El resultado de esas elecciones nos reveló una serie de situaciones que debemos solventar como región;la primera de ellas, lo vulnerables que somos.Cualquier esquema que maneje Estados Unidos donde genere incertidumbre hacia el sur de su frontera hace que nuestras economías, nuestro nacionalismo y expectativa de una vida mejor se pongan en duda. Así lo manifiesta Hugo Vela Reyna, Presidente Nacional de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC) de México, la cual representa en ese país 21 centavos de cada peso que se gasta en alimentación.

A su criterio, debemos reflexionar, pues hemos descuidado el tener instituciones fuertes, tener economías estables y sanas, estructuras gubernamentales con una claridad de proyecto país.

Por su parte, el ingeniero Ignacio Tatto Amador, Director General de Operaciones de la Asociación Nacional de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), la cual representa el 3.3% del producto interno bruto (PIB) mexicano, indica que “los países están viviendo la situación de estar molestos con sus gobiernos, ya que se nota un hartazgo de la sociedad con los políticos y por eso están llegando al poder los llamados ‘ mesías’, los cuales vienen a ofrecer cosas nuevas”.

 

¿Cómo debería reaccionar América Latina?

El máximo directivo de CANIRAC, señala que “tenemos que empezar a ver una mayor diversidad en los mercados. Generar una política de comercio abierto que permita propiciar nuevas oportunidades de negocios. El generar políticas públicas que estén enfocadas a incrementar la capacidad de la sociedad latinoamericana para poder consumir lo que sus propios países producen a precios competitivos donde generen mejores estándares de vida es fundamental para que esto se dé”.

En ANTAD hacen un llamado: “Como latinos debemos fortalecernos, a hacer real esa unión latinoamericana y fortalecer el mercado y estar más fortalecidos”(sic). “Lo ideal sería que nuestros gobiernos reaccionaran e hicieran su labor realmente. Una es la seguridad; es necesario que nos den seguridad a todos y que nos brinden la posibilidad de un comercio abierto, formal, honesto, con las menores barreras posibles, libre, sin controles de precios y que nos permitieran trabajar”.

Menciona el caso de Argentina: “Nuestros amigos argentinos se quejan de no tener un Tratado de Libre Comercio (TLC) con México. Tenemos muchos tratados”, por lo cual exhorta a “seguir buscando cuáles son los de interés para productores y consumidores”.

Y cierra con esta reflexión:“Somos latinoamericanos, tenemos recursos, muchas cosas que podemos trabajar, buscar otros socios en el mundo, no hagamos lo mismo de cerrarnos a Latinoamérica, busquemos en Europa a los grandes potentados europeos, quienes pueden ser nuestros grandes socios, Asia, Oriente, están dispuestos a trabajar con todos nosotros”, con el argumento de que “el tema de los Estados Unidos es nada más un aliciente que debemos de tomar”, considerando que “no vayan a pasar mayores cosas”, advierte que si de algo “debe servirnos, es eso, tener medidas de mayor inteligencia y ponernos a trabajar”.

 

México como país vecino de Estados Unidos

Para el licenciado Hugo Vela Reyna, con la llegada de Trump, nuestra economía (mexicana) tuvo una vulnerabilidad distinta a la que teníamos hace cuatro años y eso nos hace tener cierto retroceso.

Pero también recuerda que “México ha progresado enormemente en los últimos 30 años”, y como mexicanos debemos “valorizar más y reforzar, que nuestro mercado interno esté fortalecido, que el consumidor tenga recursos necesarios para poder hacer ese consumo que fortalezca la economía, pero es muy importante tener claro que solamente con instituciones fuertes, programas de gobiernos fuertes y con que el dinero esté en la sociedad es como vamos a poder que esto se logre”.

“Mientras la sociedad en general no esté empoderada y no tenga los recursos necesarios para hacerla eficiente, esto va a ser cada vez más difícil”, indica.

Añade que “antes del Tratado de Libre Comercio (TLC) la economía mexicana era del 21%, hoy es el 16%; entonces aún con un nivel de comercio internacional de más de 500 mil millones de dólares al año como se están dando actualmente, no ha hecho que la economía local haya crecido al mismo ritmo que la economía americana”. Para él “es muy preocupante porque de por sí había una gran brecha entre la economía de Estados Unidos, entre sus capacidades tanto tecnológicas como científicas contra la mexicana y en lugar de que se haya cerrado esa brecha,lo que se preveía con el TLC, se ha abierto un poco más”.

