Las mujeres migrantes que pasan por Costa Rica ya cuentan con un pequeño laboratorio de informática, ubicado en Barrio Los Ángeles, en San José, que les permitirá recibir capacitaciones de las herramientas de cómputo, gracias al apoyo del Tecnológico de Costa Rica (TEC) [2].
Esta iniciativa surgió por medio del curso de Administración de Proyectos de la carrera de Ingeniería en Producción Industrial [3]de esta Casa de Enseñanza Superior.
En dicho curso cada semestre se elige un proyecto después de un proceso de análisis de las postulaciones que hacen los mismos estudiantes, según sus propias vivencias y comprensión de la situación de sus comunidades.
El proyecto se denomina “Empowgirls” y es un pequeño laboratorio de cómputo con cuatro computadoras para mujeres migrantes que han enfrentado la adversidad de la violencia. Este espacio no solo les permitirá recibir capacitación en el uso de herramientas de cómputo, sino que también ofrecerá un rincón lúdico donde sus hijas e hijos podrán divertirse y aprender.
De acuerdo con el Ing. Leonel Fonseca Retana, profesor del curso Administración de Proyectos, “la experiencia de haber interactuado con estas valientes mujeres dejará una huella en la visión de nuestros futuros profesionales y servirá también para recordarles el papel esencial que tienen en la construcción de una sociedad más equitativa y justa para todos y todas”.
Pero ¿cómo funciona Empowgirls?
El grupo se organizó en cinco equipos de trabajo: Patrocinios, Actividades, Finanzas, Comunicación y Documentación y alcance y Logística, además de un Gerente de Proyecto. En total son 38 estudiantes del TEC.
Los integrantes de Empowgirls, realizaron actividades culturales, sociales y deportivas, con el fin de recaudar fondos para el laboratorio de cómputo, en coordinación con la Asociación Red de Mujeres Nicaragüenses en Costa Rica.
Además, contaron con un equipo de trabajo dirigido en la búsqueda de patrocinios de empresas que estén interesadas en colaborar o se sientan identificadas con la dirección del proyecto.
Para Olinda Bravo, presidenta de la Asociación Red de Mujeres Nicaragüenses en Costa Rica, el contar con el apoyo del TEC ha sido fundamental porque, vino a fortalecer todo el trabajo que se realiza.
“Ahora, las mujeres migrantes ya cuentan con capacitaciones tecnológicas, gracias al equipo que con tanto trabajo nos aportaron los estudiantes del TEC y todas las personas que colaboran y creyeron en este proyecto”, expresó Olinda Bravo, presidenta de la Asociación Red de Mujeres nicaragüenses en Costa Rica.
Olinda destacó, que hoy todas estas mujeres ya pueden comunicarse con el mundo y sus niños tienen un espacio para aprender divirtiéndose.
Según una de las mujeres migrantes beneficiadas, esta es una de las mejores oportunidades que ha recibido.
“Es un gran avance poder aprender computación, porque puedo ayudar a mis hijos con las tareas de la Escuela, ya que no tengo los recursos y el internet del celular es muy limitado. Definitivamente, el apoyo del TEC y de las personas que hicieron esto posible es una gran bendición para mí y para todas las personas que estamos en esta Asociación”, comentó una de las mujeres migrantes de la Asociación Red de Mujeres Nicaragüenses en Costa Rica.
Impresiones
Según Ana Laura Oviedo, estudiante de Ingeniería en Producción Industrial e integrante del equipo, esta iniciativa le ha permitido aplicar el conocimiento de una de las áreas de ingeniería como lo es la administración de proyectos en la vida real, viendo el resultado de todo el esfuerzo en la cara de todas estas mujeres y sus hijos.
“Cuando se propuso este proyecto y creamos el nombre “Empowgirls”, es precisamente porque buscamos impulsar el empoderamiento de las mujeres en condición de riesgo social, para que vean y entiendan lo valiosas que son y el poder que tienen para alcanzar sus sueños”, aseveró Oviedo.
También Oviedo agregó que, “como futuros ingenieros debemos entender el privilegio con el que contamos y la gran oportunidad de aportar positivamente a la sociedad a través del esfuerzo y el conocimiento adquirido en la carrera”.
Finalmente, Juliana Geesink, estudiante de Ingeniería en Producción Industrial e integrante del equipo, mencionó que haber sido parte de Empowgirls fue una experiencia completamente diferente.
“Puse en práctica conceptos de ingeniería de una forma distinta a las que regularmente se hacen en las clases. Fue muy satisfactorio haber llegado a la meta y ver que después de tanto esfuerzo se logró el objetivo y saber que estas mujeres y sus hijos cuentan hoy con herramientas que antes no tenían”, aseveró Geesink.
Además comentó que, “en lo personal, pienso que es un tema de alta importancia actualmente, es importante que como futuros ingenieros tratemos de cerrar las brechas que todavía persisten”, concluyó Geesink.