Merecemos un espacio realmente libre de toda violencia contra las mujeres
25 de noviembre: Día nacional e internacional de la eliminación de la violencia contra las mujeres
Por: Comisión Institucional contra el Hostigamiento Sexual y Oficina de Equidad de Género, TEC.
En el Día nacional e internacional de la eliminación de la violencia contra las mujeres, desde la Comisión Institucional contra el Hostigamiento Sexual y la Oficina de Equidad de Género, reafirmamos nuestro compromiso con el ideal de hacer del TEC un espacio laboral y académico realmente libre de esta forma de Violencia.
El reglamento institucional contra el hostigamiento sexual del TEC reconoce esta conducta grave como una expresión de la violencia de género, una forma de discriminación que se perpetúa principalmente contra las mujeres y que se mantiene aún normalizada socialmente.
Hemos avanzado como sociedad, sí: percibimos que se habla más del tema, crecemos en campañas de sensibilización para prevenirla, en legislación para sancionarla, pero las estadísticas muestran que la situación continúa siendo muy seria y las grandes dificultades para un cambio cultural transformador, con frecuencia nos desalientan.
Además, nos posicionamos frente a otras formas de violencia:
Según el Observatorio de Violencia de Género contra las mujeres y acceso a la justicia, del Poder Judicial, en el país se presentan 132 solicitudes de medidas de protección para mujeres por día y ocurren dos femicidios por mes.
Se señala además que, durante 2021 a nivel nacional, se presentaron 9470 denuncias de ámbito sexual ante el Ministerio Público, considerando todas las diversas formas de violencia sexual; las cuales afectan en una gran mayoría a las mujeres. Diversos estudios han señalado que solo alrededor de 5% de las víctimas adultas de la violencia sexual notifican el incidente ante las autoridades correspondientes.
Les invitamos a reflexionar en el marco del 25 de noviembre, a mirarnos hacia dentro:
Invisibilizamos la violencia de género si sostenemos que no existe o ha existido en nuestras familias, espacios de trabajo o estudio, iglesias, recreación o grupos de amistades.
Naturalizamos esta forma de violencia cuando sostenemos que “siempre ha sido así y no va a cambiar”.
La perpetuamos al guardar silencio por miedo o complicidad.
La justificamos al culpar a quien la sufre porque consideramos que hizo algo para “provocarla” o diciendo que quien agrede lo hace porque “es así”.
La minimizamos cuando frente a alguien que denuncia lo consideramos una exageración, cuando intentamos disminuir su gravedad o proteger a quien violenta.
Este 25N decimos: ¡Basta ya de violencia contra las mujeres!