Por décadas, los territorios indígenas se han ido llenando de casas prefabricadas, muchas veces inadecuadas para el clima local y totalmente distintas a la tradición y cosmovisión de sus habitantes. Se trata de viviendas de bienestar social que fueron diseñadas, construidas y entregadas sin consultar a sus futuros habitantes.
Es por esto que especialistas y estudiantes del Tecnológico de Costa Rica (TEC) [2], la Universidad Nacional (UNA) [3] y la Universidad de Costa Rica (UCR) [4] –bajo la sombrilla de un proyecto del Consejo Nacional de Rectores (Conare) [5]–, desarrollan la investigación titulada: “Mejoramiento del diseño arquitectónico, estructural y del uso de materiales utilizados en la construcción de viviendas de interés social para el territorio indígena de Cabagra, Buenos Aires, Puntarenas”.
Si bien el proyecto se desarrolla con habitantes de Cabagra, en Buenos Aires, pretende servir de modelo para otros territorios indígenas y como base de análisis para las instituciones encargadas de desarrollar viviendas sociales en el país.
“Tenemos tres objetivos fundamentales. El primero es determinar el estado actual de los materiales con los que se construye vivienda social en el territorio. El segundo es determinar la cosmovisión indígena de espaciamiento arquitectónico de las viviendas. El tercero es formación y capacitación de carpinteros y maestros de obra para la construcción de vivienda social”, explica Diego Camacho Cornejo.
Camacho es coordinador del proyecto. Participa como docente, investigador y extensionista de la Escuela de Ingeniería Forestal del TEC [6], la cual está inmiscuida para analizar si la madera puede ser un mejor material para edificar las casas.
Además, se investiga cómo impulsar la cadena de valor de la madera que se utilizaría en las viviendas, desde las plantaciones hasta el trato adecuado y la construcción.