La lucha por la igualdad de género enfrenta un obstáculo: el financiamiento. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), hay un déficit anual de 360 mil millones de dólares en medidas para lograr este objetivo sostenible. Este déficit representa  la diferencia entre los recursos necesarios y los actualmente disponibles para promover la igualdad de género.

Por ello, en el marco del Día Internacional de las Mujeres, expertas en igualdad de género, políticas públicas, educación y desarrollo compartieron diversas estrategias y resaltaron la importancia de que organizaciones y gobiernos inviertan sus recursos considerando siempre la perspectiva de género y las realidades específicas de las mujeres.

Este intercambio de visiones se dio en el conversatorio “Estrategias para enfrentar el desafío sobre financiamiento para los Derechos Humanos de las Mujeres”, una actividad organizada por la ONU. El evento se realizó el miércoles 13 de marzo del 2024, en el Instituto Cultural de México.

En este espacio participaron las expertas María Estrada, rectora del TEC; Allegra Baiocchi, coordinadora residente del Sistema de Naciones Unidas en Costa Rica; Sofía Guerrero, oficial de Política de la Embajada de Canadá y Gabriela Mata, coordinadora de Programa de ONU Mujeres.

El evento tuvo como objetivo fomentar una reflexión crítica sobre la necesidad de aumentar el financiamiento para los Derechos Humanos de las mujeres y sus autonomías, en el contexto de los múltiples desafíos nacionales y crisis globales. Además, se destacó la importancia de acelerar el progreso hacia la igualdad de género y promover el bienestar de las mujeres en todas las edades y diversidades.

Invertir en derechos de las mujeres

Según un informe de ONU Mujeres, si se mantiene el ritmo actual de progreso, alcanzar la igualdad de género podría tardar aproximadamente 300 años. Por ello, el conversatorio colocó la inversión de recursos en mujeres como una estrategia para bajar esa cifra.

Pero, ¿qué significa invertir en mujeres? Gabriela Mata, coordinadora del Programa de ONU Mujeres, propuso una serie de acciones relacionadas con el uso de los recursos para avanzar hacia la igualdad de género. 

En primer lugar, la experta señaló la necesidad de elaborar presupuestos con un enfoque de género, así como analizar dónde se invierte el dinero y evaluar si esas inversiones impactan directamente en el progreso de las mujeres.

Asimismo, insistió en la necesidad de invertir en actividades de cuido como un bien público y derecho humano, donde el Estado tiene un rol fundamental, dado que la desigualdad estructural entre hombres y mujeres se basa en la distribución del trabajo de cuidado y doméstico no remunerado.

Según Mata, la colaboración entre el sector público y privado es parte de las estrategias. Esta vinculación es una herramienta fundamental para impulsar el cambio y catalizar iniciativas y políticas que promuevan la igualdad de género y el empoderamiento económico de las mujeres.

En el ámbito laboral, la experta hizo énfasis en la empleabilidad y el desarrollo de habilidades para la inserción en trabajos del futuro, especialmente en áreas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). Así como el impulso de oportunidades para emprendimientos y la promoción de la inclusión financiera.

Sin embargo, todas estas acciones no son posibles si los derechos humanos de las mujeres no están siempre en la agenda y son una prioridad para los tomadores de decisiones, según afirmó Sofía Guerrero, oficial de Política de la Embajada de Canadá.

“No es posible alcanzar objetivos de desarrollo sostenible de la agenda 2030 sin la participación de mujeres y niñas”, indicó Guerrero, quien además insistió en que la prioridad de esta agenda se refleja en la inversión integral de recursos por parte de los gobiernos y sus ministerios,  no solo en el sector social. 

Además, Guerrero recordó el rol de la sociedad civil en el proceso hacia la equidad.

“La sociedad civil es la que lleva usualmente la bandera, la que nos indica cuáles son los problemas y los desafíos. Entonces, si nosotros no apoyamos a los movimientos de mujeres, es difícil que podamos continuar moviéndonos hacia el futuro.”, agregó

Asimismo, la experta enfatizó la importancia de recopilar datos y evidencia, de manera que cuando surja la intención de realizar recortes, se pueda demostrar claramente que es una mala decisión política y económica.

El rol de la academia

El sistema de educación también juega un rol importante cuando se trata de brindar oportunidades a mujeres, y justo en esa línea se sumó el aporte de María Estrada, rectora del TEC, quien expuso sobre la necesidad de comprender las realidades de la población femenina para fomentar su participación en áreas STEM. 

Para hablar de acciones que pueden promoverse desde las instituciones de educación superior para cerrar brechas de género en áreas STEM, la rectora retomó algunas de las estrategias propuestas en el último Estado de la Educación. 

Una de ellas es la necesidad de identificar, estimar y monitorear las brechas de género, así como los factores que obstaculizan el cierre de las brechas.

Estrada también destacó la importancia de acercar la educación a las regiones, asegurando su accesibilidad para las mujeres de estas zonas y evitando que el estudio implique grandes desplazamiento y riesgos.

Asimismo, la rectora señaló la importancia de llevar a cabo un proceso de sensibilización dirigido a diversos actores, como madres y padres, con el fin de desmantelar estereotipos y sesgos alrededor de las carreras STEM.

Según su perspectiva, es crucial aumentar la difusión de oportunidades de ingreso a carreras STEM y promover la articulación entre universidades y otros niveles para ampliar la exposición temprana. Esto implica también una revisión de la formación docente y la superación de los patrones arraigados de discriminación por género, incluso desde el nivel preescolar, a través del juego, por ejemplo.

Además, insistió en la creación de políticas específicas en las universidades para el cierre de brechas de género en STEM.

“No es solo establecer cuotas y tener más mujeres en las aulas, se trata también de establecer políticas para la retención y éxito académico que ingresan”, agregó.

En la actividad estuvo presente también Javier VillaSeñor, director del Instituto Cultural de México, José Vicente Troya Rodríguez, representante Residente Programa de Naciones Unidas para Desarrollo (PNUD), Cecilia Alemany Billorou, directora Regional Adjunta de la Oficina Regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe.

Asimismo, en el marco del eventó se desarrolló el conversatorio: “¿Por qué sí es vital financiar los Derechos de las Mujeres?”, donde participó Niedy Jimenez Obando, mujer emprendedora y presidenta de la Asociación de Mujeres Indígenas Emprendedoras Di^Cri de Guácimo, Blanca Emilia Caballero Flores, mujer refugiada nicaragüense, Raquel Herencia,  emprendedora de Hecho por Mujeres Programa de ONU Mujeres, Katherine Arce Robles, encargada de Procesos de la  Oficina Municipal de la Mujer, Municipalidad de Goicoechea, Tatiana Ballestero Zúñiga, Promotora Social, CEFEMINA.