Nacido en 1996 en Cartago, aunque residente de Belén toda su vida, Arnoldo Herrera es un estudiante de la Maestría en Ingeniería en Dispositivos Médicos del Tecnológico y uno de los selectos deportistas a nivel mundial que alcanzarán próximamente el Olimpo en Japón.

Las piscinas de natación de los Juegos Olímpicos de Tokio esperan a este joven para verlo hacer su mejor esfuerzo por representar a Costa Rica en la modalidad de los 200 metros estilo pecho.

Batir un record nacional que tenía más de 30 años vigente, permitió a Herrera llegar al quizás más importante certamen deportivo que existe en el mundo y que tendrá lugar en julio y agosto del presente año. Esto lo logró en una competencia en Paraguay con un tiempo de 2:19.71 a finales del año pasado y desde ahí vivió una espera de casi seis meses para enterarse de su importante clasificación.

Tras cursar parcialmente la carrera de Ingeniería Industrial en la Universidad de Costa Rica, Arnoldo consiguió una beca deportiva en una universidad en Michigan, de la cual se graduó y regresó al país con un título en Tecnología de Ingeniería Eléctrica. De esa manera, continuó con su ciclo para intentar alcanzar los Olímpicos, participando en los Juegos Centroamericanos de Managua, luego en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Barranquilla y finalmente en los Juegos Panamericanos de Lima en 2019. En medio de ese arduo camino, fue parte también de un mundial en Corea del Sur.

Sobre sus orígenes en el deporte acuático, Herrera comenta que ha sido algo de toda su vida. “Desde niño mis papás me metieron a natación por razones de seguridad y de salud, ya que padezco de asma. Entré a equipos a partir de los 12 años cuando ingresé al colegio y desde entonces nunca he dejado de entrenar y competir”, comentó.

Su paso por la Maestría en Ingeniería en Dispositivos Médicos del TEC inició en enero del presente año y el deportista asegura que le es muy llamativa, además, se muestra agradecido por el apoyo de los docentes en este proceso. “Estoy en mi cuarto curso y la maestría ha parecido muy interesante. Es difícil llevar ambas cosas, pero el deporte le ayuda a uno a planificar los días mejor y a ser disciplinado. Quiero agradecer a los profesores que me han brindado su comprensión y respaldo cuando he tenido que competir para seguir con mi preparación”, agregó.

A sus 25 años, Arnoldo es el mayor de dos hijos, que junto con sus padres –una pareja de biólogos marinos- conforman la familia Herrera Portuguez.

Su entrenamiento semanal consta de 9 sesiones en piscina y 5 de preparación física en el gimnasio. Ha ganado medallas en competencias tanto nacionales como fuera de nuestras fronteras y adicionalmente a la natación, tiene como pasatiempos el viajar y aprender idiomas; tanto así que además de estar en la maestría ya mencionada, actualmente estudia portugués con el programa de la Fundatec.

La clasificación a los Juegos Olímpicos de este joven intelectual y deportista se dio por medio de una posibilidad conocida como wild card, que otorga la Federación Internacional de Natación a cada organización nacional para que –mediante un sistema de puntos- se asignen cupos a los mejores nadadores de cada país.

Sobre el cómo recibió la noticia de que sería parte de las justas olímpicas, el joven asegura que le generó mucha emoción, ya que para él representó cumplir un anhelo de toda su vida. “Fue una gran satisfacción. A los 25 años cuesta mejorar los tiempos y yo rompí un record nacional para lograr mi objetivo. Ahora, me preparo más duro para competir, porque mi sueño siempre fue clasificar a los juegos olímpicos”, finalizó.

La fecha de viaje de Arnoldo a Japón está pactada tentativamente para el 11 de julio. Allá, tendrá un campamento en Tokio para adaptarse y afinar detalles para su competencia, que tendrá lugar el 27 de julio.

Hasta la fecha solamente 10 deportistas costarricenses están clasificados a los Juegos Olímpicos; todos en disciplinas individuales como la natación, ciclismo, atletismo, BMX, surf y gimnasia artística.