Reducir y prevenir con éxito la pérdida y el desperdicio de alimentos, se ha convertido en un reto mundial para las entidades gubernamentales y empresariales.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) [3], se estima que un tercio de todos los alimentos producidos a nivel mundial se pierden o se desperdician.
A partir de esta problemática, Eva Vargas Solís, estudiante de la carrera de Ingeniería en Agronegocios [4], está elaborando como Trabajo Final de Graduación una herramienta que facilite el monitoreo del índice de pérdida, principalmente en el arroz en Costa Rica.
Su propuesta está basada en los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) [5], específicamente en el número 12: Producción y Consumo responsable, que incluye la meta 12.3 que busca reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita en el mundo, tanto en la venta al por menor como a nivel de los consumidores; así como la pérdida de alimentos en las cadenas de producción y suministro, incluidas las etapas posteriores a la cosecha.
Pero, ¿de qué trata la propuesta? La investigación de Vargas consiste en monitorear, por medio de una herramienta basada en Excel, el comportamiento del índice de las pérdidas en el arroz en Costa Rica.
También busca sistematizar toda la experiencia de su proyecto, desde la búsqueda de datos, hasta su tratamiento y presentación mediante el citado índice.
Para realizar los cálculos, la joven utilizó las fórmulas creadas por la FAO [6], que son índice y porcentaje de pérdida. El índice corresponde a un valor de medida que permite realizar una comparación de las pérdidas respecto a un año base.
Consta de una serie de variables como la producción, el valor económico y el porcentaje de pérdida que se determine; con el propósito de que, idealmente, este valor empiece a ser muy cercano a cero.
Vargas se enfocará en el manejo postcosecha y en el proceso industrial del arroz. Primero conocerá cómo es el comportamiento de las pérdidas en estos puntos. Posteriormente, dará las observaciones respecto a dónde se ubican los puntos críticos y sus posibles causas, para que a futuro se pueda trabajar disminuyendo estas pérdidas a lo largo de la cadena de suministro.
La alumna del TEC ha logrado también una importante comunicación con la Corporación Nacional Arrocera (Conarroz) [7], en donde le han brindado apoyo con criterios de expertos y datos.
Para Vargas, es un gran orgullo el poder aportar un granito de arena, como TEC y como estudiante de Ingeniería en Agronegocios, para reducir la pérdida y desperdicios de alimentos.