Un grupo de 11 investigadores e investigadoras del Centro de Investigación en Biotecnología (CIB) [2], del Tecnológico de Costa Rica (TEC) [3], dedicaron su tiempo y conocimientos para apoyar a la reactivación económica de productores de papa, en comunidades del cantón de Oreamuno.
La primera etapa del proyecto consiste en entregar 10.000 plantas de papa desarrolladas en laboratorio, de las variedades conocidas como Única (papa cáscara roja y pulpa amarilla) y Floresta (papa cáscara amarilla y pulpa blanca), que estudios anteriores han comprobado su adaptación a los terrenos en las montañas al norte de Cartago.
“El CIB desde su inicio ha tenido una gran tradición de apoyo a los agricultores de la zona norte de Cartago, y el Centro nació precisamente haciendo proyectos de transferencia de tecnología en papa y chayote. Entonces, este es el cultivo con el que más hemos investigado y creímos que era muy oportuno poner ese conocimiento al servicio de los productores, para apoyar en la reactivación económica del país”, afirmó el máster Geovanni Garro Monge, quien coordina el grupo de investigadores voluntarios.
En la primera etapa, que se desarrolla 2020, se beneficiarán a 10 agricultores, cada uno con con un paquete tecnológico que incluye:
- 1.000 vitroplantas.
- Tres kilogramos de abono orgánico, compuesto a base de biocontroladores.
- Capacitación y acompañamiento.
Según Garro, cada productor se debe comprometer a hacer la fase intermedia de aclimatación de las plantas del laboratorio al campo, para lo cual están trabajando en grupos para construir invernaderos “pequeñitos pero bien adaptados”.
“Ahora los agricultores muchas veces nos sentimos solos, a lo que podamos hacer. Entonces, cuando llega una institución que le ayuda se siente un gran aliento (...). Más que sabemos que este es un proyecto que está empezando y va para adelante“, comentó el agricultor Diego Calvo Gómez.