Escuela de Ingeniería en Computación prepara a sus estudiantes en habilidades blandas para que dejen huella en la vida

Entre las estrategias que ha trabajado está el programa Experiencia Rumbo a 360°

 

Recientemente se graduaron 27 jóvenes del módulo Lideramos

10 de Octubre 2021 Por: Noemy Chinchilla Bravo
Imagen de varios estudiantes en una actividad recreativa.

Desde el 2016, la Escuela de Ingeniería en Computación del TEC se ha enfocado en complementar la formación de sus estudiantes por medio del fortalecimiento de las habilidades blandas. Imagen cortesía de Laura Coto, tomada antes de la pandemia.

Liderazgo, trabajar en equipo, manejar la presión y agregar creatividad al trabajo cotidiano son algunas de las habilidades blandas que los empleadores miden para contratar nuevos profesionales. Esto, especialmente en las áreas de alta tecnología, donde es el elemento humano es el que diferencia y potencia la innovación y el desarrollo.

Por este motivo, desde el 2016, la Escuela de Ingeniería en Computación del Tecnológico de Costa Rica (TEC) se ha enfocado en complementar la formación de sus estudiantes por medio del fortalecimiento de las habilidades blandas.

Entre las estrategias que ha trabajado dicha Escuela está el programa Experiencia Rumbo a 360°, el cual consiste en actividades lúdico-creativas y reflexiones enfocadas en incentivar el desarrollo de habilidades blandas en los estudiantes a lo largo del semestre.

Este programa está dividido en los siguientes cuatro módulos, los cuales se imparten uno por semestre: 

  • Nos conocemos
  • Nos vinculamos
  • Lideramos
  • Aportamos

Los temas que aborda el módulo Nos conocemos son el autoconocimiento, la autoregulación y la motivación. Está centrado en ayudar al estudiante a conocerse a sí mismo para que, posterior a ello, tenga dominio personal y pueda colaborar como miembro integral de una sociedad. Estudiantes como Los líderes de la salud, los miembros de la Asociación de Estudiantes de Computación (ASODEC) y otros voluntarios del Legado 360° colaboran complementando el proceso dirigido por los facilitadores del programa.

En Nos vinculamos se fortalece el trabajo en equipo, la empatía, la comunicación asertiva, la cooperación, la creatividad y la cultura compartida. En este módulo se dan las herramientas (gemas) para que los jóvenes sean un ser integral funcional dentro de la sociedad a la cual deben aportar y ser un ente importante para bien. Otro programa denominado Cómplices del sector profesional y estudiantil del TEC colabora en el proceso de formación integral junto al equipo profesional facilitador.

Con respecto a Lideramos se estudia: derribando mitos, del otro lado del confort, al alcance de una transacción, inspirar una transformación y debatir para construir. Aquí los estudiantes se enfrentan a mitos y sus conocimientos son llevados a comprender lo que significa la transformación personal en liderazgo, aspecto que demanda el sector laboral. El equipo multidisciplinario es quien conduce todo el proceso.

Y en el último módulo llamado Aportamos se capacita a los estudiantes en la preparación para el empleo y responsabilidad social. Este módulo aún no se ha ejecutado, sin embargo, ya se han realizado algunos esfuerzos iniciales con miras a su diseño detallado.

De acuerdo con el doctor Mauricio Arroyo Herrera, profesor del curso de Administración de Proyectos de la Escuela de Ingeniería en Computación, estos módulos han sido una gran oportunidad para que los estudiantes tengan un aprendizaje significativo sobre el tema.

"Esta iniciativa ha facilitado que mis estudiantes dimensionen los factores humanos que influyen en la realización de un proyecto de ingeniería de software, aspecto que es requerido en el ejercicio profesional futuro que ellos tendrán”, expresó Arroyo Herrera.

Para Nicolás Feoli Chacón, graduado de la carrera de Ingeniería en Computación y actual colaborador de Amazon, el programa le sirvió para la vida y para la parte laboral. "Definitivamente, la experiencia de la universidad va más allá de solo lo técnico, porque también aprendí sobre habilidades blandas”.

Los funcionarios del Tecnológico impartieron el primero de estos módulos de forma presencial, mientras que el segundo y el tercero lo hicieron de manera virtual, con innovación y dedicación.

Cada módulo tiene una duración de seis sesiones de trabajo ejecutadas a lo largo del semestre. Los objetivos se cumplen en cada encuentro y en el lapso entre sesiones. Al finalizar cada módulo, los estudiantes de Ingeniería en Computación inscritos reciben un certificado de culminación avalado por la Vicerrectoría de Vida Estudiantil y Servicios Académicos (Viesa) y la dirección de Escuela de Ingeniería en Computación.

La graduación en 'Lideramos' de los 27 jóvenes de los diferentes Campus y Centros Académicos del TEC se efectuó de manera virtual. Imagen cortesía de Laura Coto

Recientemente, en Lideramos se graduaron 27 jóvenes de los diferentes Campus y Centros Académicos. Los estudiantes llevaron el curso de carrera Administración de proyectos y ya cuentan con los conocimientos de liderazgo transformacional solicitado por muchos empleadores.

