Un abrazo en un momento difícil: Comunidad TEC se solidariza con familias que perdieron su hogar
- Campaña “#SoyTEC para Costa Rica” sirvió para apoyar a familias de estudiantes que perdieron sus viviendas
- 16 personas, entre estudiantes y funcionarios, reportaron afectaciones severas por Tormenta Tropical Nate
“¡Bendito sea Dios, hay que seguir!”, dice Ana Cecilia Jiménez, más agradecida por tener a sus cinco hijos con vida que preocupada por dónde vivirán después de que el temporal se les llevó la casa.
Para Ana Cecilia y sus hijos, el dolor de haber perdido su vivienda aún no se siente. Sus mentes divagan entre el impacto emocional de una experiencia aterradora, el agradecimiento por estar todos con vida y la incertidumbre del futuro.
Ellos vivían en Canet de San Marcos de Tarrazú, el mismo lugar donde ocurrió el fallecimiento de la pequeña de cinco años Sofia Sánchez Pereira –la más jóven de las 11 víctimas mortales de la Tormenta Tropical Nate–.
Esa tragedia marca a la familia de Andrey Ureña Jiménez, estudiante de Ingeniería en Agronegocios del Tecnológico de Costa Rica (TEC), aún más que la pérdida de la casa.
Doña Ana Cecilia no pierde la esperanza de que saldrán adelante, y en medio de la catástrofe encuentra motivos para sonreír, como el orgullo con el que recibió la noticia de que otro de sus hijos, Anthony, también aprobó el examen del TEC y podrá cumplir su sueño de estudiar Ingeniería Mecatrónica
No muy lejos, en Monterrey de Aserrí, Leticia Padilla –hermana de Ania Padilla, estudiante del TEC– y su esposo, Roger Cárdenas, solo le piden al cielo no estar presentes cuando la casa en la que criaron a su familia, y los recuerdos que alberga, termine de caer por el barranco.
Su caso se agrava pues además de su vivienda, la de los padres de Cárdenas y su hermano también quedaron inhabitables. Ellos aguardaban, en el colegio de la comunidad, por respuestas para reiniciar sus vidas.
En total, tres familias, parientes de estudiantes del Tecnológico, quedaron sin casa.
A los casos en Tarrazú y Aserrí, se suma el de la familia de la hija de Juan Borbón, estudiante de Ingeniería en Mantenimiento Industrial, en Playas del Coco, Carrillo de Guanacaste.
Juan Borbón, estudiante de Ingeniería en Mantenimiento Industrial, agradece a la Comunidad Institucional del TEC por el apoyo brindado a su familia.
Se fue todo menos la vida
Aunque las casas no volverán y reconstruir sus vidas les tomará tiempo, estas familias no se dejan desmayar. Algo de esperanza, de luz, encuentran en el abrazo de un extraño, los atunes con mensajes enternecedores y cuanto detalle y ayuda se les pueda suministrar.
Uno de esos abrazos lo envió la Comunidad Institucional del Tecnológico, en forma de víveres, ropa, electrodomésticos, camas y otras cosas materiales que jamás se van a equiparar al mensaje de solidaridad que caló hondo en el corazón de los estudiantes damnificados y sus familiares.
“Lo más importante fueron las acciones, no tanto lo que dieron, sino que se hayan hecho presentes en un momento tan importante para uno como estudiante, que su familia fue afectada, lo llena de convicción y de esperanzas de saber que no está solo y puede tomar la decisión de seguir estudiando y que lo están apoyando“, comenta Borbón, cuya canción de agradecimiento conmovió hasta las lágrimas a las personas involucradas en la coordinación de la campaña #SoyTEC para Costa Rica.
Dicha campaña sirvió para que docentes, funcionarios, estudiantes y vecinos de todas las sedes y centros académicos del TEC unieran manos para reponer parte de los electrodomésticos, ropa, víveres y otros bienes materiales que perdieron estas familias.
Buena parte de las donaciones ya se les entregaron, otras, como camas y electrodomésticos, esperan a que consigan un espacio dónde vivir.
Mónica Ávila, trabajadora social del TEC, visitó a las tres familias que perdieron su vivienda, con el fin de conocer su situación y constatar la lista de necesidades más apremiantes.
“Lo que uno se da cuenta es que se trata de gente demasiado fuerte, porque pasan por situaciones terribles, muy difíciles, y la gente se levanta y sigue adelante. Sacan fortaleza y siguen adelante. Los tres casos me reciben con una sonrisa y un ‘aquí estamos y tenemos que seguir’.
“Lo que hemos hecho es como darles un empujoncito para ayudarles a continuar, porque su situación es muy difícil”, narra Ávila.
En total, 16 personas relacionadas con el TEC se reportaron como damnificadas por la Tormenta Tropical Nate, con afectaciones varias:
- 11 estudiantes.
- 2 funcionarios
- 3 estudiantes de técnicos.
Las necesidades son varias, desde las tres familias que perdieron sus casas hasta quienes quedaron de alguna forma aislados por los derrumbes y cierres de vía.
Apoyo a damnificados en Aserrí y Tarrazú. Fotos: Ruth Garita / OCM.
Canet, San Marcos de Tarrazú.
Estudiante: Andrey Ureña
Parientes afectados: Sus padres, dos hermanas y dos hermanos.
“Es algo tan inexplicable lo que se oye, ese ruido... Ya casi que lo que uno hace es pegar gritos, porque sabe que viene algo, algo..., algo que se lo va a llevar a uno. Uno en ese momento dice ‘hasta aquí llegamos’ (...).
“En el momento que no sabía yo si la chiquita estaba viva, si los otros habían podido salir... No, no..., eso es algo desesperante... Pero gracias a Dios, ya pasó y estamos vivos, hay que echar para adelante. Se perdió la casa y lo material, pero hay que seguir adelante, no queda de otra. Yo digo que ‘bendito sea Dios, hay que seguir“, Ana Cecilia Jiménez.
Monterrey, Aserrí
Estudiante: Ania Padilla.
Parientes afectados: Leticia Padilla (hermana de Ania) y su esposo y dos hijos.
“Es muy difícil pero yo sé que sí vamos a salir adelante. Qué les puedo decir, ver donde se derrumban todos los sueños, donde vimos nuestros hijos crecer... Ver donde se derrumba todo es muy difícil, pero hay que agradecer que seguimos con vida y ya para seguir luchando”, Leticia Padilla Rojas.