Después de seis meses de cuarentena por la pandemia de COVID-19 cualquiera se aburre y se cansa. Pero no es tiempo de bajar la guardia. El país se encuentra en el pico más alto de contagios y muertes por la enfermedad, por lo que se deben reforzar las medidas preventivas, empezando por los llamados a “quedarse en casa” y a “no romper la burbuja social”.
Si usted tiene la posibilidad de permanecer más tiempo en su casa, aquí le sugerimos una forma para romper con el aburrimiento, desarrollar nuevas habilidades e interactuar con otras personas sin quebrantar el distanciamiento físico. Se trata de los videojuegos.
Aunque algunas personas los consideran una pérdida de tiempo y una forma de evadir la realidad, lo cierto es que los videojuegos se han convertido en un medio de recreación, como también lo son el cine, la música o un buen libro. Para Rodolfo Mora, docente e investigador de la Escuela de Ingeniería en Computación [2] en el Campus TEC San José [3], el entretenimiento es necesario para la salud mental y la formación cultural.
“Los videojuegos son una expresión cultural que solo puede ser posible gracias a la cuarta revolución industrial y que es reflejo de nuestra sociedad actual. Como medio, los videojuegos tienen el potencial de acercarnos a temas y discusiones desde una perspectiva única. La interactividad de los videojuegos hace más directo el intercambio cultural”, destacó.
Mora, quien también es miembro fundador y coordinador de la Comunidad Interuniversitaria de Desarrollo de Videojuegos (CIDeV), reconoce que cada persona sobrelleva las crisis de distintas maneras. Mientras unos optan por cocinar, otros hacen ejercicio y hay quienes se dedican a ver películas o series televisivas. Pero, quienes escojan jugar videojuegos se encontrarán con una amplia gama de posibilidades con las que pueden viajar, de forma segura, a lugares remotos, estimular la imaginación e, inclusive, comprenderse a sí mismos.