Creo que a todos al menos alguna vez en nuestra vida nos ha tocado la mala fortuna de tener que conservar nuestras bolsas con basura en el hogar por más tiempo del que nosotros desearíamos, ocasionando con ello olores desagradables, pero sobre todo una acumulación de espacio que nos genera molestias.
Partiendo de ahí, podemos generar una pregunta. Si en nuestra casa la basura no desaparece por arte de magia… ¿Qué pasa con ella una vez que la recolectan afuera de mi hogar?
Por más simple que parezca este planteamiento, muchos desconocen que sucede posterior a la recolección de sus residuos y peor aún, muchos otros saben lo que sucede y no hacen nada por reducir la cantidad de desperdicio que generan.
Para contestar esta pregunta, seré breve y tajante, ¡Nuestra basura se entierra!, si nos va bien, en un espacio técnicamente adecuado para DISMINUIR los impactos ambientales, o en su defecto, simplemente se bota en cualquier espacio abierto (acantilado, terreno baldío, barranca, río, riachuelo,etc), con la única esperanza de que posterior a un tiempo determinado (en ocasiones algunos de estos residuos tardan miles de años en descomponerse) se pueda utilizar como un entorno nuevo para desarrollo.
Ahora te preguntarás, y, ¿cuáles son los beneficios de este modelo?, te contestaré con una palabra; ¡NINGUNO!, que beneficio puede existir en enterrar basura y asumir costos de traslado, acopio, manejo y disposición, más los impactos ambientales asociados a su gestión.
Sin embargo, existen muchas justificaciones que respaldan este modelo, dentro de las cuales están el costo económico bajísimo de enterrar los residuos además de la falta de cultura de la separación en las casas habitación.
Quizás, parte de este discurso es cierto, pero para no abundar mucho más en el tema, me gustaría darte las siguientes conclusiones:
En primer lugar, es imposible transitar del modelo lineal que tenemos al modelo circular en un abrir y cerrar de ojos, por tanto, actualmente hay residuos que no económicamente no son viables disponer de otra forma más que enterrarlos adecuadamente.
También es cierto que, la responsabilidad tiene que ser extendida hacia fabricantes de productos, buscando incentivar a la reducción de los residuos desde su fabricación.
Finalmente considero que una parte fundamental para que comience un cambio, sería a través de políticas públicas, así como la generación de nuevas tecnologías en el tema de reciclaje y algunos incentivos fiscales para esta industria.
Así que, la próxima ocasión que se acumule basura en tu hogar, ¿a quién vas a responsabilizar? ¿al camión por no pasar? ¿al productor por vender con tantos empaques?, o ¿a vos mismo por consumir con tantos empaques?
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