Cuando ACAE y el TEC firmaron el convenio para desarrollar el Proyecto Irazú (la primera misión espacial desarrollada desde Costa Rica), lo hicieron con la intención de colocar el nombre del país en las grandes ligas del sector aeroespacial y estimular talento humano en ese ámbito.

El reconocimiento de Marco Gómez es una señal de que el satélite logró su objetivo, aducen expertos relacionados al proyecto. 

“Claro que el satélite tiene mucho que ver, porque fue un gran impulso para mi carrera. Estuve en varios foros y conferencias globales presentando el proyecto del satélite y siempre fue muy bien recibido. Este premio también refleja el respeto con el que especialistas del mundo ven lo que hicimos. 

“Por medio del proyecto, gran cantidad de estudiantes fueron capacitados, salieron iniciativas como el SETEC-Lab y TEC Space (grupo estudiantil del espacio). Ese tipo de cosas no habrían sido posibles sin el satélite”, comenta Gómez.

Para el Dr. Adolfo Chaves Jiménez, coordinador del SETEC-Lab y parte de los investigadores del Proyecto Irazú, el reconocimiento a Gómez servirá para que otros costarricenses se inspiren y sepan que el talento nacional es reconocido a nivel internacional.

“Marco es uno de bastantes costarricenses que han demostrado, laborando tanto en el país como en el extranjero, que hay capacidad, que hay talento y que en Costa Rica hay gente que puede desarrollar el área espacial”, destacó el Dr. Chaves.

Por su parte, el Dr. Calvo, explicó que la selección de Gómez por parte de la IAF es otro paso importante para continuar demostrando la viabilidad de que Costa Rica participe en el desarrollo espacial:

“No es imposible hacer tecnología aeroespacial en Costa Rica. Al impulso de las universidades se suma el hecho de que ya existen 13 empresas en el país vendiendo servicios técnicos a la industria aeroespacial en otros países, ya existe un cluster aeroespacial, con apoyo de Procomer, y otras señales de que esta puede ser una industria de peso en el desarrollo del país.

“La idea del desarrollo aeroespacial no nace desde ACAE, sino que viene desde el ejemplo de Franklin Chang (astronauta costarricense). Desde ahí nace el sueño de muchos jóvenes de ingresar en este campo y se refuerza cuando él viene a fundar Ad Astra Rocket en Liberia”, insistió Calvo, rector del Tecnológico de Costa Rica entre 2011 y 2019 e investigador principal de la misión científica del Proyecto Irazú.

Asimismo, el presidente de ACAE comentó que la reciente inauguración de uno de los radares espaciales más modernos del mundo, en Guanacaste, es otra señal de los atractivos de Costa Rica para esta industria. “Ubicación geográfica y mano de obra altamente capacitada”, son las principales ventajas, según Calvo.

Como parte del Programa Líderes Jóvenes del Espacio, Gómez tendrá un reconocimiento en el sitio web de la Federación Internacional de Astronáutica [13], participará en varios eventos internacionales y tendrá la ocasión de ser mentor en el programa Líderes Emergentes del Espacio (Emerging Space Leaders).

Justamente, el ingeniero costarricense fue becado como Líder Espacial Emergente, en 2017. 

Gómez Jenkins es graduado de ingeniería mecánica e ingeniería aeroespacial del Georgia Institute of Technology (Estados Unidos). También cuenta con una maestría en ingeniería aeroespacial de la Delft University of Technology (Países Bajos) y una maestría en negocios del Imperial College London (Reino Unido).

Entre 2015 y 2018 trabajó como gerente del proyecto Irazú por el TEC y ayudó a fundar el Laboratorio de Sistemas Espaciales (SETEC-Lab), de la Escuela de Ingeniería Electrónica [14]. 

Actualmente, es director ejecutivo de Super-Sharp Space Systems Limited, una empresa fundada por Gómez y otros especialistas, en conjunto con la Universidad de Cambridge. La iniciativa busca crear un sistema de observación detallada de la Tierra, por medio de imágenes infrarrojas de alta resolución, utilizando una constelación de pequeños satélites.

“La idea es hacer una red de satélites y tomar imágenes infrarrojas térmicas, que ahora nadie las está tomando. Es superinteresante, porque con estas imágenes podemos crear un mapa de temperatura, se puede ver cuánta energía están consumiendo los edificios y calcular sus emisiones de carbono, o definir cuáles áreas requieren más riego para la agricultura. Los usos son muy variados y creemos que, a medida que empecemos a aplicar la tecnología, se van a encontrar muchas más formas de aprovecharla”, explicó Gómez.