Varios productores de la Asociación Cartago Orgánico se apuntaron desde el año pasado a incubar sus proyectos, para continuar impulsando el crecimiento de sus emprendimientos y del Mercadito Azul.
Se trata de emprendimientos de alimentos naturales, mayonesas artesanales, ajo negro y bebidas a base de jengibre, entre otros, que buscan dar el siguiente paso, de la mano del TEC Emprende Lab [2], el centro de incubación del Tecnológico de Costa Rica [3] (TEC).
Además de sus ideas innovadoras y el deseo de promover el consumo de alimentos orgánicos de bajo impacto para el ambiente, estos productores tienen en común su participación en el Mercadito Azul, una feria orgánica que se realiza todos los sábados, en la mañana, en el parque norte del residencial El Molino (200 al sur del CUC, frente al Registro Civil), en Cartago.
En esta feria, además de frutas, verduras y hortalizas orgánicas, usted encontrará alimentos preparados, innovadores productos de distinto índole y opciones de desayuno.
También se desarrollan talleres de yoga, agricultura orgánica o preparación de quesos veganos, por nombrar algunos, y campañas de información.
“Nos dimos cuenta que estaban apareciendo muchos productos innovadores en la provincia de Cartago, libres de agroquímicos, con producción local, en pequeñas empresas familiares. que no tenían donde promocionar sus productos, tenían que salir a otras provincias o estar en ferias itinerantes. Entonces, se vio la necesidad de crear una feria orgánica, agroecológica, en la provincia“, comentó Laura Mora Rodríguez, presidenta de la Asociación Cartago Orgánico.
Desde hace dos años expertos del TEC trabajan con ese mercado, primero para impulsar la marca propia, y después –desde hace un año– para apoyar el proceso de incubación de los productores participantes. Como parte de esa gestión, se consiguió el espacio para que los últimos domingos de cada mes el Mercadito Azul se traslade al centro comercial Paseo Metrópoli [4].
“La experiencia yo la recomiendo muchísimo, de verdad que ha logrado empoderarnos de nuestras empresas, conocernos mejor, tener una mejor proyección y visualizar hacia dónde vamos, porque todos creemos en nuestras empresas y ahora las vemos como un medio de sustento, ya dejó de ser un hobby, ahora es lo que nos da de comer“, agregó Mora
En este caso, la asesoría del TEC Emprende Lab consiste en un acompañamiento de más de un año, que abarca desde el modelo de negocios hasta temas de mercadeo y control de costos y flujo de caja.
“Cuando ellos empiezan a llevar todas las etapas es irlos guiando un poco de lo que deberían saber de cómo manejar su propio negocio, incluso de qué ofrecerle al cliente (...).
“También un modelo de negocios, desde quién es su cliente, quiénes deberían ser sus aliados claves, cuáles son sus recursos, cómo ingresa y cómo sale dinero del negocio...“, detalló la máster Lorna Vindas Pereira, gestora de proyectos del TEC Emprende Lab.