Con la digitalización para el acceso libre de las primeras hojas cartográficas del país, investigadores de la Escuela de Ingeniería Forestal [2] lograron dar un impulso a la investigación científica y la conservación de la naturaleza en Costa Rica. Se trata de 233 documentos, tan antiguos como el año 1945 y que cuentan con la precisión necesaria para servir de base a estudios nacionales e internacionales.
El proyecto fue coordinado por el Centro de Investigación e Innovación Forestal [3], con el apoyo del Instituto Geográfico Nacional (IGN) [4] y la Fundación MarViva [5]. La información se puede acceder en el sitio del Sistema Nacional de Información Territorial (SNIT) [6].
Recopila y georeferencia varios conjuntos de hojas cartográficas, basadas en fotografías aéreas y que se dividen en dos tipos:
- 99 hojas cartográficas de escala 1:25.000 [7] (es decir, que por cada centímetro en el mapa, existen 25.000 en la vida real o 250 metros). Estas son del año 1945 y cubren principalmente algunos cantones de las provincias de Guanacaste, Puntarenas, y algunas áreas de las provincias de Alajuela, Heredia, San José y Cartago.
- 133 hojas cartográficas de escala 1:50.000 [8]. Estas fueron tomadas entre 1945 y 1967, y cubren todo el territorio nacional, con la excepción de la Isla del Coco.
Este trabajo viene a llenar un enorme vacío, pues no existía disponibilidad de información cartográfica digitalizada y accesible al público para esos años, que proporcione a investigadores información de coberturas naturales en Costa Rica.
Según el Dr. Julio Calvo Alvarado, el que esta información esté accesible al público dota a investigadores de una línea base histórica para analizar las tendencias de la pérdida o restauración de las coberturas naturales.
“Lo más importante ha sido disponer de información de las distribución y extensión de cobertura de ecosistemas naturales para esos años, dado que son la referencia geográfica más exacta que dispone el país para evaluar cómo ha cambiado el paisaje desde entonces por procesos como deforestación o recuperación. Esto permite estudiar los factores que han motivado los diferentes cambios del uso de la tierra y valorar el impacto que han tenido en la conservación de la naturaleza”, argumenta Calvo.
Además de identificar las coberturas naturales y de bosques con una precisión aceptable, el estudio permite conocer información de otras coberturas naturales tales como: humedales, sabanas, yolillales (bosques inundados de palma), manglares, lagos y lagunas.
En el estudio participaron Julio Calvo, Dorian Carvajal, Vladimir Jiménez y Marco Castro.