Continuamos con las presentaciones de los expositores durante el panel “Innovaciones requeridas para elevar la calidad de la educación superior en Costa Rica” organizado por el Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior (SINAES), en esta oportunidad hacemos la última entrega de esta serie con el pensamiento de Álvaro Cedeño, Presidente del SINAES.
Para Álvaro Cedeño la academia tiene un espíritu común y es fácil encontrar los caminos que se pueden recorrer conjuntamente. Por otra parte, da una voz de alerta sobre lo que la innovación puede hacer por la educación superior, pero dando un seguimiento adecuado, y con el aporte de todos, para introducir una agenda de mejoramiento fundamentado en la calidad. Las universidades deben recuperar la responsabilidad de contribuir con el desarrollo económico, social, cultural y político del país porque son las depositarias de la producción del conocimiento y de los deberes.
Cedeño indicó que las universidades no pueden seguir haciendo lo mismo porque el entorno se movió globalmente y con las TIC´s. Hoy día, las personas se sienten con derecho a buscar un espacio en las universidades, generando una democratización por la demanda de un conocimiento que ha transformado la forma de vivir. “Google no forma, se forma en las universidades y por ello estas deben centrarse en la excelencia”.
En cuanto a la relación de las universidades con el gobierno, estas deben generar la innovación para apoyar el crecimiento de la nación y contribuir con su desarrollo. La competencia por los recursos públicos debe, a su vez, crear valor para el mismo sector público, por lo que se deben establecer cambios en los modelos de gestión que lleven a una mayor apertura en la innovación y a una mayor capacidad de respuesta a las necesidades del entorno.
Para Cedeño, las oportunidades para innovar son muchas y se pueden ver desde el punto de vista de la supervivencia, emulan modelos de negocios y pierden el temor a operar como una empresa, ya que ello no tiene que ver con el lucro sino con la gestión para crear valor. También se debe incursionar en el modelo de graduados formados con la participación de los empleadores a través, por ejemplo, de los “nanogrados”, que consisten en una formación básica a los estudiantes para que el empleador termine de formarlos con competencias específicas. La especialización de determinadas habilidades y la formación en competencias blandas, así como una actitud científica son condiciones necesarias en la formación de los estudiantes actualmente.
Desde su punto de vista, la extensión debe estar integrada a la docencia y a la investigación y se deben crear metodologías de enseñanza aprendizaje que integren a las nuevas tecnologías ya que las carreras son un fenómeno complejo y la pregunta actual es si se sabe gestionarlas con pertinencia. Algunas de las preguntas que hizo Cedeño como reflexión final fueron si tenemos suficientes talentos académicos para atender las universidades y si los utilizamos con la eficiencia del caso. También se preguntó si nos bloquean las estructuras organizacionales y jurídicas y concluyó indicando que las universidades deben hacer un salto en innovación porque es algo que se le está debebiendo al país.