Es una carga pesada, la que lleva el país a cuestas; el aporte de todos es vital para el logro de la meta de carbono neutral en el 2021. No obstante, hasta el momento algunos de esos aportes son nulos o pasan desapercibidos, como el de las instituciones financieras. “No aportan en absoluto”, dice tajantemente Edmundo Castro, director de la Unidad de Carbono Neutro de la EARTH.

“Desde mi perspectiva, me encantaría que Fonafifo incluya estas plantaciones dendroenergéticas que capturan carbono entre lo que ellos pueden financiar y que se pague por el carbono capturado; sería genial. ¿Qué le parece que la banca dijera que le presta con un interés preferencial a todo aquel que demuestre y mantenga una carbono neutralidad?”, sugiere Edwin Esquivel, encargado del proyecto de carbono neutralidad en el TEC.

Hasta el momento, el sector empresarial es el de mayor impacto en el camino a la carbono neutralidad. El Estado de la Nación reseñó que las empresas son las que han caminado más en cuanto a la carbono neutralidad. “El impacto empresarial es mucho, el sector privado es el que está dando el ejemplo”, manifiesta Edmundo Castro.

“Yo insisto: he oído de empresas que están haciendo esfuerzos por llegar a ser carbono neutrales, pero desgraciadamente no conozco a nadie que me dijera que ya él y su familia son carbono neutrales, y aquí todos podríamos aportar, no solo las empresas”, menciona Edwin Esquivel del TEC.

Por otro lado, el Estado pone de su parte con el Programa de Pago de Servicios Ambientales (PSA), que consiste en un reconocimiento financiero a los propietarios y poseedores de bosques y plantaciones forestales por los servicios ambientales que éstos proveen y que inciden directamente en la protección y mejoramiento del medio ambiente. “El PSA ha tenido muy buen impacto, pero está concentrado en un monopolio que se llama Fonafifo”, opina Edmundo Castro.

Por su lado, Edwin Esquivel agrega: “Si pensamos que hemos reforestado menos hoy que antes y que cada día reforestamos menos, diríamos que no se ha hecho mucho. Sin embargo, yo soy optimista y pensaría diferente, me preguntaría qué habríamos reforestado si no les hubieran pagado y le aseguro que la respuesta sería muy clara. Creo que todo esfuerzo que se realice será positivo, algunos tendrán un gran impacto, otros menos, pero todos contribuyen”.

Aquellas organizaciones en donde la suma de sus emisiones (E) menos las reducciones (R) y las compensaciones (C) sea igual a cero (es decir, que cumplan con la ecuación E – R – C = 0) serán reconocidas como carbono neutrales y obtendrán la marca “C-Neutral” por parte del Minaet.

No hay duda de que todos ganamos con la carbono neutralidad, tanto el país como las empresas que incorporan el sello ambiental en los productos que exportan. “El Gobierno lo hace con la venta de UCC no verificadas que ejerce Fonafifo. Lamentablemente, ha sido una estrategia del Ministerio de Ambiente para que Fonafifo logre colocar sus UCC en el mercado nacional, y eso es evidente por la inoperancia del mercado del carbono y las barreras para que productores finqueros también puedan ofertar carbono en forma de UCC al mercado costarricense”, menciona Castro.