Olea fue enfático en la necesidad de abogar por una transformación alimentaria sostenible, cuya meta para el 2050 debe varias acciones fundamentales:
- Cambios dietéticos sustanciales a nivel mundial
- Reducción a la mitad del consumo como la carne roja y los azúcares
- Duplicar el consumo de legumbres, cereales integrales y frutos secos
- Aumentar la superficie de la tierra dedicada a la agricultura ecológica
- Reducir la pérdida y desperdicio de alimentos
- Mejorar el bienestar de los animales
- 50% de reducción en el uso de plaguicidas
Cabe señalar que la temática expuesta por el Dr. Olea toma en consideración el análisis de las prácticas agroalimentarias convencionales como principal causa de la presencia de residuos de compuestos químicos en los alimentos de cada día.
Olea comentó que, a pesar de que en la mayor parte de los países se han establecido controles de la presencia de esos residuos y generalmente, como ocurre en la Unión Europea (UE), cerca del 40% de los alimentos contienen uno o más compuestos químicos, pero dentro de los Límites Máximos de Residuo (LMR) establecidos. En el caso particular de la UE, tan solo el 3% de los alimentos contienen algún residuo que supera ese límite legal.
El investigador, mencionó también, características del contexto costarricense gracias a la visita realizada por el experto en agosto del año anterior al país, en la que constató varias prácticas en el manejo agroalimentario, así como particularidades de exposición en el mundo laboral, específicamente en campos de banano y piña, según los datos del Ministerio de Salud y el Instituto Nacional de Seguros analizados por el especialista.
Consecuencia de la exposición diaria a los residuos de pesticidas, Olea demostró mediante distintos estudios de biomonitorización humana como el proyecto HBM4EU, la presencia de agroquímicos en la orina de niños y adultos mujeres de todas las edades.
“Esta exposición, aparentemente inocua y dentro de la legalidad tiene consecuencias nefastas sobre la salud humana, principalmente cuando ocurre en fases críticas del desarrollo como embarazo, infancia y adolescencia” indicó el expositor.
El Dr. Nicolás Olea es catedrático de Radiología y Medicina Física de la Universidad de Granada y médico en el Hospital Clínico San Cecilio de esta ciudad. Además, es Doctor en Medicina y Cirugía, y ha ocupado puestos de gran responsabilidad como profesor e investigador en instituciones internacionales como el Institut Jules Bordet de Cancerologie Mammaire de Bruselas o la Tufts University del New England Medical Center de Boston. También ha sido director del departamento de Radiología de la Universidad de Granada y director del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada.
Durante los últimos quince años, Olea se ha encargado de organizar las diez Conferencias Nacionales sobre Disrupción Endocrina (CONDE), así como ser un experto evaluador en los programas de investigación de Dinamarca, Francia y la Unión Europea en Disrupción Endocrina y en el Comité SCENHIR sobre riesgos emergentes.