Se han convertido en algo cotidiano en el quehacer humano. Son tan necesarias que no nos percatamos de ello, hasta que un fallo en la conectividad nos afecta personalmente. Las tecnologías de información y comunicación han transformado las vidas de miles de personas en el mundo; pasamos de una era de la información, a sociedades del conocimiento.
Hoy, la infraestructura en telecomunicaciones constituye la base indiscutible de la modernidad. Los diversos informes arrojados por el Foro Económico Mundial a lo largo de los años, así lo señalan. Vivimos una era digital, sin barreras y de puertas abiertas.
Según la edición 2015 del Informe Global de Tecnologías de Información, desarrollado por esta entidad, el país obtuvo buena nota, pues ocupa la posición número 49 dentro de una lista de 143 economías, cuatro lugares más arriba con respecto al índice anterior.
El informe analiza diversos rubros; uno de ellos es la infraestructura.
Si bien el país necesita de mayores y mejores condiciones de acceso a lo largo y ancho del territorio nacional, en los últimos años ha habido un proceso de mejora. La banda ancha multiplica los ingresos (así lo han indicado diversos expertos internacionales); y no solo mejora la productividad y la competitividad del país, sino que genera bienestar social.
Para saber dónde estamos en cuanto a la cobertura de telecomunicaciones en Costa Rica, le preguntamos a la Sutel. Sin embargo, la encargada de comunicación, Ivannia Morales, nos indicó que esa consulta debíamos efectuarla directamente a los operadores de telecomunicaciones.
Realidad nacional
El país cuenta con redes de datos robustas, fortalecidas por conexiones internacionales que garantizan la disponibilidad, estabilidad y accesibilidad durante todo el año. Así lo señalan representantes del Instituto Costarricense de Electricidad.
“La red se mantiene en continuo crecimiento y optimización, lo cual permite incrementar la cobertura de sus servicios a lo largo de todo el territorio”, indica el ingeniero Adolfo Arias, jefe de la División Infraestructura del ICE.
En cuanto al uso de redes de banda ancha, la Sutel sostiene que este es un tema de la dinámica del mercado: “Los operadores y las valoraciones que estos hacen de sus inversiones, son los que determinan la viabilidad de los distintos proyectos”, dice Ivannia Morales.
Por otro lado, ya las redes de banda ancha han sido implementadas por el ICE: “Contamos con una amplia infraestructura de puertos y nuevos proyectos con respecto a la banda ancha residencial, y se cuenta además con redes especializadas para el segmento empresarial”.
A pesar de eso, no se ha podido dar el salto total hacia ellas, ya que sus capacidades se han visto limitadas por las características propias de las redes de cobre, por lo cual se ha venido implementando redes donde la fibra óptica se acerca cada vez más al cliente, al hogar.
Dentro del Plan Nacional de Desarrollo 2009–2014 se establece el concepto de “banda ancha” como la posibilidad de que los usuarios puedan alcanzar tasas de transferencia de Internet igual o superior a 2Mbps para el cincuenta por ciento de hogares en el año 2021.
“Para el ICE, esto es técnicamente alcanzable en estos momentos; sin embargo, nuestros planes son mucho más ambiciosos, y buscamos alcanzar anchos de banda mucho mayores”, explica Adolfo Arias.
Esos ambiciosos planes, hicieron que recientemente el ICE anunciara el ansiado salto a redes de banda ancha, pero, ¿esta vez sí será viable?
Ellos mencionan que, efectivamente, se hizo el anuncio porque el proyecto Red de Acceso de Nueva Generación (Range) permitirá el despliegue de una red de fibra óptica con capacidad para atender una demanda aproximada de veinte mil soluciones en las localidades de la GAM, con un ancho de banda de 30Mbps a 100Mbps; y una red mixta (fibra/ cobre), la cual consiste en la expansión de nodos de acceso multiservicio a nivel nacional para atender una demanda proyectada de ochenta y cinco mil soluciones con anchos de banda desde los 10Mbps a los 30Mbps”, asegura el ingeniero Adolfo Arias.
La apuesta futura del ICE
Realizar mayores despliegues de fibra óptica, no solamente para el sector empresarial, zonas francas y hoteles, sino también para conexiones ópticas hasta nuestras casas-Fiber to the Home (FTTH) tal y como se está realizando con el proyecto Range.
En el caso de las redes de servicios móviles, se está apostando por el despliegue de redes 4G – LTE, la cual ofrece anchos de banda muy superiores a sus predecesoras.
Continuar con el plan de implementación del protocolo de Internet denominado IPv6, el cual supera las limitaciones del IPv4 y constituye una mejora eficaz para aumentar la posibilidad de conectar dispositivos al mundo de Internet, tendencia conocida mundialmente como el Internet de las Cosas (IoT)
También se prevé trabajos importantes en el tema de convergencia fijo-móvil, para permitir, entre otras cosas, que un usuario pueda acceder a sus aplicaciones móviles en forma “transparente” desde las redes.