Biotech y The Gluten Free Factory son dos Mipymes que trabajan áreas distintas. Sus ideas fueron pioneras en el mercado nacional, pero ambas enfrentaron una serie de amenazas que podían derrumbar sus ideales, por lo que enfrentaron el gran reto: vencer el miedo al fracaso.

El paso clave no fue sentirse empoderados por sus ideas innovadoras; por eso, buscaron instrumentos de apoyo no para construir sus fábricas o ampliar sus líneas de productos, sino para aprender a ser emprendedores exitosos.

El CIE-TEC del TEC fue el sitio que evaluó sus retos, identificó sus potencialidades y los albergó hasta estar preparados para enfrentar un mercado altamente competitivo.

Ofrecer servicios de diagnóstico de plagas y enfermedades en los cultivos agrícolas, fue la idea que tuvieron Erwin Gamboa, Lizzy Retana y Gilberto Masís hace diez años y que dio vida a Biotech.

Gilberto Masís, socio e ingeniero agrónomo de Biotech, explica que esta pyme inicialmente tuvo dos divisiones: el laboratorio de diagnóstico e investigación y la de producción de hongos comestibles de ostra. Esta segunda división fue cerrada un año después debido a que descubrieron que no había una cultura de consumo de este tipo de alimento gourmet.

“Ha sido muy importante el hecho de ser ordenados en las finanzas, ya que son la base para poder crecer, solicitar créditos y responder a las entidades financieras con solvencia. Algo muy importante ha sido que los dueños no somos simples inversionistas, sino que somos empleados, lo que significa que entendemos a nuestros colaboradores y ellos nos entienden a nosotros. Otro aspecto importante es la calidad de nuestros servicios y productos; esto nos da confianza, credibilidad y hace que los clientes se mantengan fieles a lo largo de los años”, menciona el emprendedor.

Además, fueron creando otras divisiones como la de control biológico y la finca experimental que poseen en Guácimo, en la provincia de Limón, en Costa Rica.

Buscar acceso al financiamiento y conseguir abrirse paso en un mercado tan especializado de la ciencia los hizo acudir al apoyo de este centro del TEC, donde lograron capacitarse en temas administrativos y gerenciales, además de contar con el soporte y respaldo de una casa de estudios superiores, que fue primordial para que estos emprendedores pudieran empezar a contactar clientes y obtener financiamiento.

Lo más complejo para esta empresa fue sobrevivir los primeros años, una época que significó trabajo arduo y superar desafíos que les permitieran crecer. Pero el camino difícil no finalizó al alcanzar la etapa de consolidación, sino que diariamente enfrentan la lucha por mantenerse a la altura de las expectativas de sus clientes nacionales e internacionales.

Otra dificultad fue no poseer apoyo financiero de ninguna institución pública ni privada, ya que todas solicitaban alguna garantía hipotecaria o un récord financiero, y estos emprendedores no lo tenían. Sin embargo, el orden y la disciplina les permitieron superar esta barrera y consolidarse hasta alcanzar lo que son en la actualidad.

Un sueño posible

Este ingeniero agrónomo ha visto la vida empresarial no solo como un camino de obstáculos, sino como un conjunto de oportunidades que les ha brindado la opción de formar una empresa pionera en servicios especializados para los cultivos basados en la aplicación de biotecnología y agronomía.

Esas oportunidades les han abierto el espacio para ir diversificando servicios y productos a lo largo de los años; además, las vivencias diarias han sido puertas para acceder a nuevas opciones de negocio en otros campos diferentes al de la investigación.

Hoy día esta empresa cuenta con 20 colaboradores, quienes realizan labores en una estación experimental; asimismo, efectúan labores de investigación, control biológico, procesos en laboratorio, diagnóstico de plagas y enfermedades, ensayos de laboratorio y de campo, así como producción de biocontroladores y desarrollo de productos para control biológico.

El trabajo de Biotech ha sido reconocido en varias ocasiones, una de ellas fue en el año 2008, cuando fueron elegidos por el periódico El Financiero como una de las 20 ideas innovadoras del año 2007.

Posteriormente, en el año 2010, fueron galardonados por la entonces Presidenta de la República, Laura Chinchilla, por ser una empresa de base científico-tecnológica que surgió de un sistema de incubación auspiciado por el TEC.

Para Gilberto Masís, el trabajo intenso y el respaldo de cada uno de los colaboradores es la clave para alcanzar el éxito de una empresa.

Este ingeniero considera que una pyme interesada en consolidarse y triunfar necesita constancia, orden y calidad en todos sus productos y servicios a lo largo del tiempo.

