Las radiografías de pecho podrían ser de utilidad para determinar si una persona está infectada, o no, con el nuevo coronavirus que causa la enfermedad COVID-19. Incluso, este diagnóstico podría realizarse asistido por computadora, utilizando técnicas avanzadas de inteligencia artificial, como el Deep Learning.
Esa es la tesis que persiguen un grupo de investigadores de universidades de Reino Unido y España, liderado por el Ing. Saúl Calderón Ramírez, docente e investigador del Tecnológico de Costa Rica (TEC) [2], quien realiza estudios de doctorado en el Instituto de Inteligencia Artificial, de De Montfort University, [3] en Leicester, Inglaterra.
“El tema de interés es desarrollar un modelo de inteligencia artificial para estimar, a partir de imágenes de rayos X de pechos, daños por COVID-19. Sería utilizar esto como una herramienta de asistencia para el diagnóstico de la enfermedad (...).
“Nuestro objetivo es desarrollar un sistema de inteligencia artificial que ojalá mejore la sensibilidad de diagnóstico respecto a un radiólogo y que entonces se pueda usar como un sistema de triage o de tamizaje, para detectar pacientes que tienen daños por COVID-19, en forma más rápida”, comenta Calderón
El problema, explica Calderón y demás investigadores en su estudio, es que los sistemas de Deep Learning –o Aprendizaje Profundo– típicamente trabajan con grandes bases de datos para entrenar a las computadoras para que puedan identificar imágenes con un alto porcentaje de acierto. Pero es difícil conseguir datos etiquetados del COVID, por el rápido avance de la pandemia.
Así que los especialistas plantean que una solución viable es implementar algoritmos “semisupervisados”, que ayuden al sistema a lidiar con la escasez de datos. Esto lo detallan en un paper aceptado para la edición 25 de la Conferencia Internacional sobre Reconocimiento de Patrones [4] (ICPR o International Conference on Pattern Recognition, en inglés), que se debió realizar en 2020 en Italia, pero se postergó para inicios del próximo año por motivos de la pandemia.
“Nosotros lo que hicimos fue crear un modelo, utilizando aprendizaje semisupervisado, puesto que existen muy pocas imágenes marcadas o que sabemos que son de COVID-19. Entonces lo que hicimos fue entrenar un modelo con imágenes no marcadas, y obtuvimos muy buenos resultados”, ahonda Calderón.
Con este método se puede llegar a un 90% de acierto al identificar pacientes con COVID-19, 15% más que sin el algoritmo semisupervisado, detallan Calderón y los otros investigadores, procedentes de universidades de España y Reino Unido.