Clotilde Fonseca: “En Costa Rica la capacidad de reacción se ha hecho lenta” (III Parte)
Continuamos con las presentaciones de los expositores durante el panel “Innovaciones requeridas para elevar la calidad de la educación superior en Costa Rica” organizado por el Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior (SINAES). En esta oportunidad presentamos el pensamiento de Clotilde Fonseca, rectora de la Universidad Latina de Costa Rica.
La Dra. Clotilde Fonseca indicó que las innovaciones requeridas en la academia deben surgir de la investigación y de la experiencia y buscar que estas tengan un impacto en la sociedad. Lo que sucede es que la cultura de una nación no siempre ayuda a las transformaciones requeridas y, en el caso de Costa Rica, la capacidad de reacción se ha hecho lenta y por ello es necesario superar los elementos negativos de la cultura nacional que permean en todas las organizaciones.
La innovación en el siglo XXI ha provocado una revolución tecnológica y también una revolución en las ciencias cognitivas. Sin embargo, el cambio que debemos provocar está en la mente, en el espíritu y en la actitud de nuestros estudiantes. El desarrollo de las capacidades intelectuales y creativas son aspectos relevantes en las sociedades que dan pasos hacia su desarrollo. Se debe enriquecer la mente de los estudiantes mediante la interacción con las personas y con su medio y, en este sentido, la educación universitaria transforma la forma de operar de las mentes de las personas al hacer que los analistas simbólicos sean los que conducen los destinos de las empresas y de los países.
Para Fonseca, actualmente no es suficiente ser una persona con fluidez tecnológica si no se le estimula para que genere la ciencia y la tecnología del futuro. La formación actualmente debe crear “ecologías de aprendizaje” (lúdicas-juegos; intelectuales-conocer y productivas-hacer), estimulando entornos cognitivos y tecnológicos que fortalezcan la formación de los estudiantes. En este sentido, manifestó que la tarea consiste en tener la visión de qué es lo que viene y hacia dónde nos movemos para crear las competencias que los jóvenes necesitan para triunfar.
“No puede haber innovación en la educación superior si no hay una transformación en quienes la componen. Estamos paralizados en una burocracia que no deja avanzar y las regulaciones externas no hacen posible los cambios para generar la innovación”. Finalmente manifestó que se debe cambiar la cultura para generar la innovación e introducir el rigor y la creatividad en el proceso. Es fundamental construir una sociedad de confianza donde la innovación pase a ser una realidad en la vida de nuestros estudiantes, concluyó.