Estudiantes de diversas carreras del Tecnológico de Costa Rica (TEC) [2] y la Universidad de Costa Rica (UCR) [3], conforman el equipo distinguido en el premio estudiantil de la sétima edición del Mission Idea Contest (MIC) [4], un certamen global en el que participan las mejores propuestas de misiones espaciales para el beneficio de la humanidad.
La competencia de este año contó con una destacada participación nacional, pues entre los equipos que alcanzaron la ronda final (10 finalistas y un semifinalistas), tres contaban con costarricenses entre sus miembros; ante participantes de Japón, Italia, Tailandia, Taiwán, Turquía y Australia.
Mission Idea Contest fue organizado en la sétima edición por la Universidad de Tokio [5], Japón, junto a University Space Engineering Consortium (Unisec Global) [5]. La temática para este año fue el espacio profundo, entendido como fuera de la órbita terrestre (como la Luna, Marte y los asteroides, entre otros).
La idea destacada en el premio estudiantil se llama “Perturbando el virus del Herpes, investigación en órbita lunar: un sistema para el análisis de células animales”, y fue propuesta por un grupo de siete estudiantes del TEC y cuatro de la UCR.
Según Kevin Sánchez Ramírez –estudiante de Ingeniería Industrial de la UCR y líder del equipo ganador– el hecho de que la NASA y otras agencias espaciales tienen planes para volver a la Luna con una misión tripulada en esta década, los motivó a proponer una investigación en las cercanías del mayor satélite natural de nuestro planeta.
“Se selecciona este virus porque varios estudios demuestran que los astronautas pueden reactivar este virus cuando se exponen a condiciones extraterrestres. Lo que queremos analizar es cómo influye la microgravedad y la radiación a la reactivación de este virus”, destacó Melissa Cerdas Mejías, estudiante de Biotecnología del TEC [6].
La propuesta es enviar un satélite a la órbita lunar, con un sistema mecánico interno que mantenga con vida y estudie diversos cambios en células animales con el virus del Herpes llamado Epstein Barr, de manera autónoma y automatizada.
“Es interesante la aplicación de los conocimientos de varias carreras, porque la parte mecánica y electrónica lo que se encarga es cumplir con lo que necesita la célula para mantenerla viva, que la célula tenga la temperatura que necesita, el procedimiento de descongelamiento, de cambio de medio; también los sensores que toman las mediciones y las imágenes. Ya después es el equipo científico, acá en la Tierra, es el que hace el análisis”, destacó Carlos Montoya Marín, estudiante de Ingeniería Mecatrónica [7] en el TEC.