Investigación sobre lechuga abre oportunidades en la región Chorotega

21 de December 2018
. Por: Geovanni Jiménez M.
Imagen con fines ilustrativos

Más que una investigación, significa capacitación y aprendizaje para decenas de agricultores.  Su realizadora vislumbra una oportunidad de negocio y progreso para todo un pueblo.

La comunidad de Cañas Dulces en Liberia se benefició con el trabajo de Paola Porras, estudiante de Ingeniería en Agronegocios del Tecnológico de Costa Rica (TEC).  El proyecto de esta joven: “Validación de la producción de lechuga para la sociedad de usuarios de agua de Cañas Dulces con mira a incursionar en el mercado regional Chorotega” permitió conocer las oportunidades económicas que tiene este cultivo en esa zona del país.

Porras comenzó con su tarea de cultivar, al aire libre y en condiciones totalmente naturales, cuatro variedades de lechuga con el objetivo de determinar cuáles son las que mejor se daban en Cañas Dulces.  Las lechugas, provenientes de un vivero de Cartago, se cultivaron en tres fincas distintas de esa comunidad guanacasteca, en espacios denominados “parcelas experimentales”.  Dichas zonas contaron con acceso abierto para que los productores pudieran visitarlas y ser testigos de la evolución del cultivo.

Las lechugas se desarrollaron en medio de temperaturas de entre 28 y 31 grados centígrados, mayores a las normalmente óptimas para su cultivo, que no sobrepasan los 20°C.  Durante el crecimiento se tomaron notas del desarrollo de las legumbres.  La altura de las plantas, el diámetro y el número de hojas eran algunas de las variables analizadas cada 10 días, desde que se realizó el trasplante.

De la cosecha final se obtuvieron los resultados.  El tamaño de las lechugas fue el normal, e incluso mayor al producido en las condiciones más óptimas.  También se determinó que el cultivo de lechuga sí es posible en esa zona de Guanacaste.  “Los agricultores se convencieron de que la producción e incorporación de lechuga en el mercado regional se podría dar con dedicación, motivación y buenas prácticas agrícolas como: llevar registros, manejo del riego y la responsabilidad en el uso del agua”, indicó Porras.  Se espera que la investigación sirva como punta de lanza para dar inicio a la diversificación del mercado regional, con la incorporación de productos como la misma lechuga y el chile.

 

Fuente:

Paola Porras Rodríguez.  Estudiante, Escuela de Ingeniería en Agronegocios.