“Me gusta mucho el trabajo colaborativo y mejor si es concéntrico, yo estoy orgulloso de ser cartaginés, y me siento muy bien con el Mercadito Azul. También me agrada saber que soy parte de un proceso en el que las personas involucradas lo que hacemos es procurar el mayor bienestar para los demás y el medio ambiente “, declara Ronald Mejía, fundador de Vital Artesanal.

Mejía se presenta como el primer productor de ajo negro de Costa Rica y Centroamérica. Este innovador alimento consiste en el tratamiento especial del ajo para mejorar los beneficios a la salud del producto y modificar su sabor.

“El ajo negro está considerado dentro de los súper alimentos, por el aporte saludable que tiene para el organismo, y dentro del ámbito de la gastronomía está considerado como gourmet, uno de los alimentos más apetecidos ahorita por el sabor que tiene (...).

“Es completamente otro sabor, es una experiencia distinta, cuando consumís el ajo negro por primera vez es curioso porque no tenés con qué referenciarlo“, explica Mejía.

Además de vender su producto en el Mercadito Azul, Mejía hace entregas a domicilio en Heredia, San José y Cartago. Se le puede contactar en la página de Facebook Ajo Negro Costa Rica.

“Antes me veía solamente como un productor, con un producto interesante que a la gente le gustaba. Ahora me considero un empresario con una visión, que lo que espero es convertirme en el máximo proveedor y el mejor de la zona, no solo Costa Rica sino de Centroamérica”, así explica Mejía su cambio después de llevar el proceso de incubación con TEC Emprende Lab.

Por su parte, Mora maneja tanto el desarrollo del Mercadito Azul como el de su propio emprendimiento: Karma Dulce Chocolates. Ella ha encontrado en el TEC , el impulso para soñar con dedicarse a tiempo completo a su pasión algún día:

“Realmente Karma Dulce es una proyección de modo de vida para mi futuro, por ahora tengo otro trabajo, entonces la empresa es mi actividad económica paralela a la producción audiovisual, que es lo que hago, pero quiero que sea mi modo de vida más adelante.

“Me siento muy confiada ahora que estoy con el TEC Emprende Lab, porque a veces uno llega un punto en la empresa en el que sabe que tiene que dar un paso, pero no sabe cuál es o le da miedo cómo hacerlo. Entonces, con la guía de TEC Emprende Lab ya sabés cómo, ellos van a tu lado, y uno se siente muy acompañado“, contó Mora.

Estas empresas se han sometido a un proceso de incubación dividida en tres etapas: capacitación, asesoría personalizada y apoyo en el procesamiento de alimentos, explicó Vindas.

En la primera etapa se cubrieron materias básicas para la articulación de un negocio exitoso:

• Mapa de empatía.
• Modelo de negocio con metodología Canvas.
• Mercadeo y ventas.
• Mercadeo digital.
• Costos y flujo de caja.
• Servicio al cliente.

“Ha sido una buena experiencia, primero porque todos tienen ese interés de que todo tiene que ser orgánico o ecológico, entonces tienen como esa noción social. Tienen mucha dedicación y agregan esa parte de innovación, todos sus productos tienen algo innovador y de beneficio a la salud“, Lorna Vindas de TEC Emprende LAB.

Además, se les brindó apoyo de diseño para mejorar la imagen de sus marcas.

Después, en la asesoría, se ha dado seguimiento a los temas que las personas participantes consideraron más pertinentes. En este caso, los emprendedores escogieron ahondar en los temas de mercadeo digital, a través de redes sociales, y el manejo de costos y flujos de caja.

Paralelamente, algunos continuarán con un reforzamiento adicional por parte de la Escuela de Diseño Industrial del TEC.

Asimismo, gracias a la Escuela de Agronegocios del TEC, a los emprendedores se les está brindando una asesoría especial en el procesamiento de alimentos por parte de la máster Marianella Gamboa.