La innovación llega a la mesa

Disfrutar del placer de comer, es una satisfacción que todos esperamos conseguir en el momento de alimentarnos; sin embargo, hay condiciones en la salud que les impide a muchas personas disfrutar de ciertos alimentos, ya que sus organismos simplemente no los toleran.

Este es el caso de las personas celíacas, quienes son intolerantes a un componente presente en el trigo, la cebada, la avena y en el centeno llamado gluten; esto les impide consumir muchos platillos habituales en nuestra dieta.

Los celíacos del país no contaban con opciones alimenticias que suplieran los productos que no podían consumir, y a raíz de esta necesidad nació The Gluten Free Factory.

Quizá sea sencillo imaginar que una idea innovadora como esta sea fácil de convertir en negocio y mantenerla a lo largo del tiempo. Sin embargo, Pablo Vargas, propietario de este proyecto, tuvo que buscar acompañamiento para alcanzar el triunfo.

“The Gluten Free Factory surge cuando estaba cursando el último año de la carrera de Ingeniería de Alimentos, en ese momento empecé a trabajar en un proyecto existente en la Universidad de Costa Rica y presenté al Concurso Nacional de Emprendedores del Tecnológico de Costa Rica la idea de desarrollar productos libres de gluten. Este concurso lo gané y representó la plataforma para el crecimiento de la empresa al brindarme la entrada al Centro de Incubación de Empresas. Llegué ahí debido a las ganas de poder ver crecer mi proyecto y con él llegar a ayudar a un sector de la población”, comenta este emprendedor.

El aporte de la incubadora ha sido de mucha importancia para la empresa; en un inicio se les brindó soporte de infraestructura, capacitaciones, apoyo de expertos en la gestión empresarial, además, les fue posible ampliar sus posibilidades de mantenerse en el mercado y conseguir apoyos estatales para pymes.

El momento más difícil para The Gluten Free Factory fue durante su etapa inicial, porque formar una empresa basada en un concepto poco conocido por la población fue un gran reto, ya que no solo planeaba abastecer un mercado específico, sino ofrecer una alternativa de alimentación más saludable para el resto de la población.

Al ser pioneros en la producción de alimentos libres de gluten, certificados por medio de exámenes de laboratorio, tuvieron que iniciar con una campaña de educación para que las personas pudieran conocer los beneficios de ingerir una dieta libre de gluten. Poco a poco empezaron a superar barreras.

En el año 2011, obtuvieron el apoyo del Banco Nacional y Teletica tras ganar un concurso que apoyaba emprendimientos nacionales. Este avance les permitió ingresar a la Corporación Walmart, siendo la primera empresa en ofrecer alimentos de este tipo en esta cadena de supermercados.

El dar este paso dio la posibilidad de ampliar el número de trabajadores dentro de la empresa, así como introducir los productos a otros puntos de venta costarricense, pero también les permitió convertirse en exportadores.

Actualmente en la empresa se encuentran laborando 11 personas y producen ocho tipos de premezclas libres de gluten ideales para preparar galletas, queques, pizza, conos y panqueques. Ellos inauguraron a finales de marzo una nueva planta de producción, otorgándoles la oportunidad de ampliar líneas de productos y aumentar al doble el número de colaboradores de la compañía.

Para Pablo Vargas, el conseguir vencer el miedo al fracaso y construir un proyecto visionario, fueron aspectos esenciales en el posicionamiento de esta empresa.

El éxito de esta empresa, merecedora de diez galardones a lo largo de su historia, también ha radicado en aplicar siempre la innovación en la calidad de sus productos, pues han conseguido mejorarlos al darles sabores agradables, debido a que esta característica es compleja de obtener en este tipo de alimentos.

Pablo Vargas recomienda a todas las mipymes que busquen consolidarse, ser perseverantes y enfrentar todos los obstáculos; así como que aprovechen las plataformas estatales para apoyar nuevos proyectos como las incubadoras, concursos que apoyan el emprendimiento, buscar el respaldo de instituciones como el MEIC, MICITT, CONICIT, entre otras, las cuales pueden brindar ayuda para que el proyecto despegue y alcance mayor crecimiento.

“Un emprendedor no debe permitir que las adversidades lo venzan. Las personas que han logrado construir grandes empresas son las que han podido reponerse de mejor manera de las dificultades y las han enfrentado con creatividad. En el camino del emprendimiento se encuentran muchos obstáculos, y se debe tener perseverancia extrema para afrontarlos; al final la persona que más lucha, más amor le da al proyecto y más persevera, a pesar de los obstáculos, es la que triunfa y logra tener un proyecto exitoso”, explica el ingeniero de alimentos.