El diseño y construcción de una secadora solar de madera permite el secado de madera con un sistema que no es el tradicional oreo al aire libre, ni el uso de un secador convencional. Esto tiene un impacto importante para los pequeños productores debido a que un secador convencional puede llegar a costar 80 millones de colones, mientras que la construcción de una secadora solar ronda los 3 millones de colones.
El secado convencional requiere de cámaras de secado automatizadas de alto costo. De ahí la necesidad de contar con un sistema accesible y eficiente. En el secador solar, la mayor cantidad de energía que se utiliza para calentar el horno proviene del sol, aunque también integra energía eléctrica para alimentar los abanicos que permiten que el aire caliente circule dentro de las pilas de madera. La cámara se calienta con energía solar.
El oreado provoca que los fabricantes de muebles tengan problemas al trabajar con madera apenas oreada, lo que hace que se abran líneas de cola, se pandee la madera o se peguen gavetas y puertas en ciertas épocas del año, porque la madera no está seca adecuadamente. Cualquier secado al horno que logre bajar los contenidos de humedad de la madera a los niveles óptimos evita esos problemas, sin embargo, la ventaja del horno solar es que permite llegar a niveles de humedad a un menor costo para el fabricante.
Fibra de piña, broza de café, cebolla, tubérculos y residuos agrícolas en general, utilizados para hacer briquetas o plásticos para reciclar son otros productos que pueden secarse en el secador solar, ya que el sistema permite adaptarlo según las necesidades. Además, a los sistemas portátiles de este tipo de secadores se le puede adaptar un gasificador, como un biodigestor, o utilizar gas licuado para que pueda funcionar de manera eficiente durante la época de lluvias.
Fuentes del Artículo
- Ing. Cynthia Salas Garita. Escuela de Ingeniería Forestal. Tecnológico de Costa Rica.