“Este curso corresponde al V semestre, momento previo para prepararse para tener los primeros acercamientos con la industria laboral”, explicó el doctor Arroyo.

Para Fernando Álvarez Olsen, graduado en Lideramos, esta experiencia lo transformó, lo hizo reflexionar sobre su manera de pensar y lo sacó de su zona de confort.

“Quiero inspirar a muchas personas en habilidades blandas, así como los profes lo hicieron conmigo. Con estas enseñanzas, nos dieron un empujón para poder enfrentar los miedos, que muchas veces solo lo que hace falta es dar el primer paso para llegar a una meta que antes se pensaba que era imposible”, contó Álvarez  Olsen. 

También agrega que va a aplicar lo aprendido en sus relaciones personales y laborales. 

Por otra parte, Keila Álvarez Bermúdez narra que la experiencia significó una gran oportunidad y ayuda para su desarrollo como profesional.

“Nos enseñan a desarrollar habilidades blandas que no se aprenden ni se obtienen normalmente al cursar la carrera y son habilidades muy importantes en el ámbito laboral, por lo que me parece una buena oportunidad para empezar a estimular el aprendizaje sobre estas habilidades que todos tenemos, pero debemos poner en práctica”, mencionó Álvarez Bermúdez.

Según la doctora Claudia Madrizova, vicerrectora de la Viesa, las habilidades blandas o habilidades para la vida son cada vez más exigidas por las empresas. 

Además, acota que es muy importante que los estudiantes adquieran, además de sus conocimientos profesionales especializados, las competencias socioemocionales que mejoren su éxito en su incorporación al campo laboral y para el manejo de su vida personal.

“Quiero felicitar a la Escuela de Ingeniería en Computación y a todo el equipo responsable de fortalecer las habilidades blandas en los estudiantes del Campus Central por esta iniciativa”, detalló Madrizova.

Esfuerzos que suman

Para la máster Laura Coto Sarmiento, profesora de la Escuela de Ingeniería en Computación y miembro del grupo para fortalecer la habilidades blandas, estos resultados son el reflejo del trabajo en equipo multidisciplinario que han desempeñado durante todos estos años desde diversas perspectivas: múltiples disciplinas profesionales, la industria, los egresados y los estudiantes activos.

“El objetivo principal que tenemos en la Escuela  es fortalecer a nuestros estudiantes en habilidades blandas para que, cuando ya sean profesionales y se inserten en el mercado laboral, se ajusten de la mejor manera, de forma muy natural y transparente, al ambiente productivo”, puntualizó Coto Sarmiento. 

Además, la máster Coto destaca que este programa no es el único esfuerzo que está desarrollando la Escuela para fortalecer las habilidades blandas, sino que también han trabajado en:

  • Múltiples apoyos de egresados y empresas (transnacionales y nacionales) a los cursos puntuales y en general.
  • Constante motivación para que mantengan los estudiantes actividades extra y cocurriculares que apoyen el fortalecimiento de las habilidades blandas.
  • Convivios anuales entre asociaciones de estudiantes de computación de los Campus y Centros Académicos del TEC.
  • Motivación para vivir la experiencia del Programa de Desarrollo Profesional (PDP), programa transición universidad-empresa, convenio TEC desde el 2001. 
  • Vivir las Mesas redondas para la transformación, según el referente John Maxwell.
  • Socializar en tiemos de pandemia por medio del servidor discord, como estrategia de recreación y estudio durante vacaciones y el semestre.
  • Hilar los esfuerzos.

“Unimos esfuerzos a lo interno del TEC, con las universidades del Consejo Nacional de Rectores (Conare) y con el Colegio Profesional en Informática y Computación (CPIC) para fortalecer las habilidades blandas de los estudiantes, de tal manera que todo coexista de forma integrada para el bien de los estudiantes de computación, indistintamente del Campus o Centro Académico del TEC al que pertenezcan”, aseveró Coto.  

Cabe destacar que todas estas acciones han sido posibles gracias al equipo multidisciplinario que ha trabajado “ad honorem” para la Escuela de Ingeniería en Computación. 

El equipo está conformado por la máster Adriana Mata Salas, del Departamento de Orientación y Psicología; el máster Jorge Vega Agüero, de la Escuela de Cultura y Deporte; la ingeniera Miriam Brenes Cerdas, de la Escuela de Ingeniería en Seguridad Laboral e Higiene Ambiental; la master Marcia Rodríguez Morera, del Departamento de Vida Estudiantil y Servicios Académicos, y los ingenieros Mauricio Arroyo Herrera y Laura Coto Sarmiento, de la Escuela de Ingeniería en Computación.

Según Coto, durante el transcurso de los años, otras escuelas, entidades y comisiones TEC han influenciado en el proceso.  

“Un lema del trabajo de la Escuela ha sido: Se debe ser una buena persona antes de ser un(a) buen(a) ingeniero(a)”, concluyó Coto Sarmiento.

Habilidades blandas, liderazgo, Escuela de Ingeniería en Computacion