Buen periodismo, en nuestras manos está
La Oficina de Comunicación y Mercadeo no toma como suyas, las opiniones vertidas en esta sección.
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Con el avance de la tecnología, cada día las personas tienen mayor acceso a los medios de comunicación. Basta con tomar el celular e ingresar a una red social para enterarse de lo que sucede en cualquier parte del mundo.
Sumado a ello, las personas, de la mano de un teléfono móvil, toman alguna foto o video y la postean en redes sociales. Incluso, algunos de esos videos y fotos llegan a viralizarse. De esta forma, aparecen en medios tradicionales como la televisión y en los diferentes medios digitales y redes sociales. Titulares llamativos instan a las personas a abrir la información y dar click a un “me gusta”.
Para muestra un botón, las imágenes de lo acontecido en la tarde de este lunes producto de las fuertes lluvias en el Campus Central del TEC y sus alrededores. Minutos después del evento, ya fotografías y videos circulaban por las redes sociales.
Sin embargo, esa inmediatez debe venir acompañada de contenido de calidad y es aquí donde se encuentra el riesgo. Porque así como pueden haber noticias con profundo contenido sobre cualquier tema puedan aflorar otras totalmente superficiales que no estimulan la generación de opinión pública sobre los acontecimientos más importantes en el ámbito político, económico y social.
Es más importante conocer qué pasó con el reality show del momento que cómo se resuelve el problema fiscal o qué expectativas se tienen con el tipo de cambio y sus implicaciones en la economía, solo por citar algunos ejemplos.
Ante este mar de información, los consumidores deben ser críticos a la hora de elegir de qué desean enterarse y por su parte, los comunicadores, ser lo suficientemente responsables de generar contenido de calidad que cumpla con los principios técnicos y éticos de la información.
Como se nos enseñaba en la universidad, los periodistas somos generadores de opinión pública y de ahí que reflexionemos cada día sobre qué escribimos cada día, cómo cada frase que ponemos o cada tema que divulgamos debe servir para inspirar, para que esa información sirva de ejemplo para otros, para enaltecer los más altos valores y para que las personas tengan criterio a la hora de opinar sobre un tema. Y también, cuando nos corresponda denunciar alguna situación, lo hagamos con el más estricto apego a la veracidad de los hechos.
El hacer buen periodismo, en nuestros manos está.