Desarrollar un paisajismo agradable al tiempo que se estimula una red de conservación natural de especies forestales y fauna, son parte de los objetivos que ha impulsado el Tecnológico de Costa Rica (TEC) [2] mediante sus corredores biológicos.
Desde el 2017, bajo el liderazgo del entonces rector, Ing. Julio César Calvo Alvarado, el TEC ha implementado acciones clave para la protección y expansión de árboles, plantas y animales que residen en el el Campus Tecnológico Central Cartago [3] y en el Campus Tecnológico Local San Carlos. [4]
Una de ellas es dejar espacios protegidos como parte de sus planes maestros de construcción y desarrollo, contribuyendo a la conservación de los recursos naturales y la perspectiva de equilibrio medioambiental y carbono neutralidad que mantiene la Universidad.
Del total de 88,5 hectáreas del Campus de Cartago, casi un 40% está ahora bajo una zona de conservación y protección.
Desde el año anterior, se inició la restauración de tres sectores dentro de la red de corredores biológicos del TEC, mediante la siembra de especies arbóreas de importancia para la conservación y el paisajismo.
En total, 2050 árboles han sido plantados desde el 2018 gracias al apoyo de diversas instancias universitarias y organizaciones que han apoyado las actividades de fortalecimiento del corredor biológico.
Vladimir Jiménez, profesor e investigador de la Escuela de Ingeniería Forestal [5], así como encargado del seguimiento de los corredores biológicos del TEC, destacó que para este 2020, la meta establecida de siembra es de unos 700 árboles. Sin embargo, por la situación de pandemia, el investigador indicó que se ha tenido afectación y se encuentran aun unas 300 especies pendientes de plantar.
No obstante y a pesar de la situación, se ha logrado avanzar con al menos 400 especies plantadas durante este año. Una de estas actividades, fue realizada por Jiménez en compañía de estudiantes del programa de Residencias Estudiantiles de Cartago.
Tomando en cuenta las medidas de higiene necesarias, el grupo de jóvenes colaboró activamente en la plantación de unas 200 especies autóctonas entre las que se encuentran el Guarumo, Güitite así como el Roble Sabana, entre otros.