“Su voz era como una pluma, pues no tenía ningún peso. No musitaba las palabras ni hablaba con voz ausente como una enferma, pero tampoco tenía un tono jovial o alegre. Era la voz desapasionada de alguien que no pertenecía a ningún lugar y se encontraba en los lindes de la vida” (p.64)

Cada año se hace múltiples apuestas sobre quién se llevará el premio más renombrado de literatura, desde los eternos candidatos como Haruki Murakami hasta perfectos desconocidos. Es muy frecuente que el resultado defraude a muchos, quienes esperaban ver galardonado a su candidato o candidata. Muchas veces, ese sentimiento proviene de lo poco que se conoce de quien gana ese año, al menos en nuestro idioma.

La ganadora de este año fue la surcoreana Han Kang, cuya obra había sido poco traducida al español. Solo contábamos con unas pocas de sus novelas, y publicadas por una editorial poco conocida y ya desaparecida (Rata). Nunca había leído algo de ella y por eso adquirí la que la crítica considera su obra más importante La vegetariana, novela publicada primero por Editorial Bajo la Luna, y luego por Editorial Rata, quienes publicarían también Actos Humanos y Blanco, una vez desaparecida esa editorial, los derechos de publicación finalmente los adquirió el gigante Penguin Random House, quienes han publicado varias novelas más a raíz del Nobel.

Sobre La vegetariana, una primera y muy importante afirmación: es lo que uno esperaría de la ganadora de un Premio Nobel de Literatura, una novela impresionante.

Leí La vegetariana y rápidamente me capturó. El tema es de sobra conocido, Yeonghye, una mujer insignificante, al punto que su esposo la escogiera precisamente por carecer de grandes atractivos, decide una noche dejar de comer carne. La causa de este cambio son unas violentas pesadillas, que le hacen sentir las muertes en su cuerpo. Esto desatará la oposición de su marido y de su propia familia, que llevará a actos sumamente violentos de intolerancia.

La novela posee realmente pocos eventos: dejar de comer carne, el ataque del padre, las heridas de Yeonghye, la pintura con el cuñado, su internamiento, la radicalización de su postura respecto del alimento. Son actos a cuentagotas, pero Han Kang desarrolla con ellos profundidades, la novela daría para muchas tesis y estudios críticos sobre la sociedad surcoreana, el cuerpo, el patriarcado, la violencia familiar, autonomía, la relación entre capitalismo y consumo de carne, o entre carne y emociones. Hay muchísimo para reflexionar ¡y todo desarrollado desde pocos hechos! ¡hechos cotidianos además!

Estos hechos son sumamente crueles. La novela, ya en la primera de las tres partes que conforman el texto, titulada La vegetariana, con imágenes que generan indignación, rabia y asco, imágenes tan bien logradas que es necesario apartar la vista del texto por unos segundos antes de volver.

Pero nada mejora, no hay esperanza, ni desenlace feliz, a menos que veamos en la rebelión de Yeonghye como la única y mayor transformación posible en la sociedad surcoreana. De hecho, la desgracia se irá trasladando a otros actores, que impactados por la transformación de Yeonghye se ven enfrentados a sus deseos, a sus dolores. Así, en la segunda parte La mancha mongólica veremos a su cuñado, un artista conservador que se obsesionará con una mancha de nacimiento que tiene Yeonghye, una mancha mongólica, una pigmentación azul o verdosa que tienen algunos bebés al nacer y que se quita con el tiempo, pero no en el caso de ella, que la tiene en su etapa adulta. La obsesión tiene tintes sexuales y artísticos, y le llevará a la formulación de una obra de arte, que tal vez sea una excusa, pero que fascina a Yeonghye, y la ve como un paso más en su transformación, hacerse a lo natural, lejos de las emociones habituales. Es difícil evaluar el papel de este personaje como aliado o no en esta transformación, considero que es alguien que, atraído por la fuerza de esa trasformación, desea explotarla para sí.

En la parte final Los árboles en llamas nos damos cuenta del final trágico que tuve la obra y sus involucrados. Nos trasladamos ahora a la perspectiva de la hermana, Kim Inhye, la única que se interesa por Yeonghye (su marido y sus padres no desean saber nada de ella).  Inhye deberá enfrentar también lo frustrante de su matrimonio, la ausencia de amor, el sentido de ese vínculo, las ansias de destruirse y destruirlo todo, mientras trata de hacer algo por su hermana, que ha radicalizado al máximo su transformación.

“Por mucho que miraba a su alrededor, no encontraba ningún árbol dispuesto a recibir su vida. Ninguno de ellos quería aceptarla. Solo se limitaban a cerrarle el paso, obstinados y temibles, como enormes bestias vivas” (p.154).

¿Qué quiere decir Han Kang? ¿Por qué ser vegetariano se vuelve un problema? Primero está el derecho de una mujer a tomar decisiones en contra de los valores su esposo o de su padre, Yeonghye toma decisiones por su cuerpo (que es lo más propio de sí misma), es una rebelión desde su espacio primigenio. Para su familia Yeonghye no está pensando en su marido, ni en su padre al tomar esa decisión, es decir, lo válida de la acción se pondera desde los efectos para otros y desde sus deseos. Al esposo le molesta que esa mujer que no destacaba comienza a tomar una decisión. Abusar sexualmente de ella, forzarla a comer carne, son algunos de los abusos que sufrirá.

Segundo, Yeonghye toma una decisión sobre la sociedad ultracapitalista coreana, donde el consumo de carne se ve como un símbolo de prestigio y éxito, y también como el combustible necesario para rendir en esa sociedad “Mira el aspecto que tienes. Si no comes carne, te devorará el resto del mundo”, le dice su madre. El problema no es ser vegetariana, es serlo en una sociedad capitalista, pues su misma familia le indica que si fuera un monje no habría problema con serlo. La rebelión de Yeonghye es una rebelión total, contra capitalismo y patriarcado, que se articulan y refuerzan mutuamente.

Luego de leer La vegetariana considero un Nobel más que acertado. Queda continuar con sus demás obras y aprovechar las nuevas publicaciones que ha motivado este galardón.

Nota: Para realizar esta reseña utilicé la versión de Kindle, por lo que las páginas podrían no coincidir con la versión impresa.