¿Tratar diferentes enfermedades como la diabetes con una bacteria que habita en el yogur? Esta incógnita es una posibilidad para un grupo de estudiantes del Tecnológico [2], quienes desarrollan una investigación con el fin de instruir una bacteria para producir compuestos de interés como medicinas, saborizantes, colorantes o edulcorantes, todos naturales y aptos para el consumo humano.
Esta investigación permitirá a seis jóvenes universitarios participar en la competencia mundial de biología sintética más importante del mundo, la International Genetically Engineedred Machine (iGEM) [3].
Los chicos conforman el equipo Chassei iGEM 2022. Ellos pretenden generar un probiótico bioingenierizado que puede ser utilizado en la industria agrícola, alimenticia y médica.
Mediante la bacteria Lactobacillus casei, que está presente en la fermentación al producir yogur o queso, buscan generar compuestos de interés como la insulina, creatina y vitaminas.
Según explicaron, en el área alimenticia podría utilizarse para detectar patógenos perjudiciales para el ser humano en alimentos de consumo.
En el área biomédica dicho probiótico puede ser consumido en alimentos, como el mismo yogur, con el objetivo de liberar sustancias de manera no invasiva en el tracto digestivo, por ejemplo, insulina en lugar de inyecciones y compuestos alimenticios de alto valor agregado, como el sustituto natural del azúcar conocido como estevia.