Por su parte, Sebastián Sánchez Guzmán, miembro del equipo Biogel, comentó que “como equipo consideramos que nuestro éxito se basó en conceptualizar y desarrollar le proyecto con un enfoque transdisciplinario que busca incluir a las personas productoras durante todo el proceso para descubrir su realidad y poder ofrecer una solución efectiva a su problema”.

Hanzel León González, también del equipo, dijo sentirse muy satisfecho por haber sido parte de esta experiencia que resultó muy retadora no solo en aprendizaje, sino por el impacto que se puede generar al sector.  Asimismo, Sebastián Montoya dijo que el resultado obtenido demuestra el gran esfuerzo puesto en el proyecto, el compromiso del equipo y la motivación del mismo.

¿Qué los hizo ganadores?

Todos los participantes tenían que generar una idea de emprendimiento forestal que impactara en el desarrollo sostenible de su región, de la mano de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.  

Mediante un proceso riguroso de selección, los estudiantes llegaron a la final y fueron calificados por un jurado experto y de la industria mexicana. El pitch se presentó y con este concluyó la calificación, resultado en primer lugar el proyecto Biogel, frente a proyectos de Brazil, Colombia, Ecuador, México, Perú y Paraguay.

La propuesta del equipo Biogel se enfocó en el desarrollo de un bioproducto a base de fibras naturales para hidratar los cultivos.

El producto propuesto cumple con las funciones hidratar el suelo en condiciones de déficit hídrico y está elaborado a partir de la transformación de las fibras naturales de los residuos agroindustriales.

Las fibras, por ejemplo, de piña o abacá, se extraen mediante un proceso mecánico y luego pasan por un proceso que las acondiciona para que tengan propiedades absorbentes y puedan retener el agua. El producto se aplica al suelo de tal manera que absorben el agua y funciona como reserva, liberando el agua lentamente.

De acuerdo con Dagoberto Arias Aguilar, profesor e investigador de la Escuela de Ingeniería Forestal y tutor de los jóvenes, este producto aporta una solución a un problema global como es la disponibilidad del agua para plantaciones agrícolas y forestales y se desarrolla a partir de fibras naturales cumpliendo la función de hidratar los cultivos cuando falta humedad.

Finalmente, Carla Garita Granados, tutora en temas de emprendimiento y mercadeo, señala que el resultado obtenido demuestra las habilidades y capacidades de los estudiantes del TEC.

"Los estudiantes sacaron tiempo extra curricular para desarrollar una idea de negocio, donde en un inicio la curva de aprendizaje fue alta, pero también sumamente retadora. Con este triunfo el TEC desde su Escuela de Ingeniería Forestal sigue estando en el mapa latinoamericano”, concluyó.