La demanda de energía a nivel mundial crece rápidamente, por ese motivo, investigadores del Tecnológico de Costa Rica (TEC) [2] y de la Universidad de Costa Rica (UCR) [3], trabajaron en un proyecto para generar electricidad a través de la madera.
Se trata del estudio: Gasificación de biomasa proveniente de plantaciones energéticas de Gmelina arborea en la cuál por parte del TEC han participado el Dr. Róger Moya, Dra. Carolina Tenorio y el Dr. Dagoberto Arias.
Pero ¿qué es gasificación y biomasa? De acuerdo con Roger Moya, investigador de la Escuela de Ingeniería Forestal del TEC, gasificación es un proceso de oxidación parcial termo químico en el que la biomasa es convertida en gas (CO,CO2, Oxigeno, metano y otros) en presencia de un agente gasificante que en este caso es el aire.
Y la biomasa es una de las fuentes energéticas más prometedoras ya que es una alternativa a las fuentes convencionales de energía tales como petróleo y el gas natural. Entre las ventajas que tiene el uso de la biomasa está principalmente que es un producto limpio, renovable y está disponible en muchos árboles y plantas de uso comercial.
¿En qué consiste la investigación?
El TEC en alianza con la UCR, unieron esfuerzos y trabajaron en extraer de la madera, gases combustibles por medio de una serie de procesos químicos, llamado técnicamente como gasificación, para luego estos gases introducirlos en un motor-generador y así poder utilizar electricidad a partir de materiales renovables.
Según Moya, en el caso del TEC, se cuenta con el equipo gasificador y el personal profesional y técnico para operar estos equipos y poder dar una solución al aporte energético del país utilizando material que muchas veces no son utilizados en los procesos industriales (como forestales o agrícolas) y que son renovables.
“El Tecnológico, aunque cuenta con el equipo y personal académico, para evaluar la eficiencia de estos se hace necesario contar con personal de otras áreas de universidades, por ejemplo, ingenieros químicos e instrumentación muy especializada para medir la eficiencia energética de las reacciones químicas llevadas a cabo en el proceso de convertir madera en gases combustibles”, expresó Roger Moya, investigador del TEC.