La premisa de contribuir al mejoramiento ha sido una de las acciones que ha impulsado a lo largo de su carrera mediante la obtención de distintos grados académicos que ha concluido con éxito. Su pasión por la ciencia y el impacto de la educación pública recibida en distintos niveles a lo largo de los años, son dos de los factores que han logrado esto.
Así podría resumirse el camino que ha recorrido Andrea Araya Sibaja. Esta científica de origen sancarleño, desde muy joven se interesó por conocer más del mundo de la química, por lo que incursionó en esta carrera en la Universidad de Costa Rica (UCR) en el programa de diplomado que en aquel entonces impartía esta universidad estatal.
A partir de esto, Andrea encontró nuevas oportunidades laborales que la impulsaron pocos años después a fortalecer sus conocimientos completando un bachillerato en Laboratorista Químico en la UCR.
Sin embargo, su deseo de aprender no se detuvo con este título logrado en el 2005, ya que sus propósitos de crecimiento seguirían expandiéndose con una maestría en Ciencias Farmacéuticas realizada entre el 2010 y 2012 en la Universidad Federal de Santa Catarina en Brasil.
Fue en este espacio académico que Araya comenzó una investigación aplicada en la modificación de las propiedades físico químicas de fármacos existentes en el mercado. Esta tuvo como objetivo lograr mayor solubilidad, de forma tal que puedan ser mejor absorbidos por el cuerpo humano. Para esto comenzó a estudiar los efectos de la solubilidad en la progesterona.
“Si yo tengo un producto que sea más soluble, puedo disminuir la dosis y aumentar su efectividad”, explicó Araya.
Detalló además que una misma sustancia puede comportarse de diferentes formas en su estado sólido y esto puede tener muchas implicaciones. “Por ejemplo, si es muy soluble se va a metabolizar más y el paciente puede tener una sobredosis, pero si más bien es muy poco soluble, el fármaco no va a tener efecto terapéutico y el paciente va a sentir que el medicamento no le hizo nada”, aseveró.
Su investigación y estancia en la Federal de Santa Catarina en Brasil -universidad también pública de ese país-, sirvió además como escenario para aprender y enriquecer el idioma portugués, así como para conocer más de cerca la cultura y el país suramericano, estrechar nuevas relaciones y tener una experiencia de vida que según detalla “será difícil de olvidar”.
No obstante, su línea y resultados de investigación -traducidos también en varios artículos publicados en revistas de alto impacto científico-, generó el interés de Andrea para continuar indagando la mejora de la solubilidad en fármacos, por lo que en el 2015 se propuso un nuevo reto: convertirse en Doctora en Ingeniería.