Virginia Montero Campos, docente de la Escuela de Química e investigadora en el Centro de Investigación en Biotecnología del TEC
¿Cuál es la importancia del agua desde su perspectiva profesional?
El agua esconde secretos ocultos a la vista y a la percepción de los sentidos. Es una necesidad universal, lo que quiere decir que es absolutamente imprescindible para mantener la vida de todos los seres vivos, incluidos los microorganismos. Tiene huella y es la fuente de conflictos políticos en el mundo.
Uno de los problemas más importantes que entraña el agua de consumo humano es que al parecer a los sentidos sin olor, sin color y sin sabor puede percibirse, por sí misma, como segura. No obstante, bacterias patógenas o peligrosas a la salud no enturbian el agua, puede que no varíen su sabor y, especialmente, si están en bajas cantidades, pero en una cantidad suficiente para lograr un estado de enfermedad en una persona, el agua puede convertirse en un peligroso vehículo de enfermedad.
Las contaminaciones del agua por sustancias químicas orgánicas e inorgánicas tampoco son muy diferentes. Cuando estos contaminantes son solubles no habrá forma que el usuario se dé cuenta de que el agua esta peligrosamente contaminada, excepto que tenga un fuerte olor, como es el caso de las contaminaciones accidentales con hidrocarburos o con algunos plaguicidas. A diferencia de las contaminaciones microbiológicas, las sustancias químicas tienden a estar involucradas en problemas a la salud de efecto crónico o de largo plazo, incluidos en estos, el cáncer de tiroides, estómago y ganglios linfáticos, solo por mencionar algunos.
Uno de los problemas a la salud más difíciles de manejar por los científicos es cuando los contaminantes son geogénicos, esto es, que son de origen natural y que se dan, por ejemplo, en el suelo y las rocas, principalmente cuando estos suelos son de origen volcánico. Como el agua nace en las profundidades del suelo, lleva consigo esos contaminantes cuando el agua es captada directamente o cuando, al excavar los pozos, las rocas se rompen y estos contaminantes tóxicos pueden lixiviar al agua que se usará para consumo humano, tal es el caso del arsénico en el agua de muchas poblaciones en el mundo, incluida Costa Rica.
Una ciencia emergente en el mundo es la medicina geológica, la cual busca explicar cómo los contaminantes naturales pueden afectar la salud de una población específica sin siquiera suponer el peligro al que se están enfrentando; de ahí la imperiosa necesidad de controlar la calidad del agua para una población, basado en riesgos específicos por lugar de procedencia de la misma. Esto ha sido contemplado también en los denominados Planes de Seguridad del Agua.
¿Cuál es la acción más urgente que considera que el país debe tomar en relación con el tema hídrico?
Por supuesto que lo apremiante es agua en cantidad y en calidad para todos, pero principalmente en cantidad, porque, aunque tenga buena calidad, si la gente no tiene agua podría enfrentar problemas de salud por no cubrir sus necesidades básicas de aseo.
Por las condiciones de localización y de clima tropical, Costa Rica posee una buena cantidad de agua disponible y de acceso importante para toda la población. Esto hace que haya muchos entes operadores de acueductos en el país: el Instituto Nacional de Acueductos y Alcantarillados, las municipalidades, las Asadas, la Empresa de Servicios Públicos de Heredia y acueductos de vecinos. Costa Rica ha avanzado mucho en controles básicos para asegurar la calidad del agua a la población, por esta razón no es casualidad de que posea uno de los primeros lugares en calidad de agua en América Latina. No obstante, hay mucho por hacer aún.
El Instituto Nacional de Acueductos y Alcantarillados llega aproximadamente a la mitad de la población de Costa Rica, el otro 50% lo cubren los otros entes operadores, lo que quiere decir que el control del agua que expenden a sus abonados no es igual para todos los habitantes de nuestro país.
La implementación de los Planes de Seguridad del Agua, donde cada comunidad se le debe de controlar de acuerdo con sus propios riesgos, sean industriales, agrícolas o geológicos, debe ser una realidad para todos los costarricenses, específicamente en el control químico del agua donde aplique: metales pesados, plaguicidas, discruptores endocrinos (sustancias derivadas de la contaminación con plásticos), estos, entre los más urgentes.