Entre la alegría y la incertidumbre, Franco acaba de entrar al TEC. Es el primer miembro de su familia en ingresar a una universidad. Eso lo llena de orgullo, pero a la vez siente que es una gran responsabilidad y que no puede fallar.
Viene de experimentar dos años consecutivos de estudio remoto desde su casa, donde se tenía que repartir con sus hermanas menores el uso de la única computadora de escritorio de la que disponen.
Por un lado, piensa que la carga académica será menor, porque en el TEC solo matriculó seis materias, mientras que en el colegio tenía que llevar más de diez. Sin embargo, sus amigos le han advertido que la universidad no es lo mismo que el “cole” y que va a tener que “ponerle más ganas”. Eso lo asusta un poco, sobre todo por las matemáticas que tendrá que llevar, porque siente que en la secundaria no aprendió todo lo necesario para afrontar el nivel que se le exigirá en su carrera.
Por el momento, está tratando de comprender cuáles serán los cursos que llevará de forma virtual y cuáles de manera presencial. De hecho, tiene un curso semipresencial, pero todavía no sabe los horarios. Lo de la presencialidad lo asusta un poco por el tema del coronavirus, porque algunas de sus amistades ya se han contagiado aún guardando todas las medidas y estando vacunadas.
De fijo tendrá que hacer uso de la biblioteca, porque los textos de sus cursos son difíciles de conseguir y algo caros. Sabe que las bibliotecas están abiertas y que disponen de recursos en línea, pero desconoce si debe hacer algún trámite para inscribirse como usuario.
Además del estudio, Franco también quiere participar en grupos culturales y deportivos en el TEC, pero no sabe si hay actividades de esa naturaleza que se estén realizando bajo las medidas sanitarias por la pandemia. Adicionalmente, no tiene certeza de que le rinda el tiempo igual que en el colegio, donde participó de todo lo habido y por haber.
Un poco desorientado, Franco buscó apoyo en el Centro de Atención Integral en Salud del TEC, donde encontró a Darlen Blanco Benamburg, una de las psicólogas, y las siguientes son algunas de sus recomendaciones.
Recomendaciones de la psicologa Darlen Blanco Benamburg:
- Para empezar, quisiera felicitar a todos aquellos que, como Franco, están iniciando una nueva etapa en su proceso de formación y que, muy probablemente, coincide con el ingreso a la edad adulta, lo cual implica asumir una serie de cambios y responsabilidades. Es esperable y comprensible que, como todo cambio, genere inquietudes, expectativas y hasta ciertos temores.
- Se requiere un periodo de adaptación a esta etapa, por lo que se debe ser paciente pero proactivo. Al ser una nueva experiencia, es probable que desconozcás algunas cosas, por lo que no se debe pretender “saberlo todo” ni “tener todo bajo control”. Más bien lo que se recomienda es tener la asertividad para reconocerlo y buscar la orientación o el apoyo necesario para aclarar esas dudas e ir aprendiendo.
- Por otra parte, es importante tener claras las expectativas en relación con la vida universitaria, con la carrera, y todo lo que implique este proceso de formación académica, procurando que estas sean adaptadas a la realidad y a las posibilidades.
- Muchas veces, como lo menciona Franco, cargamos con el peso de las expectativas de la familia y de otras personas sobre nuestros hombros, lo cual no es que esté mal. Es esperable que los padres, por ejemplo, se sientan orgullosos y expectantes sobre los logros de los hijos. Sin embargo, es necesario equilibrar dichas cargas y priorizar las propias expectativas, tomando en cuenta los intereses y necesidades personales, para mantener la motivación y encontrar la satisfacción en lo que se hace.