La encuesta “Compromiso ambiental de la población costarricense” no encontró diferencias significativas cuando se miden las respuestas de las personas encuestadas por género, pero sí cuando se comparan los resultados por edad y ocupación, siendo que en el índice de Compromiso ambiental –medido por las diferentes conductas positivas con el ambiente– aumenta la puntuación conforme también aumenta la edad, y que en cada subindicador el rango de 55 años de edad o más es el que tiene más alta calificación.

En el indicador global de Compromiso ambiental las personas de 18 a 29 años tienen una puntuación de 71, de 30 a 54 años tienen una puntuación de 73 y de 55 años o más tienen una puntuación de 78. 

En cuanto a ocupación, las personas que aseguraron ser amas de casa son el grupo que tienen mayor puntaje en el indicador global de Compromiso ambiental (86 puntos de 100), por sobre empleados públicos (74) y privados (73).

Otro dato interesante, es que en cuanto a la variable de educación, las personas que dijeron contar solo con primaria fueron quienes reportaron un mayor índice global de Compromiso ambiental, con 82 puntos, mientras que las personas que cuentan con secundaria tienen un indicador de 73, al igual que quienes tienen estudios universitarios.

“Los resultados de esta encuesta, muestran un nivel de información y puesta en acción de diversas prácticas sostenibles por parte de la población, las cuales son movilizadas por diferentes factores, como el económico, educación y sensibilidad ambiental. Desde hace varios años, hay esfuerzos por potenciar la educación, la cual va desde el sistema escolar de primaria y secundaria, universitario, a nivel empresarial y organizacional tanto público como privado, y diversas ONG que trabajan la temática ambiental que buscan llegar más a la población.

“Sin duda los medios de comunicación como las redes sociales, han permitido también ofrecer contenido de una forma más práctica a las personas, y mostrar tanto la situación problemática en este campo que lleve a la sensibilización, como también las diferentes prácticas que las personas pueden implementar”, comentó la Ing. Zambrano.

En los resultados de la encuesta se muestra una variación muy significativa, de hasta 29 puntos, entre la calificación en materias de ahorro de electricidad (80 puntos) o agua (75), y el hábito de realizar compras responsables (51).

“Si bien prácticas como ahorro de agua y energía, o separación de residuos son las que están mejor posicionadas, ya que son de las que hay mayor alcance en educación y difusión, se percibe una falta de identificación en como el consumismo impacta el ambiente, lo cual muestra un área hacia la cual hay que empezar a direccionar los esfuerzos en educación a la población.

“En este tema entran factores culturales que han pesado más que la percepción ambiental.  Esto representa un mayor reto, porque está vinculado con temas de percepción de estatus social, la visión del mundo y sociedad que están ligadas con la adquisición de bienes o servicios”, complementa Zambrano.

Asimismo, la coordinadora de la carrera de Ingeniería Ambiental manifestó que es importante empezar a internalizar en la población conceptos como el ciclo de vida de los productos, el gasto ambiental que conlleva producir cualquier bien y la producción de residuos que se van a dar después de que ese bien sea consumido, ya sean sólidos, líquidos o gaseosos.

Justamente el segundo apartado de la encuesta se enfocó en medir el Materialismo, pues entre mayor materialismo exista en una sociedad hay más posibilidades de que se presente un consumo desmedido de bienes, lo que a su vez genera mayor contaminación porque se tiende a desechar rápidamente las cosas.

El indicador de Materialismo obtenido fue de 47 puntos, de acuerdo a una escala que va de 0 a 100 y que combina tres aspectos: la centralidad que adquieren los bienes materiales en la vida de las personas, las creencias que relacionan los objetos materiales con la felicidad y las creencias que relacionan el éxito con los bienes materiales.

Este es un aumento considerable con lo que se reportó en 2013, cuando la encuesta arrojó un indicador de Materialismo de 29 puntos.

Nuevamente encontramos una relación interesante entre la edad y las conductas amigables con el ambiente, pues al aumentar la edad disminuye el indicador de materialismo:

• 18 a 24 años: 52 puntos.
• 25 a 39 años: 47 puntos.
• Más de 60 años: 38 puntos. 

Asimismo, parece haber una relación entre la variable de nivel educativo y materialismo, con mayor puntuación en el indicador a medida que aumentan los estudios: Primaria con 44 puntos, Secundaria con 50 y Universitaria con 47.