“El comercio de México con Estados Unidos es inmenso, lo comentaba con uno de los productores de papa que estuvieron en Expo Antad de Estados Unidos y me decía:‘ Hay estados en la Unión Americana cuyo principal cliente es México, no podrían subsistir si cortan su relación con México’ ”, menciona el ingeniero Ignacio Tatto Amador.

Para Vela Reyna “en el orden económico tenemos que fortalecer el mercado interno en una forma importante con programas de incentivos hacia el consumidor mexicano, a nivel de industria, aunque el turismo es una parte importante, el 85 por ciento del consumo sigue siendo nacional, entonces realmente lo que se necesita es que el consumidor tenga recursos para poder asistir a los restaurantes”. Considera que para lograr eso “nosotros pensaríamos que la clase media debe tener un incentivo en la tasa de impuestos, la cual en México es competitiva en porcentaje con muchos otros lugares del mundo, sin embargo se vuelve no competitiva en el momento en que llegas a la tasa máxima de impuestos en un ingreso más bajo que en otros países”.

De igual forma cuenta que para la industria restaurantera “hemos venido peleando durante mucho tiempo que haya una mayor deducibilidad en el gasto, hay dos esquemas donde creemos que es importante que se pueda reforzar la economía en una forma definitiva, primero que las comidas de negocio y empresariales sean deducibles en un mayor porcentaje, proponemos cuando menos el 50 por ciento, nos gustaría que fuera el 100. Y con un esquema control muy específico que sea mediante el pago con un medio bancarizado, ya sea una transferencia electrónica, cheque, tarjeta de crédito”.

Como segundo tema expone “que en México existe la Ley Alimentaria, que es un programa de deducibilidad de consumo en restaurantes para la clase trabajadora en general donde pueden ir a comer a un restaurante y hacerlo deducible, ya sea a través de sus empresas o de ellos como personas físicas con el objetivo de que tengan una alimentación adecuada, se combatan enfermedades como la obesidad, alta presión, diabetes y que la gente pueda comer en un lugar sano que también evite enfermedades gastrointestinales y por lo tanto haya menos deserción del trabajo por enfermedades”.

Esas medidas darían grandes beneficios y a la vez generarían alrededor de 100 mil empleos adicionales al año; entonces se convierte en un círculo virtuoso.

 

¿Se construirá un muro económico y de competitividad para América Latina?

Para el Presidente Nacional de CANIRAC, el gran perjudicado de todo esto será sin duda el consumidor, porque estamos hablando de que este esquema, para un lado o para el otro, va a encarecer todos los productos que haya en el mercado, sean productos de importación o exportación.También cree “que es un gran riesgo en detrimento de la calidad de vida de la sociedad en general y debe ser algo que tiene que estar profundamente estudiado, tiene que haber la sensibilidad política para que no pasen este tipo de condiciones y crear barreras en la capacidad de compra de la sociedad, y por lo tanto en una mejora en su estabilidad de vida.

 

Economía del conocimiento

En este apartado Vela Reyna afirma saber que “una gran parte de la comunidad científica mexicana ha estado emigrando por los últimos 25 años a trabajar en empresas americanas que tienen presupuestos de desarrollo tecnológico más alto”. “Eso es algo muy importante que México y los países latinoamericanos tienen que cuidar de una forma más importante donde se generen condiciones para que esos talentos se queden en sus países”.

 

China

Tanto para el directivo de ANTAD como el de CANIRAC, el cambio en las políticas comerciales estadounidenses podría abrir una mayor participación de China en América Latina.

Tatto Amador considera que “los chinos son muy inteligentes, esta es música para sus oídos y ya lo están demostrando; en México ya llegó una inversión de una importante automotriz. Si se le da oportunidad a la economía china de venir a Latinoamérica, ellos encantados de la vida”.

Mientras que el licenciado Hugo Vela Reyna afirma con reservas que si bien la población china es muy grande, está en un proceso de desarrollo de clase media, lo que han logrado bastante rápido, entonces sin duda debería representar una oportunidad; el cómo hacerlo requiere de una estrategia muy cuidada y bien estructurada y no creo vaya a ser tan de corto plazo como necesitamos los países latinoamericanos que se dé para poder impulsar los productos”.