Olman Gómez Espinoza lleva cinco años investigando las plantas de la Antártida. Lo había hecho desde el laboratorio, con la ilusión de un día viajar al lugar donde crecen los organismos que estudia. Ese sueño se cumplió este 1.° de marzo, cuando se convirtió en uno de los pocos costarricenses en formar parte de una misión científica a uno de los ambientes más inhóspitos del planeta.
“Estoy muy emocionado, creo que es una gran oportunidad. Para un investigador poder acceder a la Antártida (es muy difícil). Es algo tan limitado, que poder acceder ahí genera mucha emoción, mucho compromiso también, de responsabilidad, por la inversión que se hace por ir a investigar de una manera responsable, porque es un ambiente muy intacto, y hay que evitar alterarlo.
“Lo más importante es que hay que ir a trabajar mucho, porque el tiempo en terreno antártico es limitado. Son de dos a cuatro semanas, donde hay que tomar muchas mediciones. Estas son las mediciones del año para el proyecto como tal. Entonces, hay mucha responsabilidad de ir a hacer las cosas bien. Porque es una oportunidad y un privilegio, así que ahí se trabaja hasta donde el cuerpo aguante”, comentó el Dr. Gómez, en entrevista dos semanas antes de partir, mientras se encontraba en Temuco, Chile.
El Dr. Gómez viaja con fondos internacionales pero lo hace como investigador del TEC, pues se trata de un proyecto de investigación internacional en el que la universidad costarricense coopera con la Universidad de la Frontera [2], de Chile, y la Universidad de Sao Paulo [3], de Brasil, para indagar cómo las plantas se están adaptando al cambio climático en la Antártida, donde se ha observado un aumento de las temperaturas más acelerado.
Además de ser docente e investigador del TEC, Gómez funge como gestor de vinculación del Centro de Investigación en Biotecnología (CIB) [4].