Acceder al recurso hídrico no solo es un derecho humano fundamental para lograr la salud pública, es una necesidad prioritaria de toda administración contar con servicios de calidad para atraer inversión. En cualquier parte del territorio nacional, la infraestructura en esta materia debe estar en las mejores condiciones para satisfacer las necesidades de cualquier inversionista.
Porque no solo se trata del acceso; también es la eficiencia, la cobertura y la calidad con que llega cada gota.
En Costa Rica, la disponibilidad de agua es aproximadamente de trescientos diez kilómetros cúbicos por persona por año, de acuerdo al balance hídrico global de 2010, del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA).
Pese a que en las últimas décadas la humanidad ha tomado conciencia de la necesidad imperativa de preservar los recursos hídricos, se está muy lejos todavía de alcanzar un uso racional de estos recursos.
Aparejado a preservarlos, el país está en la obligación de ofrecer servicios de agua y saneamiento, en especial de aguas residuales, en todo el territorio nacional.
El agua es un tema prioritario. “Está en la mesa de casi todos los gobiernos locales y del gobierno central. Tiene incidencia en la discusión a nivel de las políticas del Gobierno, para invertir en las mejoras de infraestructura y abastecimiento”, agrega Yamileth Astorga Espeleta, presidenta ejecutiva del AyA.
En proceso
Dentro de las grandes obras en infraestructura en las que trabaja el AyA, se encuentra el Proyecto de Mejoramiento Ambiental del Área Metropolitana de San José (PMAASJ), con un costo de casi trescientos cincuenta millones de dólares, el cual se espera esté finalizado en el 2020. Este proyecto es de gran envergadura, pese a lo que ha sido su proceso para ponerlo en marcha, e incluye una planta de tratamiento que está por inaugurarse a finales de julio.
”Y es que Costa Rica apenas tiene un 4,2% de saneamiento avanzado (recolección y tratamiento de aguas grises y negras). Sin embargo, cuando esta planta de tratamiento llegue a funcionar, se espera subir a 22,4% de la cobertura de saneamiento avanzado del país”, menciona la presidenta ejecutiva del AyA.
También se sacaron a licitación las obras para la ampliación del alcantarillado sanitario y de los colectores y subcolectores que recogerían las aguas residuales de San José centro, Coronado, Goicoechea, Moravia, Tibás, Montes de Oca, Desamparados, parte de Alajuelita y parte de Escazú.
Sistema Nacional de Información de Recursos Hídricos
Para lograr el desarrollo de sistemas de información que recojan datos de precipitación y control de caudales circulantes, se necesita más estaciones hidrológicas y meteorológicas, colocadas en todos los cuerpos de aguas superficiales y subterráneos.
El AyA trabaja en otros proyectos en zonas costeras de gran impacto turístico como Jacó. “Además, los proyectos de ampliación de las aguas residuales de Limón y de Puerto Viejo ya casi tienen los diseños listos, además de proyectos en Palmares, San Isidro de El General, Liberia y Puntarenas, entre otros”, agrega Yamileth Astorga, presidenta ejecutiva del AyA.
“Por nuestro lado (AyA), hemos venido contribuyendo con la colocación de esas estaciones hidrológicas y meteorológicas. El ICE y el IMN también tienen bastantes, por lo que es un tema multiinstitucional que requiere que todos nos pongamos de acuerdo para generar esos datos”, comenta la presidenta ejecutiva del AyA.
El financiamiento para el desarrollo de la infraestructura es otro de los grandes retos del sector. En este momento se está formalizando un financiamiento con el BCIE para ampliar y mejorar los sistemas de muchos de los acueductos. Además, se ha tenido conversaciones con el Ministerio de Hacienda y el BID para financiar otros proyectos de interés, como la quinta etapa del acueducto del Gran Área Metropolitana.
Paralelamente, se busca financiamiento para el Programa de Agua Potable y Saneamiento: “Es un gran programa que ya tenemos listo, que incorporaría no solamente el tratamiento secundario de las aguas residuales de la Planta Los Tajos, sino también la ampliación en la cobertura de las aguas residuales del GAM”, agrega Yamileth Astorga.
“Desde el año pasado hemos mantenido una coordinación muy estrecha con el MOPT y las municipalidades. Varios de nuestros ingenieros han recibido capacitación para poder controlar las obras. Eso sí, no le oculto que así como tenemos una gran comunicación con algunas municipalidades, no es tan buena con otras”, finaliza Astorga.
Un tema candente
En criterio de la funcionaria, si bien en los últimos años ha habido una mayor concientización sobre el recurso hídrico y la necesidad de preservarlo, aún se está muy lejos de alcanzar un uso racional de dicho recurso.
Nuestro país no es la excepción: “Sentimos que hay sensibilidad por el tema del agua, hay una reacción inmediata cuando el agua no está disponible, hay sensibilidad por la protección, pero en el uso del agua falta mucha conciencia. El consumo per cápita, que ronda los doscientos y los doscientos cincuenta litros por persona por día, es muy elevado. Tenemos que promover una disminución del consumo”, afirma Yamileth Astorga.
Dentro de la problemática existente, y que ha entrabado múltiples procesos, hay cierta negatividad de diversas poblaciones de reconocer la naturaleza jurídica de “dominio público” de los recursos hídricos.
“Por la disminución de los caudales, la población se vuelve cada vez más sensible ante proyectos que ‘toman’ agua de alguna comunidad para abastecer otras. No es un recurso exclusivo de cada comunidad, es un bien que debe ser administrado por el Estado”, enfatiza Astorga.