Con una inyección de capital, que asciende a los mil millones de dólares, la provincia limonense albergará un plan visionario que pretende cambiarle el rostro a la zona.

La construcción abarca una isla artificial de ochenta hectáreas que contará con nueve grúas pórtico o de muelle, y cincuenta y tres grúas de patio de alta tecnología, un rompeolas de 2 430 metros y un muelle de mil quinientos metros de longitud con cinco puestos de atraque. Limón le está dando paso a la nueva estación portuaria de Moín, cuya aprobación fue otorgada a principios de año a la empresa holandesa APM Terminals.

La concesión, que será por un plazo de treinta y tres años hasta acabar con los términos establecidos en el contrato, promoverá la economía del país.

Con la creación del rompeolas se pretenden agilizar el desembarque, la limpieza y el almacenamiento de contenedores, que serán extraídos de los buques que ingresan a Puerto Limón. A su vez, se intenta eliminar el tiempo de espera de las embarcaciones, ya que algunas pasan hasta dos días esperando en el mar.

Paul Gallie, director general de APM Terminals para Centroamérica, explicó que la Terminal de Contenedores de Moín (TCM), se centrará en un área de ochenta hectáreas, la cual tendrá una capacidad mayor a la que se encuentra en la zona. Además, trabajarán ininterrumpidamente los 365 días del año, para mejorar la infraestructura portuaria.

“Los demás países de Latinoamérica están haciendo lo suyo por mejorar sus condiciones portuarias, y no modernizar los puertos de Costa Rica significaría perder la oportunidad de convertirse en un país competitivo y colocar nuestros productos de una manera ágil en el exterior, además de perder el interés de inversionistas en nuestro país”, comentó Gallie.

“Actualmente, los puertos del Caribe costarricense presentan un importante rezago en infraestructura; sin embargo, gracias a la visión de Japdeva, se trabajó en un Plan Maestro para la Modernización de la Operación Portuaria del Caribe”, expresó Gallie.

A pesar de que al inicio la empresa y diversos sectores sociales no apoyaban dichas obras, la compañía obtuvo el visto bueno por parte del Gobierno.

Infraestructura portuaria

La magnitud es una de las principales características de este megapuerto; pero para lograr eso, los miembros que forman parte de la construcción se vieron en la necesidad de idear un tipo de infraestructura que abarcara totalmente con los objetivos del contrato. Además, la capacidad con la que empiece a funcionar dicha terminal, será clave para la exportación e importación de productos.

La primera fase consiste en un área de cuarenta hectáreas en el mar, un rompeolas de 1 577 metros y un muelle de seiscientos cincuenta metros; como parte de la construcción, también se instalarán seis modernas grúas Post-Panamax y un equipo de apoyo para la manipulación de buques y contenedores que ingresen a la terminal.

“El rompeolas se construirá en conjunto con las obras de dragado, ya que parte del material resultante de este proceso tiene las condiciones físicas para reutilizarse como relleno. Esta es una de las numerosas consideraciones que tiene el proyecto para desarrollarse de manera sostenible con el ambiente”, explicó Gallie.

La primera fase de la construcción (2A) se realizará en treinta y seis meses, y las obras se ejecutan conforme el cronograma. En este momento, se realiza un dragado en el canal de acceso y en el área de maniobras de los buques; además, ya se cuenta con las rutas terrestres (elaboradas de lastre), por donde ingresa la maquinaria para llegar al lugar.

Por otro lado, la empresa aseguró que si continúan con los trabajos establecidos, sin inconvenientes, como lo plantea el contrato, para finales del 2017 se espera tener lista la estructura del muelle. En este sector se establece que funcionarán seis modernas grúas pórtico del total de nueve con las que contará en total el proyecto una vez finalizadas sus tres fases.

La empresa holandesa APM Terminals opera sesenta y ocho terminales portuarias a nivel mundial y posee ciento setenta centros logísticos.

“La presente Viabilidad (Licencia) Ambiental (VLA) se otorga en el entendido de que el desarrollador del proyecto, cumplirá de forma íntegra y cabal con todas las regulaciones y normas técnicas, legales y ambientales vigentes en el país y a ejecutarse ante otras autoridades del Estado costarricense”, señaló la cláusula de Compromiso Ambiental Fundamental de Setena.

El proyecto incluye un plan de gestión socio-ambiental y beneficios para la comunidad limonense: programa de calidad del agua, de calidad del aire y de manejo de comunidades marinas, según mencionó el representante de la compañía.

Camino hacia el desarrollo

Se considera que la construcción de la nueva Terminal de Contenedores de Moín es una buena dirección de la cual se pretende obtener beneficios en diversos campos como salud, empleo, educación e infraestructura.

“Siento que la comunidad en general, el país, tiene muchas esperanzas puestas en APM Terminals; creo que va a ser bueno que un proyecto genere otros proyectos”, comentó la vicealcaldesa Cintia Small.

A pesar de que las labores de construcción del puerto no terminan, la ciudad de limón empieza verse con otra cara, esto debido a que las autoridades municipales desean brindar mantenimiento a las diferentes infraestructuras como el parque y el bulevar, con el fin de que los visitantes apoyen el comercio.

La compañía concesionaria mencionó que con el inicio de la construcción del puerto, se viene generando encadenamientos comerciales y la reactivación de otros proyectos como desarrollos inmobiliarios y el sector hotelero, con un crecimiento en la ocupación por la llegada del personal necesario para la construcción de la TCM. Además, se han reactivado los vuelos comerciales desde y hacia Limón.

“La innovación y desarrollo son dos factores que deben prevalecer para promover la competitividad. La construcción de la nueva TCM es la punta de lanza para que Limón y el país comiencen a recibir nuevas inversiones”, expresó Paul Gallie, director general de APM Terminals para Centroamérica.

Una de las principales áreas tomadas en cuenta por muchos sectores, es la empleabilidad que va a generar este tipo de proyectos.

La nueva Terminal de Contenedores de Moín, tendrá el ojo puesto de muchos sectores sociales que añoran con optimismo inversiones directas e indirectas que promuevan el desarrollo, además de que el país sea capaz de competir a nivel portuario con otras naciones de primer mundo.

Esta terminal podrá atender buques con capacidad de hasta siete mil quinientos contenedores en su primera fase, lo que significa que estaría atendiendo embarcaciones hasta tres veces más grandes que las que se atienden actualmente en la provincia de Limón.