lo actual. Aunque ya muchos edificios han desaparecido, mucha gente ya no está, pero Amón sigue vivo. Entonces venimos a eso precisamente, a rescatar de todo lo que ha pasado y de todas las desapariciones y que cada día venimos y hay menos casas porque ya las han botado. Pero todo esto aún sigue vivo”. Flora Castro Quesada, Grupo Pintores al Aire Libre (Pintal).

“Me llamó mucho la atención ver (en el Museo TEC) todo lo que usamos hace, ¿qué sé yo?, unos 50 años. Como el VHS, que yo tenía uno, o un aparatico que usábamos en la oficina para los cheques. Ahora ya todo es diferentisimo en cuanto a la tecnología” Hubert Hidalgo Alpízar

El Amón Cultural surgió en 2015 en el formato que hoy le conocemos. A través de los años ha evolucionado, al tiempo que algunas actividades se suman y otras salen. Sin embargo, el cambio más fuerte fue provocado por la pandemia. Da la casualidad de que en 2020 este fue el último evento masivo en San José, antes de que se tuvieran que implementar medidas restrictivas por el covid-19, así que esa edición transcurrió con normalidad. Pero en 2021 se tuvo que adaptar a la virtualidad y en 2022 el retorno, bajo el lema de “Persistir”, fue parcial.

Este 2023 el festival se volvió a tirar a la calle con todo. Bajo el lema “Diálogos del tiempo”, las casas antiguas y los comercios convivieron con miles de entusiastas participantes.

Resultado de una red de apoyo

“La respuesta fue extraordinaria, tanto en asistencia de público como en algo que tal vez no se nota mucho desde fuera que es esa hermandad real y esa energía tan linda entre todos los miembros del colectivo que integra la red Amón Cultural“, comentó Alexandra de Simone, coordinadora general del Amón Cultural.

De Simone es gestora cultural de la Casa Cultural Amón, en el Campus Tecnológico Local San José, desde donde se impulsa el funcionamiento de esta red conformada por instituciones, vecinos, empresas, agrupaciones culturales y artistas, entre otros, que más allá del festival lucha constantemente por rescatar y acrecentar el patrimonio arquitectónico y cultural de los barrios Amón y Otoya.

“Es una red grande, que en realidad es el mayor producto de Amón Cultural, y que este año en que el festival pudo volver a una versión donde el espacio se convirtió en una inmensa galería de arte, arte escénico, cariño, gente de todas las edades disfrutando de la ciudad... Pudimos ver el gran poder que tiene la universidad pública, no solo para convocar, sino para articular estas redes de diversos sectores que son capaces de incidir en las transformaciones que nuestra ciudad necesita”, concluyó De Simone.

Amón Cultural